\n<\/aside>\n<\/p>\n
La llegada de los detectores de ondas gravitacionales (ahora hay cuatro) ha registrado un flujo constante de fusiones de agujeros negros. Por lo que podemos decir, casi todos se han comportado exactamente como esperar\u00edamos para el tipo de eventos que hab\u00edamos predicho que los producir\u00edan: un par de agujeros negros en \u00f3rbita que gradualmente giran hacia adentro hasta que se encuentran en su centro de gravedad mutuo. .<\/p>\n
Pero hubo un evento que aparentemente no coincidi\u00f3 con el tipo de se\u00f1ales que esperar\u00edamos. Y los investigadores ahora sugieren que fue el producto de algo que deber\u00eda ser incre\u00edblemente raro: dos agujeros negros que se encuentran en la inmensidad del espacio. Despu\u00e9s de un solo paso cercano, los dos cuerpos se curvaron e inmediatamente chocaron.<\/p>\n
Plantillas y chirridos<\/h2>\n Las colisiones de agujeros negros requieren que los dos agujeros negros est\u00e9n lo suficientemente cerca uno del otro para interactuar gravitacionalmente. Dado que el espacio es tan vasto, esto normalmente significar\u00eda que son el producto de dos estrellas masivas que se formaron como un sistema binario. Despu\u00e9s de que las estrellas murieran y dejaran agujeros negros, los dos cuerpos se acercar\u00edan lentamente en espiral, irradiando energ\u00eda en forma de ondas gravitacionales mientras lo hacen.<\/p>\n
Esto conduce a una inspiraci\u00f3n y una fusi\u00f3n relativamente sencillas, cuyos detalles han aparecido en innumerables animaciones a ra\u00edz de la primera detecci\u00f3n de LIGO de una colisi\u00f3n de agujeros negros.<\/p>\n
Las colisiones de este tipo est\u00e1n tan bien resueltas que tenemos un gran conjunto de simulaciones que modelan una colisi\u00f3n como esta con diferentes conjuntos de detalles: diferentes masas de agujeros negros, diferentes espines, etc. Estas simulaciones proporcionan \u00abplantillas\u00bb de los momentos finales antes de las colisiones, cuando la producci\u00f3n de ondas gravitacionales se vuelve m\u00e1s r\u00e1pida e intensa, con el \u00abchirrido\u00bb final de las ondas elev\u00e1ndose por encima del ruido de fondo en la Tierra. Estas plantillas nos permiten identificar r\u00e1pidamente los detalles de una colisi\u00f3n, en funci\u00f3n de qu\u00e9 tan cerca coincidan las se\u00f1ales de la colisi\u00f3n con una de estas plantillas.<\/p>\n
Pero una fusi\u00f3n llamada GW190521 realmente no se ajustaba especialmente bien a las plantillas y solo encajaba mejor si los agujeros negros involucrados no giraban en absoluto. El chirrido fue inusualmente corto y no hay se\u00f1ales de una se\u00f1al antes de la fusi\u00f3n real. Finalmente, los dos objetos involucrados en la fusi\u00f3n eran relativamente masivos: alrededor de 50 y 80 veces la masa del Sol. Los agujeros negros de este tama\u00f1o no se forman en las supernovas (que normalmente comienzan con menos de 15 masas solares), por lo que es probable que sean productos de colisiones anteriores. Lo que hace que comenzar como parte de un sistema binario sea una propuesta cuestionable.<\/p>\n\n Anuncio publicitario <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nEntonces, un equipo de investigadores europeos decidi\u00f3 modelar un evento que deber\u00eda ser relativamente poco com\u00fan: los dos agujeros negros no comenzaron en una \u00f3rbita mutua, pero pasaron lo suficientemente cerca como para engancharse gravitacionalmente entre s\u00ed.<\/p>\n
\u00bfBailamos?<\/h2>\n El t\u00e9rmino t\u00e9cnico para lo que proponen los autores es \u00abcaptura din\u00e1mica\u00bb, lo que explica la naturaleza aparentemente repentina, similar a una r\u00e1faga, de la se\u00f1al GW190521. En lugar del enfoque gradual en el que las ondas gravitacionales aumentan de intensidad que caracteriza a los sistemas binarios, los dos cuerpos que desencadenaron este evento podr\u00edan experimentar un n\u00famero limitado de oscilaciones de alta velocidad entre s\u00ed antes de una colisi\u00f3n.<\/p>\n
Los investigadores modelaron una variedad de enfoques potenciales, algunos de los cuales conducir\u00edan a un enfoque gradual similar al que se observa en los sistemas binarios y otros que podr\u00edan alejar ambos agujeros negros en trayectorias alteradas. Pero entre los dos extremos hay un conjunto de resultados en los que podr\u00eda tener una peque\u00f1a cantidad de pases cercanos antes de la colisi\u00f3n, o los dos agujeros negros podr\u00edan sumergirse directamente uno en el otro.<\/p>\n
Los modelos que produjeron un chirrido que mejor coincid\u00eda con la se\u00f1al GW190521 vieron un solo paso que acerc\u00f3 los agujeros negros, seguido de una sola curva r\u00e1pida hacia la colisi\u00f3n. Pero el primer paso fue lo suficientemente distante como para que la se\u00f1al fuera demasiado baja para sobresalir por encima del ruido de fondo en los detectores. Si bien es posible producir resultados similares a este usando un perfil de colisi\u00f3n m\u00e1s t\u00edpico con una inspiraci\u00f3n gradual, varias pruebas estad\u00edsticas sugieren que la captura din\u00e1mica es m\u00e1s probable.<\/p>\n
Eso probablemente se base en las propiedades del chirrido de ondas gravitacionales, al menos. La probabilidad de que dos agujeros negros se acerquen lo suficiente como para desencadenar el proceso es un asunto completamente diferente. Pero estos dos agujeros negros son lo suficientemente masivos como para haber sido construidos por fusiones anteriores, lo que sugiere que esta colisi\u00f3n tuvo lugar en un c\u00famulo denso donde muchas estrellas masivas est\u00e1n muriendo. Entonces, el ambiente puede ser m\u00e1s favorable para un encuentro casual de lo que podr\u00edamos esperar.<\/p>\n
Naturaleza Astronom\u00eda<\/em>2022. DOI: 10.1038\/s41550-022-01813-w (Acerca de los DOI).<\/p>\n<\/p><\/div>\n \nSource link-49<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Agrandar \/ Simulaci\u00f3n de dos agujeros negros al borde de una colisi\u00f3n. La llegada de los detectores de ondas gravitacionales (ahora hay cuatro) ha registrado un flujo constante de fusiones…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":305003,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21980],"tags":[28509,8138,1241,12311,1830,451,21582,495,7048,1881],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/305002"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=305002"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/305002\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":305004,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/305002\/revisions\/305004"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/305003"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=305002"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=305002"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=305002"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}