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Desde St. Gallen de regreso a Egipto: esa es la ruta que debe tomar Schepenese, momia y principal atracci\u00f3n de la Biblioteca de la Abad\u00eda de St. Gallen. Al menos seg\u00fan Milo Rau. <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n
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La momia de Schepenese cubierta, fotografiada el jueves 17 de noviembre de 2022 en la Biblioteca de la Abad\u00eda de St. Gallen. <\/h2>\n Gian Ehrenzeller \/ Keystone<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
El sol brilla en St. Gallen y el rostro del hombre de teatro Milo Rau est\u00e1 radiante. Un poco quiz\u00e1s porque recibi\u00f3 el premio de cultura de la ciudad. Pero principalmente por lo que pretende hacer con \u00e9l. Los 30.000 francos del premio en met\u00e1lico est\u00e1n destinados a ayudar a Rau a escribir el \u00faltimo cap\u00edtulo de una historia milenaria.<\/p>\n
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Es la historia de una mujer egipcia que naci\u00f3 a orillas del Nilo en alg\u00fan momento entre el 650 y el 610 a. Su padre, el sacerdote de Am\u00f3n Pestjenef, nombr\u00f3 a su hijo en honor a su abuela Schepenese, un regalo de Isis. La ni\u00f1a crece en la ciudad que Homero llama \u00abTebas de las Cien Puertas\u00bb en su \u00abIl\u00edada\u00bb.<\/p>\n
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Primer acto: muerte<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Schepenese muere a la edad de poco m\u00e1s de treinta a\u00f1os. Su familia la tiene momificada: los intestinos se extraen a trav\u00e9s de una peque\u00f1a incisi\u00f3n en la ingle y el cerebro se extrae por la nariz con un gancho. Se hace un sarc\u00f3fago y lo m\u00e1s probable es que Shepenese descanse en la Capilla de Hathor en el lado sur del Templo de Hatshepsut, en la actual Luxor.<\/p>\n
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Aqu\u00ed es donde podr\u00eda terminar la historia de Schepenese. Si ten\u00eda que hacerlo, encontrar a Milo Rau y sus aliados. Esto incluye \u00abcelebridades de la ciencia, la cultura y la pol\u00edtica como Adolf Muschg, Sibylle Berg, B\u00e9n\u00e9dicte Savoy, Gesine Kr\u00fcger, Peter Stamm, Jean Ziegler y Kim de l’Horizon\u00bb, como escribe Rau en un comunicado de prensa. Rau los convoc\u00f3 a todos porque quiere influir en el futuro de Schepenese. De hecho, la vida de Schepenese fue solo el primero de los tres actos de su historia.<\/p>\n
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Se intent\u00f3 reconstruir el rostro de Schepenese mediante una tomograf\u00eda computarizada. Este es el aspecto que podr\u00eda haber tenido la mujer egipcia que muri\u00f3 hace unos 2600 a\u00f1os.<\/h2>\n imagen<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
Acto de tiempo: \u00bfrobo?<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Schepenese yac\u00eda en su tumba, embalsamada y olvidada, durante unos 2400 a\u00f1os. Entonces se perturba su descanso final. Cu\u00e1ndo y c\u00f3mo no se pudo aclarar finalmente a pesar de los grandes esfuerzos. \u00bfFueron ladrones de tumbas? \u00bfcient\u00edfico?<\/p>\n
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Lo cierto es que el desembarco de Napole\u00f3n en Egipto en 1798 tambi\u00e9n despert\u00f3 el inter\u00e9s por la avanzada civilizaci\u00f3n de este pa\u00eds. Cient\u00edficos franceses, ingleses y m\u00e1s tarde tambi\u00e9n alemanes abren tumbas, se maravillan con los tesoros y m\u00e1s a\u00fan con los sarc\u00f3fagos. Finalmente descifran los jerogl\u00edficos y llevan numerosos artefactos a Europa. Incluso los ladrones de tumbas se dan cuenta de que se puede ganar mucho dinero con las reliquias. Saquean los lugares de descanso final y venden las momias con sus sarc\u00f3fagos y ajuares funerarios a trav\u00e9s del mar a Europa, donde la fiebre egipcia se ha desatado durante mucho tiempo. <\/p>\n
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En 1820, Schepenese, incrustada en sus dos sarc\u00f3fagos, tambi\u00e9n sigui\u00f3 este camino y lleg\u00f3 a St. Gallen. El entonces Landammann Karl von M\u00fcller-Friedberg se lo compr\u00f3 al empresario alem\u00e1n Philipp Roux o incluso se lo regal\u00f3. Schepenese fue el primero de su tipo en Suiza y fue prestado a la Biblioteca de la Abad\u00eda de St. Gallen, donde sigue siendo la atracci\u00f3n m\u00e1s importante hasta el d\u00eda de hoy.<\/p>\n
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Tercer Acto: \u00bfRegreso?<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Porque no puedes cambiar la historia, pero mejorarla, como dijo Monica Hanna en St. Gallen, ahora est\u00e1s parado en Gallusplatz el jueves por la tarde. Hanna es egipt\u00f3loga y profesora de patrimonio cultural en la Universidad de Asu\u00e1n. Y ella quiere traer a Schepenese a casa. Al hacerlo, ella y Rau Schepenese est\u00e1n dando lugar a una discusi\u00f3n que ha durado mucho tiempo. Sobre c\u00f3mo hacer frente a los bienes culturales extranjeros. Y si los restos humanos deben estar en exhibici\u00f3n. <\/p>\n
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Cuando se leen partes de la Declaraci\u00f3n de St. Gallen que son especialmente importantes para el director Milo Rau (chaqueta amarilla), asiente con seriedad. <\/h2>\n Gian Ehrenzeller \/ Keystone<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
Como Rau es alguien que hace teatro, su demanda se escenifica teatralmente. Ha instalado un carro de madera con una barcaza sobre la que descansa una imitaci\u00f3n completamente cubierta de la momia de Shepenese. Ha anunciado un ritual para la tarde que preparar\u00e1 el escenario para su \u00abSt. Declaraci\u00f3n de Gallen\u00bb. En esto, exige que todos los involucrados, incluida la Biblioteca de la Abad\u00eda, trabajen juntos para encontrar una manera de devolver la momia de St. Gallen a su lugar de origen egipcio para fines de 2023.<\/p>\n
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Porque: \u201cNo existe ninguna raz\u00f3n cient\u00edfica por la que una momia deba mostrarse en una biblioteca medieval. Schepenese es realmente solo una curiosidad, algo aterrador\u00bb, dice el escritor Peter Stamm, quien apoya la explicaci\u00f3n. <\/p>\n
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Adem\u00e1s de repensar Schepenese, la declaraci\u00f3n de St. Gallen tambi\u00e9n pide a la ciudad que introduzca un \u00abfranco de dignidad\u00bb: un franco que se destina a un fondo de Schepenese por cada entrada vendida a la biblioteca de la abad\u00eda, con la que \u00ablos debates y los intercambios culturales\u00bb debe ser promovido.<\/p>\n
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