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\u00abEl mayor hallazgo que tuvimos fue que las trufas estaban respondiendo a estos veranos calurosos y secos\u00bb, dice Steidinger. \u00c9l y sus colegas descubrieron que una anomal\u00eda de temperatura de solo 3 grados cent\u00edgrados fue suficiente para detener por completo la producci\u00f3n de cuerpos fruct\u00edferos de trufa. A medida que se acortaban las temporadas de crecimiento de los \u00e1rboles, las trufas tambi\u00e9n tend\u00edan a achicarse. La relaci\u00f3n con los \u00e1rboles es crucial ya que los hongos de la trufa crecen directamente en las ra\u00edces de los \u00e1rboles y proporcionan a sus hu\u00e9spedes humedad y nutrientes adicionales, mientras que los \u00e1rboles comparten az\u00facar con las trufas.<\/p>\n
El clima de este a\u00f1o ha afectado las existencias de trufas en varios pa\u00edses. Fue particularmente c\u00e1lido y seco en el sur de Inglaterra durante el verano, por ejemplo, y el servicio meteorol\u00f3gico nacional del Reino Unido, Met Office, confirm\u00f3 en septiembre que fue el verano m\u00e1s caluroso registrado. Hasta la fecha, 2022 tambi\u00e9n ha sido el a\u00f1o m\u00e1s seco desde 1976.<\/p>\n
Dos cazadores de trufas en Inglaterra que hablaron con WIRED dicen que han visto los efectos de esto de primera mano. \u00abEsta temporada, las trufas han sido muy malas\u00bb, dice Melissa Waddingham, del sitio web Truffle & Mushroom Hunter. \u00abLa mayor\u00eda de ellos son peque\u00f1os, en malas condiciones, con mucha infestaci\u00f3n de insectos y, s\u00ed, no hay muchas trufas grandes\u00bb.<\/p>\n
Waddingham busca los hongos a lo largo de la costa sur de Inglaterra, desde Dorset hasta Essex, donde los suelos calc\u00e1reos proporcionan las condiciones alcalinas que favorecen las trufas. Por lo general, encuentra cuerpos fruct\u00edferos del tama\u00f1o de una pelota de golf, pero este a\u00f1o la mayor\u00eda han sido del tama\u00f1o de un guisante m\u00e1s o menos.<\/p>\n
Sasha Dorey, en Dorset, usa sus dos perros Lagotto Romagnolo para buscar trufas en el huerto de un amigo. Su experiencia concuerda con la de Waddingham: \u00abHe estado trabajando con trufas durante 15 a\u00f1os, pero realmente solo he notado una diferencia en la forma en que est\u00e1n creciendo este a\u00f1o\u00bb.<\/p>\n
El estudio de Steidinger tambi\u00e9n revel\u00f3 que incluso en el centro del rango de la trufa de Borgo\u00f1a, que se extiende desde el norte de \u00c1frica hasta el Reino Unido, algunas poblaciones de Europa continental estaban claramente amenazadas por el aumento de las temperaturas.<\/p>\n
\u201cLo que parecen ser especies resistentes \u00fanicas son en realidad mosaicos de poblaciones vulnerables\u201d, dice Steidinger. En particular, los principales pa\u00edses productores de trufas en los que piensan la mayor\u00eda de los aficionados culinarios (Espa\u00f1a, Francia e Italia) se encuentran en la parte central de la gama de trufas. Por lo tanto, incluso en los antiguos bastiones de la producci\u00f3n de trufas, el cambio clim\u00e1tico podr\u00eda pasar factura, y no solo en los bordes remotos donde se podr\u00eda esperar que los cambios de temperatura fueran m\u00e1s dr\u00e1sticos.<\/p>\n
El estudio de la trufa de Borgo\u00f1a ha llamado la atenci\u00f3n de los expertos. \u201cEs bastante sorprendente; no esper\u00e1bamos esto de esta especie\u201d, dice Paul Thomas, director de Mycorrhizal Systems, una empresa de cultivo de trufas.<\/p>\n
Elogia los m\u00e9todos de los investigadores y se\u00f1ala c\u00f3mo las elevadas temperaturas de este a\u00f1o en Europa ya est\u00e1n inflando los precios de la trufa: \u201cLa trufa de verano se ha estado cotizando a unos 1.000 euros el kilo. Es mucho m\u00e1s de lo que es en un a\u00f1o normal\u201d.<\/p>\n
Cada vez m\u00e1s, las trufas se cultivan en plantaciones, incluso en lugares menos propensos a los veranos secos: Thomas menciona sitios en Gales e Irlanda que han producido trufas este a\u00f1o, algunos por primera vez.<\/p>\n
Pero en las regiones m\u00e1s afectadas por el calor, las trufas cultivadas deben ser provistas artificialmente de nutrientes y un suministro de agua confiable para defenderse de los efectos de la sequ\u00eda. Hacer esto a largo plazo en el Mediterr\u00e1neo, por ejemplo, es posible, pero es poco probable que sea f\u00e1cil o barato en los pr\u00f3ximos a\u00f1os. \u201cLas reservas de agua en estas regiones est\u00e1n disminuyendo y la disponibilidad de agua para riego tambi\u00e9n est\u00e1 disminuyendo\u201d, dice Thomas.<\/p>\n<\/div>\n