<\/p>\n Brandon Douglas\/CNET
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Cuando Savanna Braun, de 27 a\u00f1os, cambi\u00f3 de trabajo en diciembre pasado, ten\u00eda m\u00e1s de qu\u00e9 preocuparse que conocer a sus compa\u00f1eros de trabajo y adaptarse a un horario desconocido. Un nuevo trabajo significaba un seguro diferente, y eso significaba pasar por el aro para obtener la aprobaci\u00f3n de los medicamentos recetados que salvaron su vida. <\/p>\n
Con la cobertura de seguro, que le cuesta alrededor de $5,100 al a\u00f1o, paga $960 adicionales al a\u00f1o por medicamentos para tratar su asma severa, artritis psori\u00e1sica y depresi\u00f3n. Esos beneficios de farmacia suavizan la factura: sin seguro, estar\u00eda buscando la asombrosa cantidad de $200,000 al a\u00f1o. <\/p>\n
A medida que aumentan los gastos b\u00e1sicos, los altos precios de los medicamentos recetados consumen una porci\u00f3n a\u00fan mayor de los ingresos del hogar. Solo durante el \u00faltimo a\u00f1o, los precios de los medicamentos recetados aumentaron a una tasa promedio del 31,6 %, y algunos aumentaron hasta el 500 %, seg\u00fan un informe reciente del gobierno del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Los estadounidenses, que pagan los precios m\u00e1s altos del mundo por los medicamentos recetados, dos o tres veces m\u00e1s que las personas en otros pa\u00edses, est\u00e1n encontrando cualquier forma posible de sortear la industria farmac\u00e9utica enredada.<\/p>\n
Los costos exorbitantes de los medicamentos recetados da\u00f1an desproporcionadamente a los hogares de bajos ingresos, en particular a las poblaciones sin seguro o con seguro insuficiente (9 % y 23 % de los adultos estadounidenses, respectivamente). Las personas negras, latinas y nativas americanas tienen menos probabilidades de tener seguro m\u00e9dico y m\u00e1s probabilidades de enfrentar barreras relacionadas con el costo del tratamiento, seg\u00fan Commonwealth Fund, una organizaci\u00f3n sin fines de lucro enfocada en la reforma de la pol\u00edtica de salud. Sin seguro, los pacientes se ven obligados a sacrificar sus medicamentos por necesidades m\u00e1s inmediatas, como vivienda o alimentaci\u00f3n. Quienes dependen de medicamentos recetados para controlar sus afecciones cr\u00f3nicas a menudo pueden acumular deudas m\u00e9dicas. <\/p>\n
Casi un tercio de la poblaci\u00f3n adulta de EE. UU., incluidos los que tienen seguro, no pueden tomar sus recetas porque no pueden pagarlas, seg\u00fan Frederick Isasi, director ejecutivo del grupo de defensa de la salud Families USA. La crisis tiene consecuencias da\u00f1inas: casi tres de cada 10 adultos terminan omitiendo dosis, cortando las p\u00edldoras a la mitad o no llenando su receta, lo que resulta en complicaciones de salud a largo plazo. Otros se desesperan: hasta el 8% de los hogares estadounidenses han comprado medicamentos fuera de los EE. UU. para obtener un precio m\u00e1s bajo. <\/p>\n
Pero hay soluciones alternativas mucho menos riesgosas. Algunos pacientes logran ahorros de costos significativos al optar por medicamentos gen\u00e9ricos, solicitar medicamentos alternativos a sus proveedores o incluso cambiar de farmacia. Otros que son econ\u00f3micamente vulnerables recurren a organizaciones de defensa, centros de salud de escala m\u00f3vil o planes de asistencia al paciente. Y muchos recurren a sitios de terceros como GoodRx, NeedyMeds.org o, m\u00e1s recientemente, Cost Plus Drug Company de Mark Cuban para comparar precios de medicamentos, obtener cupones y ahorrar en la caja registradora. <\/p>\n