{"id":301083,"date":"2022-11-17T18:37:19","date_gmt":"2022-11-17T18:37:19","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/american-horror-story-nyc-finale-muestra-el-verdadero-rostro-del-terror\/"},"modified":"2022-11-17T18:37:20","modified_gmt":"2022-11-17T18:37:20","slug":"american-horror-story-nyc-finale-muestra-el-verdadero-rostro-del-terror","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/american-horror-story-nyc-finale-muestra-el-verdadero-rostro-del-terror\/","title":{"rendered":"American Horror Story: NYC Finale muestra el verdadero rostro del terror"},"content":{"rendered":"


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Como tal, Historia de horror americana<\/strong><\/em> juega con franqueza, perd\u00f3n por el juego de palabras, y aparte de algunas diversiones en el lado m\u00e1s s\u00f3rdido de la vida gay en la ciudad de Nueva York, se centra en dos misterios centrales. Uno, el asesino en serie que acecha a la comunidad gay y roba partes del cuerpo. Dos, la misteriosa enfermedad que todo el mundo parece tener y nadie entiende. Por supuesto, en retrospectiva sabemos qu\u00e9 es esa enfermedad, lo que hace que ver lo que sucede en \u00abRequiem 1981\/1987\u00bb sea a\u00fan m\u00e1s deprimente y horrible. No hay intercesi\u00f3n ajena ni final feliz, solo un mont\u00f3n de muertos desperdici\u00e1ndose en camas de hospital, abandonados por m\u00e9dicos y enfermeras demasiado temerosos de contraer la enfermedad para hacer su trabajo correctamente.<\/p>\n

Se necesitar\u00edan a\u00f1os de lucha, liderados por personas reales como el ficticio Gino Barelli (Joe Mantello), para lograr alg\u00fan avance en la percepci\u00f3n p\u00fablica de la enfermedad, y es la actuaci\u00f3n de Joe Mantello lo que hace que Nueva York<\/strong><\/em> trabajar. Mientras que Sam, interpretado por Zachary Quinto, contin\u00faa con la mayor parte de los momentos \u00abmalos\u00bb del programa, y \u200b\u200bno hay duda de que Sam es un s\u00e1dico y una persona terrible, Gino sigue luchando por el bien a lo largo de su vida, rechazando a Sam, su compa\u00f1ero Patrick ( Russell Tovey), la polic\u00eda de Nueva York, Henry (Denis O’Hare), la mafia, la cultura gay en s\u00ed misma y pr\u00e1cticamente cualquier persona que se interponga en su camino. <\/p>\n

La lucha no tiene fin en Gino, y su lucha, en particular a ra\u00edz de la enfermedad de Patrick, lleva la temporada con una determinaci\u00f3n inquebrantable. Gino se toma en serio todo lo que sucede; como resultado, la audiencia tambi\u00e9n se lo toma en serio, incluso cuando j\u00f3venes sin camisa con cuernos aparecen junto al Shachath para llevarse a la gente y Big Daddy (el asesino en serie con m\u00e1scara de cuero interpretado por Matthew William Bishop) acecha en las calles.<\/p>\n

No importa cu\u00e1nto luch\u00f3 Gino, no importa cu\u00e1nto recurri\u00f3 Sam a las drogas y las fiestas, no importa cu\u00e1ntos criminales arrest\u00f3 Patrick, nunca habr\u00eda un final feliz. Los \u00fanicos momentos de paz que los personajes terminan encontrando son cuando aceptan que est\u00e1n rotos, cuando recurren a su Big Daddy personal y lo abrazan. Eso es particularmente impulsado en la \u00abPrimera parte\u00bb, con Henry obteniendo algunas l\u00edneas geniales en el gui\u00f3n de Our Lady J, con la direcci\u00f3n de J impulsando esa narrativa de manera aguda mientras Sam y Patrick atraviesan sus respectivos traumas en un intento de encontrar un cierre antes de morir. Ambos hombres parecen encontrar algo de paz, especialmente Patrick, mientras reviven los traumas que los convirtieron en el hedonista y el enga\u00f1oso oficial de polic\u00eda, respectivamente.<\/p>\n

La \u00abParte dos\u00bb realmente profundiza en los horrores desatados en la comunidad gay a principios y mediados de los 80, con Jennifer Lynch centr\u00e1ndose en la muerte y la desesperaci\u00f3n que rodea a Gino mientras lucha valientemente contra la enfermedad que lo devora lentamente como la personificaci\u00f3n f\u00edsica de su dolor por la muerte de Patrick y todos los dem\u00e1s en su comunidad. El montaje de Kraftwerk de Gino enfrentando toda esa muerte, de filas de hombres con traje caminando y cayendo en una tumba abierta es algo de una belleza aterradora, y al menos, AHS: Nueva York<\/strong><\/em> muestra que todav\u00eda queda cierta capacidad para sorprender y asustar en Murphyverse. Es uno de los montajes m\u00e1s fuertes que el programa haya realizado, con Big Daddy, la manifestaci\u00f3n f\u00edsica no de la culpa, sino del SIDA en s\u00ed mismo, abriendo una franja a trav\u00e9s de la comunidad con disparos, cuellos rotos y cuchillos.<\/p>\n

No hay manera de ganar esta pelea. Ya es demasiado tarde para Gino y para casi todos los que conoce. Pero no est\u00e1 en la naturaleza de Gino renunciar, y Mantello vende perfectamente esa determinaci\u00f3n de acero cuando Gino usa el p\u00falpito de intimidaci\u00f3n para hacer correr la voz a la comunidad mientras hace todo lo posible para continuar. No puede huir de su destino, pero puede luchar como el infierno hasta el amargo final y caer balance\u00e1ndose, nunca dispuesto a rendirse ni siquiera hasta el final. La gente puede tratar de ignorar lo que est\u00e1 sucediendo, pero Gino se niega a permitir que los poderes f\u00e1cticos barran a su comunidad y el fracaso del establecimiento m\u00e9dico bajo la alfombra.<\/p>\n<\/p><\/div>\n


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