Foto-Ilustraci\u00f3n: El Corte; Fotos: Cortes\u00eda del Sujeto<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\nCuando era peque\u00f1o, mi madre me contaba cuentos antes de dormir sobre Ir\u00e1n antes de la revoluci\u00f3n. Sus recuerdos pintaron el pa\u00eds en Technicolor vibrante, su gente exuda calidez y esp\u00edritu. En una de estas historias, mi madre y mi t\u00eda se escaparon de la casa para un concierto de rock and roll, donde llamaron la atenci\u00f3n del m\u00fasico de gira. Pod\u00eda imaginar a mi madre, vestida con jeans acampanados e hilos con flecos, ri\u00e9ndose en la parte trasera de la camioneta de un extra\u00f1o, o balance\u00e1ndose al ritmo de la m\u00fasica, con los ojos cerrados y la boca abierta, repitiendo la letra en voz baja.<\/p>\n
Al crecer en la ciudad de Nueva York, siempre me sent\u00ed desconectado de mis compa\u00f1eros estadounidenses. En casa, com\u00edamos polo khoresht, no Hamburger Helper. Mientras mis compa\u00f1eros de clase hac\u00edan las maletas para el campamento, me quej\u00e9 durante las lecciones de farsi. Cuando sus madres las llevaron a comprar sujetadores deportivos, yo me hab\u00eda estado afeitando las piernas durante a\u00f1os. Fuera de las p\u00e1ginas brillantes de las revistas para adolescentes, no entend\u00eda la experiencia de los adolescentes estadounidenses. Me aferr\u00e9 a la creencia de que tal vez, en Ir\u00e1n, las piezas rotas de mi identidad se unir\u00edan como papel mach\u00e9 y me sentir\u00eda completa.<\/p>\n
Pero la primera vez que recuerdo haber viajado all\u00ed, cuando estaba en la escuela secundaria, me encontr\u00e9 a\u00fan m\u00e1s fuera de mi cuerpo. Anhelaba subirme las mangas y las piernas de los pantalones en el calor de cien grados, bajarme los rosario<\/em> y pica la parte superior de mi cabeza. Pens\u00e9 que estar rodeado de personas que se parec\u00edan a m\u00ed ser\u00eda liberador. Pero nunca hab\u00eda recibido m\u00e1s miradas en mi vida que en esa visita. De mujeres mayores, que juzgaron la forma en que usaba maxi vestidos o monos debajo de mi bata en p\u00fablico. De los hombres, que me vieron solo.<\/p>\nAunque era demasiado joven para comprender completamente la compleja historia del pa\u00eds, era consciente de lo injusta que era la vida para las mujeres iran\u00edes. Recuerdo tan claramente que quer\u00eda que un loro leyera mi fortuna en Darabad<\/em>, una peque\u00f1a cumbre al pie de una cadena monta\u00f1osa en las afueras de Teher\u00e1n, y le dijeron que a las mujeres no se les permit\u00eda participar en esa actividad. Era la ley, pero nadie pod\u00eda explicarme por qu\u00e9. Me llen\u00f3 de rabia que hubiera espacios a los que no pod\u00eda entrar por mi g\u00e9nero.<\/p>\nDurante dos veranos mientras estaba en la escuela secundaria, regres\u00e9 a Ir\u00e1n para trabajar en un centro para mujeres que hab\u00edan huido del abuso dom\u00e9stico. T\u00e9cnicamente, el abuso dom\u00e9stico no existe en la Rep\u00fablica Isl\u00e1mica, donde las mujeres son vistas como propiedad de su padre y, m\u00e1s tarde, de su marido. El centro estaba catalogado como escuela y yo ejerc\u00eda de profesora de m\u00fasica. All\u00ed, escuch\u00e9 historias desgarradoras de ni\u00f1as apenas mayores que yo, que hab\u00edan sido violadas por familiares cuando eran adolescentes o hab\u00edan huido de maridos abusivos de los que no pod\u00edan divorciarse. A pesar de sus dificultades, las chicas eran bulliciosas y optimistas. Quer\u00edan saber m\u00e1s sobre la cultura estadounidense y mi vida diaria. \u00bfTen\u00eda novio? \u00bfEra cierto que pod\u00eda bailar con la m\u00fasica en las calles? Compartir estos detalles mundanos nos uni\u00f3 y nos hicimos amigos r\u00e1pidamente.<\/p>\n
Fue tambi\u00e9n en estos viajes que conoc\u00ed a la polic\u00eda de la moralidad. La primera vez, en 2010, estaba caminando con mi pariente en un centro comercial cubierto cuando un oficial armado vestido con el revelador uniforme verde oscuro se nos acerc\u00f3. Me pregunt\u00f3 mi nombre y mi edad. Me entr\u00f3 el p\u00e1nico. Todos los d\u00edas, de camino al centro, pasaba junto a un mural gigante en el costado de un edificio que dec\u00eda: \u201cMuerte a los Estados Unidos\u201d. Preocupado de que el oficial se diera cuenta de mi acento estadounidense cuando hablaba farsi, accidentalmente le di la edad equivocada. Se volvi\u00f3 hacia mi pariente y le pregunt\u00f3 sobre la naturaleza de nuestra relaci\u00f3n. Una vez que acept\u00f3 que no hab\u00eda estado fraternizando con un hombre que no era mi esposo o pariente consangu\u00edneo, pudimos irnos.<\/p>\n\n Las protestas ya no se centran en un incidente, porque la polic\u00eda de la moralidad es solo el arma que se usa para ejecutar una sentencia, no la sentencia en s\u00ed.<\/span><\/p>\n<\/aside>\nLa segunda vez, en 2011, estaba dentro de Tajrish, un bazar tradicional de Tehrani, mirando las lujosas telas te\u00f1idas a mano y los productos frescos cuando escuch\u00e9 a las mujeres gritar cerca de la entrada cubierta. La polic\u00eda moral deten\u00eda a las mujeres que consideraba \u201cinapropiadas\u201d y las sub\u00eda a un autob\u00fas que se dirig\u00eda directamente a la c\u00e1rcel local. Aterrada y sola, separada del familiar que vino conmigo al bazar, corr\u00ed en direcci\u00f3n contraria. Entonces sent\u00ed que algo tiraba de mi brazo y me arrastraba debajo de una mesa dentro de un puesto. Una mujer de mi edad me mir\u00f3 fijamente con profundos ojos marrones y se llev\u00f3 un dedo a los labios. \u00abEst\u00e1 bien\u00bb, susurr\u00f3 en farsi. Eventualmente los dejar\u00e1n ir. Hacen esto todo el tiempo. Todos los d\u00edas.\u00bb<\/p>\n
Tuve el privilegio de salir ileso del pa\u00eds despu\u00e9s de cada uno de estos encontronazos. Pero algunos de estos encuentros rutinarios escalan a la violencia. Mahsa Amini llam\u00f3 la atenci\u00f3n del mundo sobre la polic\u00eda de la moralidad en septiembre, despu\u00e9s de que la arrestaran por ponerse un pa\u00f1uelo en la cabeza de manera inapropiada, supuestamente la golpearon y muri\u00f3 mientras estaba bajo custodia. Su muerte inspir\u00f3 protestas nacionales y mundiales y provoc\u00f3 una revoluci\u00f3n creciente, con los iran\u00edes exigiendo \u201cZan, Zendegi, Azadi\u201d o los kurdos \u201cjin, jiyan, azad\u00ee\u201d: mujer, vida y libertad.<\/p>\n
En los \u00faltimos tres meses, las autoridades han arrestado al menos a 15.800 personas y m\u00e1s de 300 han muerto en las protestas. La prisi\u00f3n de Evin, conocida por albergar a periodistas y rebeldes, fue incendiada; los estudiantes de la Universidad Sharif, una instituci\u00f3n de \u00e9lite en Teher\u00e1n, fueron atacados; y el r\u00e9gimen comenz\u00f3 a ejecutar p\u00fablicamente a los manifestantes. Las protestas ya no se centran en un incidente, porque la polic\u00eda de la moralidad es solo el arma que se usa para ejecutar una sentencia, no la sentencia en s\u00ed. los iran\u00edes no estar\u00e1n satisfechos con deshacerse de la fuerza y \u200b\u200blas leyes obligatorias sobre el hiyab; est\u00e1n liderando una revoluci\u00f3n, comprometidos con la lucha por la democracia y los derechos humanos b\u00e1sicos.<\/p>\n
Mientras que algunos de mis compa\u00f1eros se han hecho eco de su solidaridad con los manifestantes, otros han revelado su terrible ignorancia. He visto a personas volver a publicar fotograf\u00edas de pel\u00edculas en blanco y negro de la era del shah en Instagram, sorprendidas por el aspecto \u00abnormal\u00bb de los iran\u00edes en los a\u00f1os 70. La insinuaci\u00f3n es que los iran\u00edes son m\u00e1s dignos de empat\u00eda, de indignaci\u00f3n, cuando est\u00e1n occidentalizados. Los occidentales a menudo tambi\u00e9n se sorprenden cuando les informo que la mayor\u00eda de las mujeres en Ir\u00e1n tienen un alto nivel educativo. Esa educaci\u00f3n, combinada con su frustraci\u00f3n por ser socialmente reprimidos y econ\u00f3micamente marginados, est\u00e1 impulsando su deseo de luchar por un cambio de r\u00e9gimen.<\/p>\n
Los occidentales no tienen el marco para entender que lo que est\u00e1 pasando en Ir\u00e1n es un movimiento de masas sin precedentes. No hay un mensaje pol\u00edtico singular que est\u00e9 sacando a la gente a las calles. No hay un partido organizador, ni un liderazgo formal. La gente cansada de ser maltratada y oprimida por el r\u00e9gimen est\u00e1 haciendo todo lo posible para desestabilizarlo. La Rep\u00fablica Isl\u00e1mica est\u00e1 teniendo tantos problemas para apagar este fuego porque ya no pueden identificar el origen. Siguen preguntando a los manifestantes: \u201c\u00bfQui\u00e9n los indujo a hacer esto? \u00bfQui\u00e9n te dijo que vinieras aqu\u00ed?\u201d, pero nadie es la respuesta. Detienen a un manifestante y 50 protestan m\u00e1s. Meten a 20.000 personas en la c\u00e1rcel y el pa\u00eds se declara en huelga. Matan a un ni\u00f1o y cientos se presentan a su funeral.<\/p>\n
Si bien he visto a amigos publicar llamados a la acci\u00f3n, exigiendo que los legisladores estadounidenses act\u00faen, la intervenci\u00f3n no es la respuesta. Firmar peticiones y enviar correos electr\u00f3nicos a los funcionarios puede ayudar a presionar a la Rep\u00fablica Isl\u00e1mica, pero los revolucionarios no quieren ser liberados por Estados Unidos. Est\u00e1n luchando para liberarse. La mejor manera en que podemos apoyarlos es siendo su voz. Haci\u00e9ndoles saber que los escuchamos, que estamos con ellos y que estamos orgullosos de ellos.<\/p>\n
A medida que salen m\u00e1s noticias cada d\u00eda, he estado luchando por articular mi estado emocional. Me enoja que la gente haya tardado tanto en prestar atenci\u00f3n a la opresi\u00f3n de las mujeres iran\u00edes y que tantos occidentales se sorprendan al enterarse de c\u00f3mo era el Ir\u00e1n anterior a la revoluci\u00f3n. El conocimiento de que m\u00e1s j\u00f3venes hermosos dar\u00e1n sus vidas por la causa me hace sentir impotente y avergonzado de que hay tan poco que puedo hacer para protegerlos.<\/p>\n
Me temo que el apoyo de los for\u00e1neos al movimiento de protesta se convertir\u00e1 en una ret\u00f3rica islamof\u00f3bica familiar que hemos visto una y otra vez desde el 11 de septiembre, que afecta negativamente a todas las personas de Oriente Medio que viven en la di\u00e1spora, pero especialmente a aquellos que llevan una hiyab Tambi\u00e9n temo que les pueda pasar algo a mis seres queridos, muchos de los cuales permanecen en Ir\u00e1n. S\u00e9 que el gobierno mira, escucha, registra cada palabra susurrada a puerta cerrada. Incluso escribir este ensayo es un riesgo calculado.<\/p>\n
Pero sobre todo siento un rescoldo de esperanza porque todos, en la di\u00e1spora y bajo el r\u00e9gimen, estamos conectados a la misma tierra. Un d\u00eda, mi madre y yo podr\u00edamos regresar, no al Ir\u00e1n de su pasado o al presente de la rep\u00fablica, sino a una nueva naci\u00f3n moldeada por los j\u00f3venes que arriesgaron sus vidas para forjarla. Y juntos, nos soltaremos el pelo, nos subiremos las mangas y bailaremos en las calles.<\/p>\n<\/p><\/div>\n
\nSource link-24 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Foto-Ilustraci\u00f3n: El Corte; Fotos: Cortes\u00eda del Sujeto Cuando era peque\u00f1o, mi madre me contaba cuentos antes de dormir sobre Ir\u00e1n antes de la revoluci\u00f3n. Sus recuerdos pintaron el pa\u00eds en…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":351393,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21981],"tags":[7314,1111],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/351392"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=351392"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/351392\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":351394,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/351392\/revisions\/351394"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/351393"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=351392"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=351392"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=351392"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}