{"id":344115,"date":"2022-12-12T13:01:55","date_gmt":"2022-12-12T13:01:55","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/hay-una-nueva-explicacion-para-los-pares-de-rasgos-geneticos-tus-padres\/"},"modified":"2022-12-12T13:01:57","modified_gmt":"2022-12-12T13:01:57","slug":"hay-una-nueva-explicacion-para-los-pares-de-rasgos-geneticos-tus-padres","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/hay-una-nueva-explicacion-para-los-pares-de-rasgos-geneticos-tus-padres\/","title":{"rendered":"Hay una nueva explicaci\u00f3n para los pares de rasgos ‘gen\u00e9ticos’: tus padres"},"content":{"rendered":"


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Border y sus colegas no son los primeros en plantear la posibilidad de correlaciones gen\u00e9ticas espurias. Al dise\u00f1ar estudios, los genetistas pueden controlar los efectos de factores como los rasgos de los padres y el entorno infantil comparando personas que tienen esas cosas en com\u00fan, es decir, hermanos. A principios de este a\u00f1o, el genetista estad\u00edstico Laurence Howe y un equipo de investigadores hicieron precisamente eso. Cuando Howe compar\u00f3 a los hermanos entre s\u00ed, no observ\u00f3 ninguna correlaci\u00f3n gen\u00e9tica entre el IMC y los a\u00f1os de educaci\u00f3n. De alguna manera, fueron los padres, y no los genes mismos, los que hicieron que el peso y la educaci\u00f3n parecieran estar gen\u00e9ticamente conectados.<\/p>\n

Pero el estudio de Howe no explic\u00f3 exactamente c\u00f3mo<\/em> los padres jugaron un papel. Hab\u00eda algunas posibilidades prometedoras. Los padres no solo transmiten genes a sus hijos, tambi\u00e9n transmiten su nivel socioecon\u00f3mico, lo que tiene consecuencias tanto para la educaci\u00f3n como para la dieta. Y, por supuesto, los padres suelen elegir con qui\u00e9n se reproducen. Loic Yengo, l\u00edder de grupo del Laboratorio de Gen\u00f3mica Estad\u00edstica de la Universidad de Queensland, dice que los genetistas se dieron cuenta de que el apareamiento selectivo de rasgos cruzados podr\u00eda, en teor\u00eda, inflar las correlaciones gen\u00e9ticas. Pero nadie hab\u00eda presentado a\u00fan pruebas concretas de que as\u00ed fuera. <\/p>\n

Border y sus colegas encontraron esa evidencia. Estudiar el apareamiento selectivo de rasgos cruzados en detalle requiere saber cu\u00e1nto sucede realmente en el mundo real. Parece razonable que las personas deprimidas puedan terminar con personas ansiosas debido a su experiencia compartida de vivir con una enfermedad mental, o que las personas educadas tiendan a casarse con personas que obtuvieron puntajes altos en las pruebas de coeficiente intelectual, pero Border necesitaba poner n\u00fameros en esas tendencias. . El equipo pudo encontrar la informaci\u00f3n que necesitaban en el Biobanco del Reino Unido, un enorme conjunto de datos que comprende datos gen\u00e9ticos, m\u00e9dicos y demogr\u00e1ficos sobre cientos de miles de residentes del Reino Unido. Descubrieron que cuanto m\u00e1s a menudo las personas que ten\u00edan un par de rasgos en particular tend\u00edan a emparejarse, m\u00e1s parec\u00edan estar gen\u00e9ticamente correlacionados esos rasgos. Entonces, era razonable sospechar que el apareamiento selectivo estaba haciendo que algunas correlaciones gen\u00e9ticas parecieran m\u00e1s fuertes de lo que ser\u00edan de otro modo.<\/p>\n

A\u00fan as\u00ed, esta observaci\u00f3n no prob\u00f3 que el apareamiento selectivo pudiera crear la ilusi\u00f3n de un v\u00ednculo gen\u00e9tico donde no exist\u00eda ninguno. Entonces, Border y su equipo recurrieron a un enfoque computacional: siguiendo las tendencias maritales que hab\u00edan observado en los datos del Biobanco del mundo real, simularon una poblaci\u00f3n de personas que formaron parejas. Estas parejas imaginarias se reprodujeron, y sus hijos encontraron pareja, y los hijos de sus hijos, y as\u00ed sucesivamente. Los cient\u00edficos rastrearon los genes y los rasgos de todos estos individuos simulados y, utilizando esa informaci\u00f3n, pudieron calcular las correlaciones gen\u00e9ticas en cada generaci\u00f3n. Lo que encontraron confirm\u00f3 sus sospechas: incluso si dos rasgos no ten\u00edan ninguna relaci\u00f3n gen\u00e9tica en la primera generaci\u00f3n, si las personas que ten\u00edan esos rasgos tend\u00edan a aparearse entre s\u00ed, los genes finalmente comenzaron a parecer correlacionados. Con base en las simulaciones, estimaron que el apareamiento selectivo por s\u00ed solo podr\u00eda explicar hasta la mitad de la correlaci\u00f3n gen\u00e9tica entre el IMC y la educaci\u00f3n.<\/p>\n

Pero el apareamiento selectivo no fue tan lejos para explicar algunas de las otras correlaciones aparentes que simularon. Parece jugar un papel menor en las correlaciones gen\u00e9ticas entre algunos pares de condiciones psiqui\u00e1tricas, como el trastorno bipolar y la esquizofrenia, o la depresi\u00f3n mayor y la ansiedad. Debido a que cada par de condiciones comparte tantas similitudes gen\u00e9ticas, algunos cient\u00edficos se han preguntado si deber\u00edan considerarse condiciones separadas. Incluso teniendo en cuenta el apareamiento selectivo, ese argumento parecer\u00eda mantenerse firme. <\/p>\n<\/div>\n


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