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\n Foto: Hannah Price\/Cortes\u00eda del artista y 52 Walker, Nueva York<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\nEn 52 Walker, el artista Tau Lewis transmuta el alma de los objetos de desecho en algo santificado. Dentro de los altos muros de la galer\u00eda, la \u00faltima exposici\u00f3n del escultor de 29 a\u00f1os, \u00abVox Populi, Vox Dei\u00bb, <\/strong>que se extender\u00e1 hasta el 7 de enero, presenta seis m\u00e1scaras de estilo yoruba m\u00e1s grandes que la vida que se inspiran en la epopeya griega, la escatolog\u00eda, el teatro y la ciencia ficci\u00f3n y se ensamblan a partir de materiales encontrados como pieles abandonadas, telas destinadas a vertederos, acr\u00edlicos y conchas <\/strong>Como un pu\u00f1ado de visitantes que llegan un domingo fr\u00edo y ventoso, se alisan el pelo y se callan, recuerdo que una galer\u00eda de arte tambi\u00e9n puede ser un templo.<\/p>\n\u201cLa voz del pueblo es <\/em>la voz de Dios en todos nuestros sistemas de creencias. No tiene otra forma de llegar a nosotros, tiene que llegar a trav\u00e9s de nosotros. Llega a trav\u00e9s de nosotros en el teatro, en la iglesia\u201d, dice Lewis sobre el t\u00edtulo de la exposici\u00f3n. En una llamada de Zoom desde el hueco de la escalera de su estudio de Brooklyn, habla en voz baja, cautelosa de no molestar a los otros artistas que trabajan a puerta cerrada. Su visi\u00f3n de la galer\u00eda es un lugar para que las personas se comuniquen con los esp\u00edritus y para que los esp\u00edritus se comuniquen entre s\u00ed: \u201cDentro del cristianismo, es como si sin Dios no hubiera personas. Es lo contrario en la religi\u00f3n yoruba: si la gente no estuviera all\u00ed, Dios no estar\u00eda. Pero, \u00bfqui\u00e9n genera la idea de Dios? \u00bfA trav\u00e9s de qui\u00e9n habla Dios?\u201d Lewis es tan moderado al considerar estas preguntas como lo es cuando le pido que explique la tinta visible sobre sus u\u00f1as azules: un tatuaje inspirado en el reggae \u00abestrictamente rockeros\u00bb en el interior de su dedo (\u00abNo vengas aqu\u00ed y jodas la funci\u00f3n, sin narc\u00f3ticos\u201d, explica) y un \u201ctatuaje de amigo est\u00fapido\u201d de un diente faltante.<\/p>\nLewis me dice que se sinti\u00f3 atra\u00edda por las m\u00e1scaras porque \u201cactivan al usuario\u201d, convirti\u00e9ndolo en \u201csobrenatural y superior\u201d en los breves momentos en que se las pone. Sus grandes m\u00e1scaras comienzan como bocetos detallados con muestras de tela cosidas por n\u00fameros; las armaduras de metal se subcontratan a proveedores y se revisten y cosen en el estudio. Cada m\u00e1scara antropom\u00f3rfica es un personaje con una narrativa, muchas de las cuales se repiten a lo largo de la obra de Lewis, y aunque los mitos que inspiran sus historias no son nuevos, sus iteraciones parecen reinvenciones. puerta de marfil<\/em>cosido con gamuza, piel de oveja, caracolas y m\u00e1s, vuelve a imaginar la puerta de cuerno y marfil en el Odisea<\/em>por la que pasan falsos sue\u00f1os y por la que una anhelante Pen\u00e9lope imagina a Odiseo volviendo a casa. Tridente<\/em>, casi exclusivamente negro y plumoso con cuero, contiene piel de serpiente y piel de oveja y se inspira en Poseid\u00f3n y la deidad yoruba Obatala. El parecido a Mois\u00e9s San Mozelle<\/em> est\u00e1 envuelto en cadenas de flores de cuero. Homonoia<\/em> y sus colores vibrantes se asemejan a un coraz\u00f3n palpitante.<\/p>\n