primeros restos griegos conocidos<\/a> del cat\u00e1logo de estrellas de Hiparco. Estaba escondido debajo de textos cristianos en pergamino medieval, seg\u00fan un nuevo art\u00edculo publicado en el Journal for the History of Astronomy.<\/p>\nLa imagen multiespectral es un m\u00e9todo que toma im\u00e1genes visibles en azul, verde y rojo y las combina con una imagen infrarroja y una imagen de rayos X de un objeto. Esto puede revelar peque\u00f1os indicios de pigmento, as\u00ed como dibujos o escritos ocultos debajo de varias capas de pintura o tinta. Por ejemplo, los investigadores han utilizado previamente la t\u00e9cnica para revelar texto oculto en cuatro fragmentos de Rollos del Mar Muerto que antes se cre\u00eda que estaban en blanco. Y el a\u00f1o pasado, los cient\u00edficos suizos utilizaron im\u00e1genes multiespectrales para reconstruir placas fotogr\u00e1ficas creadas por el f\u00edsico franc\u00e9s Gabriel Lippmann, pionero en la fotograf\u00eda en color y ganador del Premio Nobel de F\u00edsica de 1908 por sus esfuerzos. El m\u00e9todo corrigi\u00f3 las distorsiones de color que ocurrieron como resultado de la t\u00e9cnica de Lippmann.<\/p>\n
El presente art\u00edculo surgi\u00f3 de una investigaci\u00f3n sobre la C\u00f3dex Climaci Rescriptus<\/em>, un palimpsesto que se origin\u00f3 en el Monasterio de Santa Catalina en la Pen\u00ednsula del Sina\u00ed en Egipto. Consta de 11 manuscritos individuales, con textos arameos del Antiguo y Nuevo Testamento y texto griego del Nuevo Testamento, entre otros contenidos. Esos textos han sido fechados en los siglos VI, VII y VIII, respectivamente. El c\u00f3dice se mantuvo en el Westminster College de Cambridge hasta 2010, cuando Steve Green, presidente de Hobby Lobby, lo compr\u00f3 a Sotheby’s. Ahora es parte de la Colecci\u00f3n Verde que se exhibe en el Museo de la Biblia en Washington, DC, aunque algunos folios est\u00e1n almacenados en otros lugares.<\/p>\n\n Anuncio publicitario <\/span> <\/p>\n<\/aside>\n\nAgrandar
\/<\/span> El palimpsesto fue descubierto en el Monasterio de Santa Catalina en la Pen\u00ednsula del Sina\u00ed en Egipto.<\/div>\nim\u00e1genes falsas<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
Era una pr\u00e1ctica com\u00fan en ese momento raspar el pergamino viejo para reutilizarlo, y eso es lo que se hizo con el c\u00f3dice. Inicialmente, los eruditos asumieron que la escritura m\u00e1s antigua era m\u00e1s textos cristianos. Pero cuando Peter Williams, un erudito b\u00edblico de la Universidad de Cambridge, pidi\u00f3 a sus estudiantes de verano que estudiaran las p\u00e1ginas como proyecto especial en 2012, uno de ellos identific\u00f3 un pasaje griego del astr\u00f3nomo Erat\u00f3stenes.<\/p>\n
Eso justificaba una mayor investigaci\u00f3n, por lo que Williams recurri\u00f3 a cient\u00edficos de la Biblioteca Electr\u00f3nica de Manuscritos Tempranos en California y la Universidad de Rochester en Nueva York para realizar im\u00e1genes multiespectrales de las p\u00e1ginas del c\u00f3dice en 2017. La t\u00e9cnica revel\u00f3 nueve folios completos relacionados con la astronom\u00eda, que data de entre los siglos V y VI, no solo el pasaje de Erat\u00f3stenes sobre los mitos del origen de las estrellas, sino tambi\u00e9n un poema famoso (fen\u00f3menos<\/em>alrededor del siglo III a. C.) que describe constelaciones.<\/p>\nWilliams pas\u00f3 una buena parte de su tiempo durante el confinamiento por la pandemia estudiando las im\u00e1genes resultantes, y un d\u00eda not\u00f3 lo que parec\u00edan ser las coordenadas de la constelaci\u00f3n Corona Borealis. R\u00e1pidamente se puso en contacto con el historiador de la ciencia Victor Gysembergh del CNRS en Par\u00eds acerca de su descubrimiento. \u201cEstaba muy emocionado desde el principio\u201d, dijo Gysembergh a Nature. \u00abQued\u00f3 claro de inmediato que ten\u00edamos coordenadas estelares\u00bb.<\/p>\n Codex Climaci Rescriptus<\/em> del siglo VI EC en la Colecci\u00f3n Verde del Museo de la Biblia, que presenta el Evangelio de Mateo 21:27\u201331.\u00bb src=\u00bbhttps:\/\/cdn.arstechnica.net\/wp-content\/uploads\/2022\/10\/codex1-640×853.jpg\u00bb width=\u00bb640″ height=\u00bb853″ srcset=\u00bbhttps:\/\/cdn.arstechnica.net\/wp-content\/uploads\/2022\/10\/codex1.jpg 2x\u00bb\/>\nAgrandar
\/<\/span> Una hoja del siglo VI d.C. C\u00f3dex Climaci Rescriptus<\/em> en la Colecci\u00f3n Verde del Museo de la Biblia, que presenta el Evangelio de Mateo 21: 27\u201331.<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\nGysembergh y su colega Emanuel Zingg de la Universidad de la Sorbona tradujeron el pasaje de una p\u00e1gina de la siguiente manera:<\/p>\n
\nCorona Borealis, situada en el hemisferio norte, en longitud abarca 9\u00b0\u00bc desde el primer grado de Escorpio hasta 10\u00b0\u00bc en el mismo signo zodiacal (es decir, en Escorpio). De ancho se extiende 6\u00b0\u00be desde los 49\u00b0 del Polo Norte hasta los 55\u00b0\u00be.<\/p>\n
Dentro de ella, la estrella (\u03b2 CrB) al Oeste junto a la brillante (\u03b1 CrB) conduce (es decir, es la primera en salir), estando en Scorpius 0.5\u00b0. La cuarta estrella (\u03b9 CrB) al este de la brillante (\u03b1 CrB) es la \u00faltima (es decir, en salir) [. . .]10 49\u00b0 del Polo Norte. El m\u00e1s austral (\u03b4 CrB) es el tercero contado desde el brillante (\u03b1 CrB) hacia el Este, que est\u00e1 a 55\u00b0\u00be del Polo Norte.<\/p>\n<\/blockquote>\n
Pero, \u00bfpodr\u00eda atribuirse este pasaje a Hiparco? Si bien son cautelosos acerca de hacer una atribuci\u00f3n definitiva, los autores citan varias pruebas que parecen vincular el texto con el astr\u00f3nomo griego. Por ejemplo, algunos de los datos se registran de una manera inusual en consonancia con el \u00fanico otro trabajo superviviente de Hipparchus. Y los autores pudieron usar cartas astron\u00f3micas para determinar que las observaciones registradas en el texto probablemente se realizaron alrededor del a\u00f1o 129 a. C., cuando Hiparco habr\u00eda estado trabajando en su cat\u00e1logo.<\/p>\n\n Anuncio publicitario <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nHasta ahora, solo se han recuperado las coordenadas de Corona Borealis, pero los investigadores creen que es muy probable que Hiparco traz\u00f3 un mapa de todo el cielo nocturno en alg\u00fan momento, incluidas todas las estrellas visibles, tal como lo hizo Ptolomeo en su \u00faltimo Almagesto<\/em> tratado. Muchos eruditos creen que el cat\u00e1logo de Hiparco fue una de las fuentes que us\u00f3 Ptolomeo al compilar su tratado.<\/p>\nDe hecho Williams y otros<\/em>. descubri\u00f3 que los c\u00e1lculos de coordenadas de Hipparchus eran en realidad mucho m\u00e1s precisos que los de Ptolomeo, con una precisi\u00f3n de un grado. Esta fue una haza\u00f1a asombrosa, dado que el telescopio a\u00fan no se hab\u00eda inventado. Suponen que Hipparchus probablemente us\u00f3 un tubo de observaci\u00f3n llamado dioptra o esfera armilar para hacer sus c\u00e1lculos. Y esperan que otras porciones del cat\u00e1logo de estrellas perdidas a\u00fan puedan encontrarse al acecho en la biblioteca del monasterio a medida que las t\u00e9cnicas de imagen contin\u00faan mejorando.<\/p>\nDOI: Revista de Historia de la Astronom\u00eda, 2022. 10.1038\/d41586-022-03296-1 (Acerca de los DOI).<\/p>\n
Imagen de listado del Museo de la Biblia, 2021\/CC BY-SA 4.0<\/em><\/p>\n<\/p><\/div>\n