{"id":227454,"date":"2022-10-10T21:27:11","date_gmt":"2022-10-10T21:27:11","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/detras-de-este-premio-nobel-hay-una-historia-muy-humana-hay-un-poco-de-neandertal-en-todos-nosotros\/"},"modified":"2022-10-10T21:27:12","modified_gmt":"2022-10-10T21:27:12","slug":"detras-de-este-premio-nobel-hay-una-historia-muy-humana-hay-un-poco-de-neandertal-en-todos-nosotros","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/detras-de-este-premio-nobel-hay-una-historia-muy-humana-hay-un-poco-de-neandertal-en-todos-nosotros\/","title":{"rendered":"Detr\u00e1s de este premio Nobel hay una historia muy humana: hay un poco de neandertal en todos nosotros"},"content":{"rendered":"


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\"<spanFotograf\u00eda: Hendrik Schmidt\/AP<\/span>\u00bb src=\u00bbhttps:\/\/s.yimg.com\/ny\/api\/res\/1.2\/diJKf9jUnhiHEGotCF60zw–\/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTk2MDtoPTU3Ng–\/https:\/\/s.yimg.com\/uu\/api\/res\/1.2\/InR40zOCpmAO3YcMiktphA–~B\/aD02MDA7dz0xMDAwO2FwcGlkPXl0YWNoeW9u\/https:\/\/media.zenfs.com\/en\/theguardian_763\/21d11bed507b70e83161057b40d2968c\u00bb data-src=\u00bbhttps:\/\/s.yimg.com\/ny\/api\/res\/1.2\/diJKf9jUnhiHEGotCF60zw–\/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTk2MDtoPTU3Ng–\/https:\/\/s.yimg.com\/uu\/api\/res\/1.2\/InR40zOCpmAO3YcMiktphA–~B\/aD02MDA7dz0xMDAwO2FwcGlkPXl0YWNoeW9u\/https:\/\/media.zenfs.com\/en\/theguardian_763\/21d11bed507b70e83161057b40d2968c\u00bb\/><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

Fotograf\u00eda: Hendrik Schmidt\/AP<\/span><\/figcaption><\/p>\n<\/figure>\n

Los neandertales han ganado un premio Nobel. Bueno, casi. Incluso si la mayor\u00eda de la gente no ha o\u00eddo hablar de Svante P\u00e4\u00e4bo, el genetista sueco cuyo trabajo sobre los genomas antiguos y la evoluci\u00f3n humana le ha valido el premio de fisiolog\u00eda o medicina de 2022, o la ciencia exacta detr\u00e1s de la paleogen\u00f3mica y el ADN antiguo, ciertamente tener<\/em> o\u00eddo hablar de los neandertales.<\/p>\n

En honor a su contribuci\u00f3n a la construcci\u00f3n de este campo incre\u00edblemente vibrante de la paleogen\u00f3mica, el premio es muy merecido: se necesita visi\u00f3n, persistencia y m\u00e9todos pioneros para recuperar y secuenciar material gen\u00e9tico inmensamente antiguo y fr\u00e1gil. Pero tambi\u00e9n es un reconocimiento de las sorprendentes revelaciones sobre nuestra historia profunda que provienen de la paleogen\u00f3mica, que encierra muchos secretos sin explotar sobre qui\u00e9nes somos hoy, incluida la resoluci\u00f3n de la cuesti\u00f3n largamente debatida de si los neandertales y los Homo sapiens<\/em> alguna vez se encontraron y, digamos, \u201ccalentaron\u201d esas heladas noches de tundra (la respuesta es s\u00ed, muchas veces).<\/p>\n

Para las comunidades de investigaci\u00f3n, el premio tambi\u00e9n se siente como un reconocimiento de la relevancia del trabajo sobre paleogen\u00f3mica, el origen humano y la arqueolog\u00eda en general, y su importancia continua. La investigaci\u00f3n en el siglo XXI sobre nuestras relaciones con los hom\u00ednidos, incluidos los neandertales, es un esfuerzo de colaboraci\u00f3n totalmente interdisciplinario. Se llevan a cabo todo tipo de an\u00e1lisis materiales, en todo tipo de formas. Utilizamos fotogrametr\u00eda o l\u00e1seres para grabar cuevas enteras en 3D; rastrear c\u00f3mo se mov\u00edan las herramientas de piedra por la tierra; examinar microcapas dentro de hogares antiguos; incluso recoger los almidones conservados en la gruta entre los dientes viejos. Y el advenimiento de la capacidad de recuperar la paleogen\u00f3mica de contextos extraordinariamente antiguos fue nada menos que revolucionario. Hoy en d\u00eda, el ADN se puede extraer no solo de los huesos, sino incluso de los sedimentos de las cuevas: el polvo de vidas desaparecidas hace mucho tiempo, esperando milenios para ser encontrado. Ha hecho posible evaluar los perfiles gen\u00e9ticos de los neandertales individuales y ha abierto ventanas a historias e interacciones de poblaciones previamente invisibles.<\/p>\n