{"id":306619,"date":"2022-11-20T13:16:17","date_gmt":"2022-11-20T13:16:17","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-decada-de-1990-muestra-que-la-palabra-era-anarquica-y-antisistema-donde-esta-el-equivalente-de-hoy\/"},"modified":"2022-11-20T13:16:19","modified_gmt":"2022-11-20T13:16:19","slug":"la-decada-de-1990-muestra-que-la-palabra-era-anarquica-y-antisistema-donde-esta-el-equivalente-de-hoy","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-decada-de-1990-muestra-que-la-palabra-era-anarquica-y-antisistema-donde-esta-el-equivalente-de-hoy\/","title":{"rendered":"La d\u00e9cada de 1990 muestra que la palabra era an\u00e1rquica y antisistema. \u00bfD\u00f3nde est\u00e1 el equivalente de hoy?"},"content":{"rendered":"


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Tiempo La palabra<\/em><\/strong> era lascivo, fanfarr\u00f3n y casi legal en algunos lugares, su vulgaridad que acapar\u00f3 los titulares fue en parte una reacci\u00f3n y una rebeli\u00f3n contra los valores conservadores abotonados y agitadores que hab\u00edan reinado en el Reino Unido durante m\u00e1s de una d\u00e9cada. La palabra<\/em><\/strong> no era solo un grosero captador de calificaciones, sino un desenfrenado dedo medio en la cara del establecimiento (en ninguna parte se encapsul\u00f3 mejor esto que cuando Rage Against the Machine interpret\u00f3 su ic\u00f3nico himno ‘Killing in the Name’ en 1993, en vivo y sin censura ). Empujar los l\u00edmites de lo posible y lo permisible, entonces, fueron La palabra<\/em><\/strong>Declaraci\u00f3n de misi\u00f3n pol\u00edtica y raz\u00f3n de ser de . Como se inform\u00f3 en The Guardian, Liz Forgan, adjunta de Michael Grade en Channel 4, le dijo a Parsons y al equipo que \u00absi ella fuera a una cena y La palabra<\/em><\/strong> no estaba siendo atacado por las clases parlanchinas, no estaba haciendo su trabajo.’ Y qu\u00e9 trabajo hizo. <\/p>\n

Controversia de cortejo<\/strong><\/h2>\n

Ser\u00eda imposible detallar todos La palabra<\/em><\/strong>Hay muchos momentos de cruce de l\u00edneas, pero una selecci\u00f3n deber\u00eda proporcionar suficiente sabor para imaginar o recordar el efecto completo: un hombre vestido como Pap\u00e1 Noel una vez fue jalado por los test\u00edculos a trav\u00e9s del estudio; Kurt Cobain de Nirvana proclam\u00f3 en voz alta que su pareja, Courtney Love, era \u00abla mejor cogida del mundo\u00bb; Seg\u00fan los informes, el asesino encarcelado Dennis Nilsen intent\u00f3 que las canciones que hab\u00eda escrito en la c\u00e1rcel se reprodujeran en el programa (esto nunca lleg\u00f3 al aire, pero habla de La palabra<\/em><\/strong>la anarqu\u00eda y el atractivo de las masas); y la seguridad tuvo que reforzarse despu\u00e9s de que una llamada an\u00f3nima recibida durante una grabaci\u00f3n afirmara que un miembro de la audiencia armado, drogado y descontento estaba listo para dispararle a Terry Christian. <\/p>\n

Sin embargo, el segmento que la gente recuerda m\u00e1s v\u00edvidamente, probablemente porque el horror qued\u00f3 grabado a fuego en sus cerebros de forma indeleble, fue ‘The Hopefuls’, en el que los miembros comunes del p\u00fablico luchaban por sus quince minutos de fama, y \u200b\u200bnunca la palabra ‘ordinario’ rog\u00f3 estar encerrado entre comillas m\u00e1s que en este momento, al hacer cosas tan visceralmente desagradables como beber pintas de enfermo, comer bloques de manteca de cerdo, besarse con un jubilado, buscar un silbato de fiesta dentro de tripas de animales, comer s\u00e1ndwiches llenos de cosas como vello p\u00fabico, verrugas y u\u00f1as de los pies, y sumergir un dedo en la sudorosa cavidad del ombligo de un hombre con obesidad m\u00f3rbida y lamer con avidez el residuo. Esta \u00faltima proeza de cazar la fama sin l\u00edmites fue presenciada por uno de los invitados especiales de la velada, el actor Rob Morrow, que parec\u00eda visiblemente perturbado y disgustado.<\/p>\n

Y, sin embargo, mientras La palabra<\/em>‘<\/strong>La versi\u00f3n sat\u00edrica del juego de la fama era cruel y explotadora, tambi\u00e9n era pura. Hoy en d\u00eda, la gente es inteligente hasta el punto del cinismo y espera una fama sostenida incluso de las apariciones m\u00e1s insignificantes en los reality shows. Entonces, para ‘The Hopefuls’, una aparici\u00f3n en la televisi\u00f3n era un fin en s\u00ed mismo. Era m\u00e1s inocente, si eso se puede decir correctamente de las personas que se frotan la cara con heces y entra\u00f1as. El p\u00fablico tambi\u00e9n se ha acostumbrado a esa variedad de conmociones. Lo que se sent\u00eda nervioso en la d\u00e9cada de 1990 ahora est\u00e1 pasado de moda. Hay nuevas l\u00edneas en la arena, y se ignoran las palabrotas, la desnudez y lo grotesco. <\/p>\n

En una entrevista reciente con The Guardian, la ex presentadora Katie Puckrik resumi\u00f3 el legado del programa: \u201cEsta era la era anterior a Internet, antes de que se cerraran todos los portales de oportunidades. La palabra<\/em><\/strong> TV de realidad predicha, acrobacias al estilo Jackass, bromas de TikTok. Era un crisol de la cultura del siglo XXI\u201d. <\/p>\n

bien puede ser que La palabra<\/em><\/strong>El esp\u00edritu an\u00e1rquico de no ha muerto, sino que se ha transferido de la red de televisi\u00f3n al Lejano Oeste de Internet, en gran parte no regulado, donde cualquiera puede hacer cualquier cosa y cualquiera puede verlo, cuando y donde quiera. <\/p>\n<\/p><\/div>\n


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