LEEMAGE V\u00cdA AFP<\/span> <\/figcaption><\/figure>\nDentro Pol\u00edtica y crimen <\/em>(Gallimard, 1967), <\/em>Hans Magnus Enzensberger dijo a uno de sus personajes :<\/em> \u201cHay a\u00f1os buenos y malos para nacer<\/em> (\u2026) en cuanto a los vinos en Francia. \u00bb <\/em>No hay buenos a\u00f1os para morir. Enzensberger muri\u00f3 el jueves 24 de noviembre en Munich, a la edad de 93 a\u00f1os. Ciertamente su a\u00f1o de nacimiento, 1929, aunque dram\u00e1tico desde el punto de vista econ\u00f3mico y pol\u00edtico, fue sin duda una excelente cosecha literaria: en Alemania, fue el nacimiento de Christa Wolf, Heiner M\u00fcller y J\u00fcrgen Habermas, fuera de Alemania, que de Milan Kundera, Kateb Yacine y Jacques R\u00e9da.<\/p>\nLos tiempos de crisis siempre son fruct\u00edferos para la cultura. Es una ley que \u00e9l podr\u00eda haber enunciado, ya que a este autor alem\u00e1n le encantaba la paradoja y la mezcla de g\u00e9neros. Escribi\u00f3 poemas, obras de teatro, libretos de \u00f3pera, biograf\u00edas, ensayos, considerando a Diderot como su maestro en este \u00e1mbito. Franc\u00f3filo, traductor de Moli\u00e8re y Saint-Exup\u00e9ry pero tambi\u00e9n traductor de ingl\u00e9s (W. H. Auden), espa\u00f1ol (C\u00e9sar Vallejo, Neruda) y sueco (Lars Gustafsson), tambi\u00e9n fue editor, y a \u00e9l debemos el descubrimiento de Sebald. Enzensberger era un experto en todos los oficios con una brillante inteligencia mezclada con mucha iron\u00eda.<\/p>\nLea tambi\u00e9n esta reuni\u00f3n de 2018:<\/span> Art\u00edculo reservado para nuestros suscriptores<\/span><\/span> Hans Magnus Enzensberger, el refractario radical <\/span> <\/section>\nN\u00e9 le 11 novembre 1929 \u00e0 Kaufbeuren, en Bavi\u00e8re, Enzensberger a grandi \u00e0 Nuremberg dans une famille bourgeoise que ses valeurs morales tenaient \u00e0 distance du nazisme, m\u00eame s’il appartient \u00e0 cette g\u00e9n\u00e9ration dont l’enfance et l’adolescence ont \u00e9t\u00e9 marqu\u00e9es par la guerra. Alistado por la fuerza durante el invierno de 1944-1945 en la Volkssturm, una milicia popular levantada al final de la guerra para apoyar a la Wehrmacht, ten\u00eda entonces solo 16 a\u00f1os. demasiado joven para sentirse culpable<\/em> \u00bb<\/em> \u2013 desert\u00f3 seis meses despu\u00e9s. Mantendr\u00e1 toda su vida una aversi\u00f3n por el autoritarismo. Y si se convierte en un escritor comprometido, no se unir\u00e1 a ning\u00fan partido, lo cual simplemente explica diciendo \u00ab<\/em> feliz de decir que no<\/em> \u00bb<\/em> (Discurso pronunciado en la entrega del Premio Heinrich-B\u00f6ll en 1985, reproducido en la mediocridad y la locura, <\/em>Gallimard, 1991).<\/p>\nIra<\/h2>\n
Despu\u00e9s de la guerra, logra sobrevivir siendo int\u00e9rprete y cantinero de la Royal Air Force, mientras hace el mercado negro. Despu\u00e9s de la secundaria, en 1949 comenz\u00f3 a estudiar literatura y filosof\u00eda en varias universidades alemanas y en la Sorbona. Defendi\u00f3 una tesis sobre la po\u00e9tica del rom\u00e1ntico Clemens Brentano, luego se convirti\u00f3 en editor de la radio de Stuttgart. Con motivo de la publicaci\u00f3n de sus primeros poemas, defensa de los lobos <\/em>(Galimard) <\/em>en 1957,<\/em> el escritor Alfred Andersch lo presenta como \u00abhombre joven enojado\u00bb <\/em>para quien la poes\u00eda tiene una funci\u00f3n subversiva: \u201cCuando comenc\u00e9 a escribir, la pregunta no era tanto si, seg\u00fan la f\u00f3rmula de Adorno, todav\u00eda se pod\u00eda escribir un poema despu\u00e9s de Auschwitz, sino m\u00e1s directamente c\u00f3mo se respiraba en un pa\u00eds como Alemania.<\/em> Habiendo optado la mayor\u00eda de los alemanes por reprimir el pasado, los escritores tuvieron que realizar el trabajo de recolectores de basura.<\/em> \u00bb <\/em>(El mundo, <\/em>24 de abril de 1987).<\/p>\nForm\u00f3 parte del Grupo 47, el grupo de escritores que fund\u00f3 la literatura de posguerra en Alemania y al que pertenec\u00eda, entre otros, G\u00fcnter Grass, y en 1963 recibi\u00f3 el premio Georg-B\u00fcchner, uno de los m\u00e1s prestigiosos de Alemania. Solo tiene 34 a\u00f1os. Sin renunciar a ninguna de sus convicciones de entonces, Enzensberger transformar\u00eda poco a poco su ira en una intransigencia anal\u00edtica que recuerda a la del gran polemista austriaco Karl Kraus (1874-1936). Como \u00e9l, sacar\u00e1 a la luz las mentiras, las contradicciones y los conformismos que atentan contra la sociedad, utilizando todos los medios de expresi\u00f3n a su alcance: poemas, collages, citas, im\u00e1genes, aforismos.<\/p>\nLea tambi\u00e9n:<\/span> Art\u00edculo reservado para nuestros suscriptores<\/span><\/span> Jacques Le Rider contra Karl Kraus <\/span> <\/section>\nEn 1965, Enzensberger fund\u00f3 la revista trimestral Kursbuch<\/em>que se convierte en un foro de discusi\u00f3n inigualable para todos aquellos que \u00abpiensa diferente\u00bb<\/em>. Gran viajero, permaneci\u00f3 en Cuba (\u00e9poca de desenga\u00f1os del castrismo), en Jap\u00f3n y en Nueva York. Dej\u00f3 la revista Kursbuch<\/em> en 1975 y comenz\u00f3 a escribir una comedia representada en 1980: El hundimiento del Titanic<\/em> (Gallimard, 1981), larga reflexi\u00f3n po\u00e9tica y dram\u00e1tica sobre los fracasos individuales y simb\u00f3licos, el hundimiento de ilusiones y utop\u00edas basadas en la idea de progreso.<\/p>\n\u201cAl\u00f3logo\u201d<\/h2>\n
En la d\u00e9cada de 1980, fund\u00f3 la revista mensual transatl\u00e1ntico, <\/em>luego lanz\u00f3 su propia colecci\u00f3n Die Andere Bibliothek (la otra biblioteca) fundada en colaboraci\u00f3n con el impresor Franz Greno y que \u00e9l dirigi\u00f3 de 1985 a 2005. Cada mes publica una obra elegida por el autor y editada de manera particular, las primeras 999 ejemplares destinados a bibli\u00f3filos.<\/p>\nLa soltura de su escritura le ha llevado en ocasiones a ser acusado de ser un dandi literario o un \u201ctout\u00f3logo\u201d con opini\u00f3n sobre todo. Pero Enzensberger ten\u00eda demasiado talento para escribir indiscriminadamente. Frisch, que hab\u00eda captado bien esta ambivalencia, la describi\u00f3 as\u00ed en su Peri\u00f3dico de Berl\u00edn<\/em> de 1973 (Zo\u00e9, 2016): \u201cTodos los conversadores est\u00e1n cortados por la misma tijera, pero H. M. Enzensberger posee una inteligencia tan inusual que realmente no se le puede contar entre los conversadores. \u00bb <\/em><\/p>\nSe centr\u00f3 en temas que da\u00f1an a la sociedad. En primer lugar, la sociedad alemana de antes de la guerra, en particular Hammerstein<\/em> (Gallimard, 2010), un retrato contrastado de un general inconformista que se neg\u00f3 a someterse al nazismo, luego que despu\u00e9s de la guerra, el que ahora quiere ser bien intencionado y educador del g\u00e9nero humano: \u00ab<\/em> En Alemania, fuimos, durante el per\u00edodo nazi, los campeones de lo peor. Despu\u00e9s tuvimos la voluntad de ser campeones del bien: pacifistas, dem\u00f3cratas, ecologistas, una naci\u00f3n modelo<\/em> \u00bb,<\/em> donde finalmente reina \u00bb mediocridad<\/em> \u00bb<\/em>.<\/p>\nPero ya sea que escriba sobre Alemania o Europa (El gentil monstruo de Bruselas<\/em>Gallimard, 2011), sobre la inmigraci\u00f3n y la xenofobia o sobre los or\u00edgenes de la violencia y el terrorismo, sigue siendo ante todo un poeta y un pensador que observa el mundo en medio de la tormenta: \u00ab<\/em> Goteando, estoy al pendiente.<\/em> \u00bb<\/em> Enzensberger no se abstiene de ning\u00fan registro y se impone una sola obligaci\u00f3n: disipar la idea recibida, a veces a costa de algunos reveses que le han reprochado y de los que se burlaba alegremente con una pirueta a la que estaba acostumbrado: \u00ab<\/em> Hay tantas historias circulando sobre m\u00ed.<\/em> (\u2026) Yo dir\u00eda que ninguno de ellos est\u00e1 realmente equivocado. Pero, \u00bfpor qu\u00e9 apropiarse de ellos? \u00bb<\/em> (zu grosen fragen,<\/em> Suhrkamp, \u200b\u200b2007).<\/p>\nMuy pronto lo marc\u00f3 un escritor franc\u00e9s que tambi\u00e9n se preguntaba por las paradojas de la naturaleza humana, Etienne de La Bo\u00e9tie: \u00abSiempre tengo mi copia del <\/em>Discurso sobre la servidumbre voluntaria. <\/em>(\u2026) Fue el primero en hacerse la pregunta: \u00bfc\u00f3mo dos, tres o cuatro individuos logran hacer marchar en filas a millones de hombres? C\u00f3mo es posible ? <\/em>(\u2026) Con La Bo\u00e9tie, obviamente descubr\u00ed a Montaigne, a los moralistas franceses como Chamfort. Y despu\u00e9s, Diderot, <\/em>\u201cmi<\/em>\u201d gran escritor. \u00bb<\/em><\/p>\nanalista l\u00facido<\/h2>\n
Dentro Opiniones sobre la Guerra Civil <\/em>(Gallimard, 1995), Enzensberger describe al ser humano como \u00ab<\/em> el \u00fanico primate que practica met\u00f3dicamente, con entusiasmo ya gran escala la matanza de sus semejantes. La guerra es uno de sus principales inventos\u201d. <\/em>Ve extenderse imperceptiblemente lo que \u00e9l llama un \u00abguerra civil molecular\u00bb<\/em> : \u00ab<\/em> Poco a poco, la basura se acumula al borde de las calles. Jeringas y botellas de cerveza rotas se acumulan en los parques. Por todas partes en las paredes aparecen grafitis mon\u00f3tonos con un mensaje autista: evocaci\u00f3n de un Yo que ya no existe\u2026 Los muebles est\u00e1n destrozados en las aulas, los jardines apestan a mierda y orines\u2026 Son min\u00fasculas declaraciones de guerra que sabe interpretar la ciudad vivida. habitante<\/em>. \u00bb<\/em><\/p>\nsu ensayo El perdedor radical. ensayo sobre los hombres del terror <\/em>(Gallimard, 2006) confirma su talento no de visionario sino de l\u00facido analista: los candidatos a los atentados suicidas del movimiento islamista est\u00e1n en sus ojos \u00abperdedores radicales\u00bb, <\/em>megal\u00f3manos obsesionados con una virilidad fantasiosa y obsesionados por la pulsi\u00f3n de muerte. \u201cEl hecho de que la energ\u00eda destructiva de los activistas islamistas se dirija principalmente, contrariamente a lo que parece creer Occidente, contra los propios musulmanes no es un error t\u00e1ctico ni un ‘da\u00f1o colateral’. <\/em>(\u2026) El proyecto de los perdedores radicales consiste, como en este momento en Irak o Afganist\u00e1n, en organizar el suicidio de toda una civilizaci\u00f3n. Es poco probable que logren expandir y perpetuar indefinidamente su culto a la muerte.<\/em>. \u00bb<\/em><\/p>\nSu gusto por el conocimiento y la pedagog\u00eda tambi\u00e9n lo empuja a escribir libros para j\u00f3venes: El demonio matem\u00e1tico <\/em>(Seuil\/M\u00e9taili\u00e9, 1998) (que cualquiera que se resista a las matem\u00e1ticas deber\u00eda leer para reconciliarse con este tema) y Los siete viajes de Pedro <\/em>(Seuil Jeunesse, 1999) sobre la dictadura de las im\u00e1genes.<\/p>\nAunque en Francia es mucho m\u00e1s conocido como ensayista, Enzensberger nunca ha renunciado a lo que le dio a conocer en sus inicios como un gran escritor: la poes\u00eda, aunque s\u00f3lo dos de sus colecciones est\u00e1n traducidas al franc\u00e9s. La segunda, recientemente publicada, La historia de las nubes, 99 meditaciones<\/em> (Vagabonde, 2017), presenta a un hombre m\u00e1s en paz de lo que pod\u00eda estar en un principio, como todos los poetas de su generaci\u00f3n necesariamente marcados, les guste o no, por la frase muchas veces mal entendida de Adorno, pero sin embargo dicha en toda su provocaci\u00f3n filos\u00f3fica: \u00ab<\/em> Escribir un poema despu\u00e9s de Auschwitz es b\u00e1rbaro<\/em> \u00bb<\/em> (prismas,<\/em> Payot, 2003). Enzensberger evoca en esta colecci\u00f3n tanta alegr\u00eda, estoicismo, \u00ab<\/em> los peque\u00f1os sermones astron\u00f3micos del domingo<\/em> \u00bb<\/em>, por usar uno de sus t\u00edtulos, solo tristeza, una peque\u00f1a mascota que no deja de lloriquear, ara\u00f1ar, ara\u00f1ar y revolver para sacarla de su jaula. La poes\u00eda es parad\u00f3jicamente el marco de su mayor libertad.<\/p>\nEn su \u00faltimo libro, la<\/em> pan\u00f3ptico <\/em>(Alma, 2014), Enzensberger se mantuvo fiel a su imagen de escritor polim\u00f3rfico, gran disruptor y destructor del pensamiento \u00fanico. Con gran malicia y j\u00fabilo no disimulado, Enzensberger abord\u00f3 veinte problemas intratables que van desde la microeconom\u00eda hasta el sexo, la fotograf\u00eda, los privilegios, las profesiones honorables y menores. No existen soluciones reales, sino demostraciones iconoclastas y divertidas donde las paradojas, verdaderos pedernales del esp\u00edritu humano, encienden chispas de inteligencia.<\/p>\nEs tambi\u00e9n en este libro donde Hans Magnus Enzensberger retoma una cita de Montaigne que podr\u00eda servir de epitafio para este hombre honesto, modelo de intelectual tan irrespetuoso como no presuntuoso: \u201cEscrib\u00eda cuando le apetec\u00eda, sin agotar ni a su tema ni a su lector. \u00bb<\/em><\/p>\n\nHans Magnus Enzensberger en unas fechas<\/p>\n
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11 de noviembre de 1929<\/strong> Nacido en Kaufbeuren (Baviera)<\/p>\n1957<\/strong> \u00abDefensa de los Lobos\u00bb<\/p>\n1980<\/strong> \u00abEl hundimiento del Titanic\u00bb<\/p>\n1985<\/strong> Recibe el Premio Heinrich-B\u00f6ll<\/p>\n1995<\/strong> \u00abVista de la Guerra Civil\u00bb<\/p>\n2006<\/strong> \u00abEl perdedor radical\u00bb<\/p>\n2010<\/strong> \u00abHammerstein\u00bb<\/p>\n2014<\/strong> \u00abEl Pan\u00f3ptico\u00bb<\/p>\n24 de noviembre de 2022 <\/strong>Muerte en M\u00fanich<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/section>\n\n pierre deshusses<\/span>(Colaborador del \u00abMundo de los Libros\u00bb)<\/span><\/span> <\/p>\n<\/section>\n <\/section>\n<\/p><\/div>\n
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