{"id":277320,"date":"2022-11-04T17:19:17","date_gmt":"2022-11-04T17:19:17","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/resena-de-enola-holmes-2-millie-bobby-brown-mejora-el-juego\/"},"modified":"2022-11-04T17:19:19","modified_gmt":"2022-11-04T17:19:19","slug":"resena-de-enola-holmes-2-millie-bobby-brown-mejora-el-juego","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/resena-de-enola-holmes-2-millie-bobby-brown-mejora-el-juego\/","title":{"rendered":"Rese\u00f1a de Enola Holmes 2: Millie Bobby Brown mejora el juego"},"content":{"rendered":"


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A medida que la b\u00fasqueda de Enola cruza las l\u00edneas de clase desde las f\u00e1bricas hasta los teatros s\u00f3rdidos y los eventos sociales de la temporada, solo enfatiza cu\u00e1nto la educaci\u00f3n desigual de la hija menor de Holmes no logr\u00f3 prepararla para encajar en la sociedad moderna. Esto es m\u00e1s obvio en la inclinaci\u00f3n del detective adolescente por ir de inc\u00f3gnito. A pesar de su descarado encanto y su exceso de confianza, Enola no es un camale\u00f3n: no logra captar los modales humildes de la chica de f\u00e1brica (tiene hambre, pero no morirse de hambre<\/em>); luego, por el contrario, sobresale como un pulgar dolorido en un baile de \u00e9lite debido a su moda del a\u00f1o pasado y, \u00a1jadeo!, el olvido con respecto a las carabinas y otros comportamientos propios de una dama.<\/p>\n

La secuela ampl\u00eda sabiamente las experiencias de Enola con el cambio de c\u00f3digo, esta vez m\u00e1s complicado que ponerse un traje de ni\u00f1o (aunque recuerdan esa broma), y esta vez entregado por alguien que le recordar\u00e1 a Enola su propio privilegio relativo: la Sra. Mira Troy (Duna<\/em><\/strong>‘s Sharon Duncan-Brewster), secretaria del jefe del Tesoro, pero en gran medida subestimada como una mujer negra mayor y soltera. Algunas de las mejores escenas involucran a Enola observando c\u00f3mo otros han luchado para romper el molde de lo que se considera apropiado mientras a\u00fan existen en esos espacios.<\/p>\n

Todo lo cual quiere decir que Enola no es demasiado terca para pedir ayuda cuando la necesita, ya sea de Sherlock, con disputas entre hermanos, o de Tewkesbury, aunque con la advertencia de llamarlo tonto cada vez. Tewkesbury es un inter\u00e9s amoroso menos convincente en la segunda pel\u00edcula, y la secuela dif\u00edcilmente justifica su existencia, aunque su din\u00e1mica tiene una simetr\u00eda entretenida: \u00e9l le ense\u00f1a a bailar y ella le devuelve el favor ense\u00f1\u00e1ndole a pelear. Es cierto que muchas grandes mujeres pueden usar un buen hombre detr\u00e1s de ellas.<\/p>\n

A veces parece que la pel\u00edcula no est\u00e1 segura de cu\u00e1nto fundamentar su fantas\u00eda adolescente, ni hasta d\u00f3nde empujar su clasificaci\u00f3n PG-13. El asesinato es un asunto mucho m\u00e1s serio que el secuestro, y Enola incluso es acusada injustamente, pero no est\u00e1 claro cu\u00e1n terribles deben ser esas apuestas. Aunque es bastante can\u00f3nico que el inspector Lestrade (Adeel Akhtar) no se d\u00e9 cuenta de los asuntos de Enola, habr\u00eda sido divertido verlo asumir un papel m\u00e1s activo, en lugar de entrometerse lo suficiente como para desequilibrarla porque la trama lo requer\u00eda. . M\u00e1s tarde, una escena c\u00f3mica con un Sherlock borracho plantea la pregunta: \u00bfes esta versi\u00f3n del Gran Detective una preadicci\u00f3n, o est\u00e1n limitando sus vicios con el licor?<\/p>\n

Pero la representaci\u00f3n m\u00e1s desigual del tono est\u00e1 en el villano de la pel\u00edcula, el Superintendente Grial (David Thewlis). Acechando a Enola en las esquinas con ominosos golpes de su bast\u00f3n, o burl\u00e1ndose de ella a plena vista cuando se cruzan en las escenas del crimen, el polic\u00eda corrupto es quiz\u00e1s tambi\u00e9n<\/em> inquietante de un antagonista. Se deleita brutalmente en su persecuci\u00f3n de Enola (y, en realidad, de todo el clan Holmes), lo que hace que las muchas escenas en las que la acorrala sean inc\u00f3modas de ver. Tal vez los cineastas se dieron cuenta de esto, porque los enfrentamientos con Grail a menudo apuntaban en la direcci\u00f3n opuesta hacia lo demasiado caricaturesco. Por otra parte, siempre hay necesidad de una pista falsa.<\/p>\n

La din\u00e1mica de Sherlock y Enola es perfecta, hasta el punto en que ni siquiera te pierdes el papel de aluminio Mycroft (Sam Claflin). Cortados por el mismo patr\u00f3n, estos brillantes solitarios encuentran peque\u00f1os momentos de conexi\u00f3n cuid\u00e1ndose unos a otros, pero tambi\u00e9n reconociendo las limitaciones de los dem\u00e1s, e incluso organizando algunos emparejamientos ligeros seg\u00fan sea necesario. (Tambi\u00e9n hay algunos gui\u00f1os inteligentes hacia la controversia con los herederos de Holmes sobre esta interpretaci\u00f3n de que Sherlock tiene sentimientos, con Enola comentando que \u00abme gusta esta versi\u00f3n de ti\u00bb). Con suerte, su relaci\u00f3n seguir\u00e1 siendo un pilar de futuras pel\u00edculas.<\/p>\n<\/p><\/div>\n


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