\u00a1Todos saluden al Brenacimiento! Entre pel\u00edculas como La momia<\/em> y George de la jungla<\/em>, Brendan Fraser fue un talento b\u00e1sico de los a\u00f1os 90 y 2000, hasta que dej\u00f3 de serlo. Si bien el actor nunca abandon\u00f3 Hollywood por completo, solo volvi\u00f3 a ser el centro de atenci\u00f3n durante el \u00faltimo a\u00f1o. Y durante este tiempo, muchos lo han colmado de elogios por su interpretaci\u00f3n poderosa en Darren Aronofsky’s <\/u>La ballena<\/em><\/u>. El mayor ejemplo de eso ocurri\u00f3 durante el prestigioso Festival de Cine de Venecia, donde Fraser recibi\u00f3 una ovaci\u00f3n de pie de 6 minutos<\/u> que lo dej\u00f3 con l\u00e1grimas en los ojos. Ahora, la estrella se est\u00e1 abriendo sobre c\u00f3mo se sinti\u00f3 ese momento.<\/p>\n De muchas maneras, La ballena<\/em> es un escaparate perfecto para Brendan Fraser. La estrella est\u00e1 irreconocible en el papel de un maestro de ingl\u00e9s de 600 libras y recluso que busca reconectarse con su hija adolescente, interpretada por Cosas extra\u00f1as<\/em>Sadie Sink. Cuando se le pidi\u00f3 a Fraser que reflexionara sobre su emotiva ovaci\u00f3n de pie en Venecia, dijo esto: <\/p>\n