\n<\/aside>\n<\/p>\n
Gracias a los esfuerzos de Parabon NanoLabs y el Laboratorio de Identificaci\u00f3n de ADN de las Fuerzas Armadas, ahora sabemos c\u00f3mo era probablemente el llamado \u00abvampiro de Connecticut\u00bb. Usando an\u00e1lisis de ADN y un escaneo 3D del cr\u00e1neo, los dos laboratorios colaboraron para reconstruir digitalmente el rostro del hombre del siglo XIX cuyos restos fueron descubiertos hace m\u00e1s de 30 a\u00f1os. La imagen fue revelada a principios de este mes en la conferencia Simposio Internacional sobre Identificaci\u00f3n Humana en Washington, DC. El trabajo tambi\u00e9n se basa en an\u00e1lisis de ADN anteriores para fortalecer la evidencia de que el hombre en cuesti\u00f3n era un ex residente llamado John Barber. <\/p>\n
Como informamos anteriormente, los ni\u00f1os que jugaban cerca de un pozo de grava en Griswold, Connecticut, en 1990 tropezaron con un par de cr\u00e1neos que se hab\u00edan desprendido de sus tumbas en un cementerio sin identificaci\u00f3n del siglo XIX. La excavaci\u00f3n posterior revel\u00f3 27 tumbas, incluida la de un hombre de mediana edad identificado solo por las iniciales \u00abJB55\u00bb, escritas con tachuelas de lat\u00f3n en su ata\u00fad. A diferencia de los otros entierros, su cr\u00e1neo y f\u00e9mures estaban cuidadosamente dispuestos en forma de calavera y tibias cruzadas, lo que llev\u00f3 a los arque\u00f3logos a concluir que el hombre hab\u00eda sido un presunto \u00abvampiro\u00bb por parte de su comunidad.<\/p>\n
El an\u00e1lisis de los huesos de JB55 en la d\u00e9cada de 1990 indic\u00f3 que el hombre hab\u00eda sido un trabajador de mediana edad, alrededor de 55 a\u00f1os cuando muri\u00f3. Los restos tambi\u00e9n mostraban signos de lesiones en las costillas, por lo que JB55 padec\u00eda una afecci\u00f3n pulmonar cr\u00f3nica, muy probablemente tuberculosis, conocida en ese momento como tisis. Con frecuencia era letal en el siglo XIX debido a la falta de antibi\u00f3ticos, y los s\u00edntomas inclu\u00edan tos con sangre, ictericia (piel p\u00e1lida y amarillenta), ojos rojos e hinchados y una apariencia general de \u00abconsunci\u00f3n\u00bb. Y la enfermedad a menudo se contagiaba a los miembros de la familia. Esa podr\u00eda ser la raz\u00f3n por la que el folklore local sospechaba que algunas v\u00edctimas eran vampiros, levant\u00e1ndose de la tumba para enfermar a la comunidad que dejaron atr\u00e1s.<\/p>\n\n Anuncio publicitario <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nDurante el llamado p\u00e1nico vamp\u00edrico de Nueva Inglaterra en el siglo XIX, era com\u00fan que las familias desenterraran los cuerpos de los que mor\u00edan de tuberculosis para buscar signos de vampirismo, una pr\u00e1ctica conocida como \u00abexhumaci\u00f3n terap\u00e9utica\u00bb. Si hab\u00eda sangre l\u00edquida en los \u00f3rganos (especialmente el coraz\u00f3n), un abdomen hinchado o si el cad\u00e1ver parec\u00eda relativamente fresco, esto se consideraba evidencia de vampirismo. En tales casos, los \u00f3rganos ser\u00edan extra\u00eddos y quemados, la cabeza a veces decapitada y el cuerpo vuelto a enterrar. Dada la condici\u00f3n pulmonar de JB55 y el hecho de que hab\u00eda signos de decapitaci\u00f3n, era probable que se sospechara que era un vampiro.<\/p>\n\nAgrandar
\/<\/span> Fotograf\u00eda de JB55 que muestra huesos dispuestos en forma de calavera y tibias cruzadas.<\/div>\nJ. Daniels-Higginbotham\/Genes<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
Investigadores del Museo Nacional de Salud y Medicina (NMHM) tomaron una muestra de uno de los f\u00e9mures de JB55 a principios de la d\u00e9cada de 1990. Se analiz\u00f3 el ADN, pero no fue posible obtener suficiente informaci\u00f3n para hacer una identificaci\u00f3n confiable. Los cient\u00edficos finalmente encontraron una identificaci\u00f3n probable para JB55 en 2019, utilizando perfiles de ADN cromos\u00f3mico Y y haciendo referencias cruzadas de los marcadores gen\u00e9ticos con una base de datos geneal\u00f3gica en l\u00ednea.<\/p>\n<\/p><\/div>\n
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