\n<\/aside>\n<\/p>\n
El espacio plantea algunos peligros masivos para los humanos, desde agujeros negros hasta la muerte por calor del universo. Pero a medida que la humanidad considera los viajes espaciales de larga distancia, existen otros peligros potenciales m\u00e1s peque\u00f1os que, seg\u00fan algunos investigadores, pueden merecer m\u00e1s atenci\u00f3n: los microbios de la Tierra.<\/p>\n
Los astronautas enfrentan numerosos problemas de salud conocidos en el espacio, incluida la p\u00e9rdida de densidad \u00f3sea, atrofia muscular y problemas psicol\u00f3gicos. Y en la Tierra, los investigadores est\u00e1n descubriendo cada vez m\u00e1s c\u00f3mo las diversas bacterias y otros microorganismos que viven dentro y fuera de las personas (el microbioma humano) afectan la salud f\u00edsica y mental.<\/p>\n
El espacio, por supuesto, es un entorno completamente diferente al de la Tierra, con altos niveles de radiaci\u00f3n y microgravedad. Aunque la ciencia est\u00e1 lejos de ser cierta, estas grandes diferencias pueden causar cambios inesperados en el microbioma de los astronautas. A su vez, esto podr\u00eda dar lugar a una serie de problemas de salud, que pueden ser m\u00e1s pronunciados en per\u00edodos de larga distancia en el espacio, como viajar a otro planeta.<\/p>\n
A\u00fan as\u00ed, las implicaciones de un microbioma alterado son poco conocidas, incluso en la Tierra, dijo David Pearce, investigador de biociencias en la Universidad de Northumbria y autor de un art\u00edculo de 2022 que explora c\u00f3mo un viaje a Marte podr\u00eda afectar a los microbios en el intestino, lo que hace que la gama de enfermedades relacionadas y enfermedades en el espacio dif\u00edciles de predecir. Y la investigaci\u00f3n directa es limitada porque solo unas 600 personas han estado alguna vez en el espacio. Los que han hecho el viaje no suelen quedarse mucho tiempo, ya que la duraci\u00f3n media de un viaje a la Estaci\u00f3n Espacial Internacional es de unos seis meses. Y algunos investigadores a\u00fan no est\u00e1n convencidos de que haya suficiente evidencia que sugiera que el microbioma humano cambiar\u00e1 mucho en el espacio.<\/p>\n
De todos modos, muchos investigadores, incluido Pearce, est\u00e1n tratando de averiguar si los astronautas entrar\u00e1n o no en un estado en el que su microbioma cambia de manera adversa, llamado disbiosis. \u201cDebido a que van a estar fuera por mucho tiempo, \u00bfla disbiosis se convertir\u00e1 en un problema importante\u201d, dijo, \u201co los llevar\u00e1 a tener impactos en la salud que perjudiquen su capacidad para funcionar?\u201d<\/p>\n\n Anuncio publicitario <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nLos investigadores intentan comprender los posibles efectos del espacio en el microbioma en dos lugares: entornos terrestres que son similares de alguna manera a los experimentados en el espacio o en el espacio mismo. En un ejemplo de lo primero, Norberto Gonz\u00e1lez-Juarbe, investigador principal del grupo de investigaci\u00f3n de microbiomas de astronautas del Grupo de Enfermedades Infecciosas y Medicina Gen\u00f3mica del Instituto J. Craig Venter, est\u00e1 analizando los microbiomas de los investigadores que trabajan en las estaciones Concordia y Neumayer en Ant\u00e1rtida. Dijo que estos lugares imitan, en parte, lo que experimentan los astronautas en el espacio, particularmente la oscuridad, el confinamiento y el contacto humano limitado.<\/p>\n
El equipo planea analizar muestras de los investigadores en estas estaciones para ver c\u00f3mo cambia la composici\u00f3n microbiana de sus tractos gastrointestinales y c\u00f3mo reacciona su sistema inmunol\u00f3gico a las condiciones similares a las de una estaci\u00f3n espacial. Seg\u00fan Gonz\u00e1lez-Juarbe, los primeros resultados muestran cambios en los microbios intestinales, y el equipo actualmente est\u00e1 analizando los datos inmunol\u00f3gicos. Espera publicar los resultados a finales de este a\u00f1o.<\/p>\n
En cuanto a los estudios realizados en el espacio, hay unos pocos. Un estudio de 2019, por ejemplo, compar\u00f3 los microbiomas del astronauta Scott Kelly y su hermano gemelo, Mark, despu\u00e9s de que el primero fuera a la ISS durante casi un a\u00f1o a partir de 2015. El estudio postul\u00f3 que el microbioma de Scott Kelly s\u00ed cambi\u00f3 en el espacio. Para \u00e9l, esto inclu\u00eda una reducci\u00f3n de las bacterias llamadas Bacteroidetes<\/em>cuya desregulaci\u00f3n se ha relacionado con problemas neurol\u00f3gicos, del sistema inmunitario y metab\u00f3licos, as\u00ed como con el aumento de Firmicutes<\/em>un tipo de bacteria que puede ayudar a descomponer ciertos almidones y fibras.<\/p>\nEn 2019, otro estudio del Instituto J. Craig Venter analiz\u00f3 a nueve astronautas que pasaron entre 6 y 12 meses en la ISS. Los astronautas recolectaron muestras de varios parches de su piel, nariz y lengua. Los astronautas tambi\u00e9n recolectaron heces, sangre y saliva, junto con muestras de varias superficies de la estaci\u00f3n y su dep\u00f3sito de agua.<\/p>\n
De vuelta en la Tierra, los autores del estudio extrajeron y secuenciaron el ADN de las muestras para ver c\u00f3mo cambiaban los microbiomas de los astronautas con el tiempo. El estudio encontr\u00f3 que varios microbios de la piel, incluidos tipos de gammaproteobacteria<\/em>, disminuy\u00f3 en n\u00famero, lo que, seg\u00fan la teor\u00eda de los autores, podr\u00eda contribuir al fen\u00f3meno com\u00fan de erupciones cut\u00e1neas e hipersensibilidad cut\u00e1nea entre los astronautas en el espacio. Los hallazgos tambi\u00e9n sugirieron que el microbioma gastrointestinal de los astronautas cambi\u00f3 y que dos tipos de bacterias:Akkermansia<\/em> y ruminococo<\/em>que parecen desempe\u00f1ar un papel importante en el mantenimiento de la integridad de la mucosidad en el tracto digestivo y en la descomposici\u00f3n de los carbohidratos, se redujo cinco veces.<\/p>\n<\/p><\/div>\n \nSource link-49<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Aurich Lawson | im\u00e1genes falsas El espacio plantea algunos peligros masivos para los humanos, desde agujeros negros hasta la muerte por calor del universo. Pero a medida que la humanidad…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":283032,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21980],"tags":[19072,44467,194,8,13839],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/283031"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=283031"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/283031\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":283033,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/283031\/revisions\/283033"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/283032"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=283031"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=283031"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=283031"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}