{"id":354242,"date":"2022-12-17T00:48:19","date_gmt":"2022-12-17T00:48:19","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-historia-de-rocco-papalia-y-sus-hermanos\/"},"modified":"2022-12-17T00:48:21","modified_gmt":"2022-12-17T00:48:21","slug":"la-historia-de-rocco-papalia-y-sus-hermanos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-historia-de-rocco-papalia-y-sus-hermanos\/","title":{"rendered":"la historia de rocco papalia y sus hermanos"},"content":{"rendered":"


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el se\u00f1or<\/em> Papalia es una vecina taciturna. Un septuagenario quisquilloso, al que le gusta pasear a su perro y comprar, en pantalones deportivos, en el supermercado local. En Buccinasco (Lombard\u00eda), un suburbio pr\u00f3spero del suroeste de Mil\u00e1n, todo el mundo sabe qu\u00e9 esperar: a pesar de las apariencias, este abuelo de 72 a\u00f1os es un \u00absuperjefe\u00bb <\/em>de la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa. En su apogeo, negoci\u00f3 cargamentos de coca\u00edna con los colombianos del Cartel de Medell\u00edn. Tambi\u00e9n era empresario: sus excavadoras eran de todas las obras de construcci\u00f3n de la zona; los de los competidores demasiado intr\u00e9pidos generalmente acaban incendiados. El Sr. Papalia, cuyo nombre de pila era Rocco, luego se hac\u00eda llamar \u201cU Nginu\u201d, una palabra sin sentido que repet\u00eda cuando era ni\u00f1o.<\/p>\n

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