\n<\/aside>\n<\/p>\n
En agosto, el gobierno de EE. UU. anunci\u00f3 que estaba adoptando una pol\u00edtica que exige que toda la investigaci\u00f3n que financie sea de acceso abierto. Un elemento clave de este plan es que, una vez que la pol\u00edtica entre en vigencia, todos los trabajos de investigaci\u00f3n que resulten de esta investigaci\u00f3n deben tener acceso abierto el d\u00eda de su publicaci\u00f3n. Eso significa que cualquiera puede ver la investigaci\u00f3n, no se requiere suscripci\u00f3n a la revista ni pago \u00fanico.<\/p>\n
Eso, obviamente, podr\u00eda plantear problemas para el negocio editorial acad\u00e9mico, que depende en gran medida de las suscripciones tal como est\u00e1 estructurado actualmente. Para adaptarse al futuro inevitable, muchos editores han estado adoptando \u00abcargos por procesamiento de art\u00edculos\u00bb (APC), o tarifas pagadas por las personas que publican el art\u00edculo por el privilegio de hacerlo. Todo esto plantea una pregunta inc\u00f3moda: \u00bfQui\u00e9n va a pagar los APC?<\/p>\n
El martes, la Asociaci\u00f3n Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en ingl\u00e9s) public\u00f3 una encuesta de investigadores que sugiere que algunos ya est\u00e1n luchando por encontrar el dinero para cubrir los APC y, en algunos casos, lo est\u00e1n sacando de los presupuestos que de otro modo pagar\u00edan por proyectos cient\u00edficos. trabajar.<\/p>\n
pagando el precio<\/h2>\n Las revistas de investigaci\u00f3n tienen una larga historia de cobro de tarifas por publicaci\u00f3n, que se remonta a la \u00e9poca de lo que se llamaba \u00abcargos por p\u00e1gina\u00bb en los d\u00edas de la impresi\u00f3n (las tarifas por imprimir im\u00e1genes en color tambi\u00e9n eran comunes). Combinados con los ingresos de las suscripciones y, a veces, la publicidad, compensan los costos de impresi\u00f3n y los editores que organizan la revisi\u00f3n por pares y, por lo general, dejan a los editores con una ganancia saludable. Para muchas revistas, estos cargos desaparecieron con el crecimiento del acceso a revistas en l\u00ednea, pero hubo un historial de tarifas por publicaci\u00f3n que influy\u00f3 en el desarrollo de APC.<\/p>\n\n Anuncio publicitario <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nA medida que se formaron las revistas de acceso abierto, se enfrentaron a un desaf\u00edo obvio: \u00bfPor qu\u00e9 alguien pagar\u00eda una suscripci\u00f3n si los art\u00edculos se pueden descargar libremente? Que yo sepa, todos recurrieron a los APC como soluci\u00f3n. Estos deb\u00edan realizar la misma funci\u00f3n que las suscripciones: cubrir los costos y dejar una ganancia, por lo que deb\u00edan ser sustancialmente m\u00e1s altos que las tarifas que se cobraban anteriormente a los autores. Muchas revistas que siguen basadas en suscripciones tambi\u00e9n han adoptado una opci\u00f3n en la que los investigadores pueden hacer que sus art\u00edculos est\u00e9n disponibles a trav\u00e9s de acceso abierto a cambio de un APC.<\/p>\n
El desaf\u00edo es c\u00f3mo se pagan estos APC. Varias fundaciones que apoyan la investigaci\u00f3n biom\u00e9dica tienen pol\u00edticas que les permiten pagar los APC en nombre de los investigadores que financian. Pero muchos m\u00e1s investigadores reciben fondos de organizaciones gubernamentales como los Institutos Nacionales de Salud y la Fundaci\u00f3n Nacional de Ciencias. Para saber c\u00f3mo se las estaban arreglando, la AAAS realiz\u00f3 una encuesta a investigadores de EE. UU. y recibi\u00f3 m\u00e1s de 400 respuestas.<\/p>\n
Esas respuestas revelaron una variedad de problemas.<\/p>\n
\u00bfDe d\u00f3nde viene el dinero?<\/h2>\n Incluso antes de que entre en vigor el mandato de acceso abierto del gobierno federal, la mayor\u00eda de los investigadores encuestados (m\u00e1s del 60 por ciento) ya hab\u00edan pagado APC, y m\u00e1s de un tercio de ellos lo hab\u00edan hecho varias veces. Pero cuando se trataba de planificar los cargos de APC que enfrentaban, los n\u00fameros se invirtieron m\u00e1s o menos, con el 63 por ciento de los investigadores diciendo que no hab\u00edan presupuestado nada para los cargos. Dado eso, no es sorprendente que, cuando lleg\u00f3 el momento de pagar, solo el 10 por ciento encontr\u00f3 el proceso f\u00e1cil.<\/p>\n
La gran mayor\u00eda (70 por ciento) tom\u00f3 al menos parte del dinero de las subvenciones. Alrededor de un tercio logr\u00f3 obtener al menos algo de apoyo de su departamento, y aproximadamente la mitad de ese n\u00famero logr\u00f3 obtener fondos de otras partes de la universidad. Sorprendentemente, el 15 por ciento dijo que pag\u00f3 algunos de los APC con su propio dinero. (Los n\u00fameros suman m\u00e1s del 100 por ciento porque los investigadores pagaron una sola tarifa usando m\u00faltiples fuentes o usaron diferentes fuentes cuando pagaron m\u00e1s de un APC).<\/p>\n\n Anuncio publicitario <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nEl problema es que las subvenciones no tienen una categor\u00eda separada de financiamiento para cubrir los APC. Como tal, la publicaci\u00f3n competir\u00e1 con otros posibles usos del dinero de la subvenci\u00f3n: la investigaci\u00f3n. Casi el 80 por ciento de los investigadores que respondieron dijeron que, de lo contrario, el dinero para APC se habr\u00eda destinado a comprar equipos o materiales. Alrededor de un tercio dijo que APC se llev\u00f3 dinero que de otro modo habr\u00eda pagado a estudiantes de posgrado o t\u00e9cnicos. \u00bfOtro gran sacrificio? Costos asociados con la asistencia a conferencias, que fueron citados por el 60 por ciento de los investigadores.<\/p>\n
El n\u00famero total de personas que respondieron es bastante peque\u00f1o y no todos respondieron cada pregunta, por lo que es dif\u00edcil saber qu\u00e9 tan generalizados son estos problemas. Pero los problemas en s\u00ed mismos son completamente predecibles, dado que la mayor\u00eda de los laboratorios funcionan completamente con una sola pila de dinero que tiene que pagar tanto por la investigaci\u00f3n como por las publicaciones. Y estos problemas, aunque sean anecd\u00f3ticos, se est\u00e1n produciendo antes de que el acceso abierto sea obligatorio.<\/p>\n
La soluci\u00f3n obvia es que las agencias asignen alg\u00fan dinero adicional a los investigadores que financian para cubrir el costo de la publicaci\u00f3n. Pero esto simplemente cambiar\u00eda el problema aguas arriba, ya que las agencias tendr\u00edan que encontrar ese dinero en otra parte del presupuesto, lo que probablemente signifique financiar menos investigaci\u00f3n a menos que puedan obtener un aumento del presupuesto dedicado a este tema.<\/p>\n
En cualquier caso, los autores del informe AAAS pintan el problema con mucha claridad: \u00abNos enfrentamos a un riesgo creciente de que la capacidad de pago de APC, en lugar de los m\u00e9ritos de la investigaci\u00f3n, determine qu\u00e9 y qui\u00e9n se publica\u00bb.<\/p>\n<\/p><\/div>\n
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