{"id":360293,"date":"2022-12-20T10:24:05","date_gmt":"2022-12-20T10:24:05","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/king-lear-pero-con-alquiler-controlado-entre-riverside-y-crazy\/"},"modified":"2022-12-20T10:24:08","modified_gmt":"2022-12-20T10:24:08","slug":"king-lear-pero-con-alquiler-controlado-entre-riverside-y-crazy","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/king-lear-pero-con-alquiler-controlado-entre-riverside-y-crazy\/","title":{"rendered":"King Lear, pero con alquiler controlado: entre Riverside y Crazy"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

\n
\n
\n <\/picture>\n <\/div>\n
\n

Desde Entre Riverside y Crazy,<\/em> en el Helen Hayes.
\n Foto: Joan Marcus<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n

Tomemos un momento para apreciar a Stephen McKinley Henderson. Es el tipo de actor que siempre es bueno para un papel secundario memorable, ya sea murmurando \u00absimplemente no lo entendieron\u00bb en dama p\u00e1jaro<\/em>disparando la mierda en vallas<\/em>o empu\u00f1ando una sombrilla en Duna<\/em>, pero si se le da la oportunidad de estar en el centro de un elenco, puede revelar profundidades de complejidad. Tiene un sentido infalible de la sincronizaci\u00f3n c\u00f3mica, la capacidad de esperar el tiempo suficiente para llegar al final, y un rostro que puede ser a la vez cansado y angelical, transmitiendo melancol\u00eda envejecida, la despreocupaci\u00f3n de un ni\u00f1o atrapado con la mano en un tarro de galletas. , o ambos. En Stephen Adly Guirgis Entre Riverside y Crazy<\/em>Henderson tiene un papel que se basa en cada microexpresi\u00f3n que su rostro puede transmitir, y es emocionante verlo ponerlas todas a trabajar.<\/p>\n

La obra se basa en el personaje de Henderson, Walter, un ex oficial de polic\u00eda anciano y valientemente cascarrabias que se aferra a su gran apartamento de alquiler controlado en Riverside Drive, por el que actualmente paga $ 1,500 por mes. (Si se desregulara, se vender\u00eda diez veces m\u00e1s). El decorado giratorio, de Walt Spangler, nos da una idea de los diversos principados de este reino en descomposici\u00f3n: la pintura desconchada en la inmensa cocina, un gran candelabro en la desordenada sala de estar, y un dormitorio lo suficientemente grande como para que quepa una cama tama\u00f1o king. El lugar lo ocupan actualmente Walter y su hijo exconvicto, Junior (interpretado por Common); su amigo en recuperaci\u00f3n, Oswaldo (Victor Almanzar); y la novia espacial de Junior, Lulu (Rosal Colon). Mientras se abren paso a trav\u00e9s del desayuno en la parte superior del espect\u00e1culo, Walter dispara a todos desde la vieja silla de ruedas de su difunta esposa. \u201c\u00a1Es un asiento c\u00f3modo!\u201d se queja a Junior.<\/p>\n

Hay matices de una muy Nueva York Rey Lear <\/em>a la configuraci\u00f3n – \u00bfQui\u00e9n de vosotros diremos que ama m\u00e1s mi arrendamiento? \u2014 <\/em>aunque una vez que la trama se pone en movimiento, se aleja de eso en direcciones sombr\u00edas e hilarantes. Guirgis es un dramaturgo singularmente sintonizado con los ritmos de di\u00e1logo, temas de conversaci\u00f3n y envidias mezquinas de la ciudad. Gan\u00f3 un Pulitzer por Riverside y loco<\/em> en 2015, y aunque ahora es t\u00e9cnicamente una pieza de \u00e9poca (ambientada en 2014), la obra todav\u00eda se siente escrita en este momento, con sus referencias pasajeras a Trump y Giuliani (\u00abfuckin’ Giuliani\u00bb, se queja Walter) y su descripci\u00f3n cortante de la polic\u00edas Walter asegur\u00f3 el apartamento durante su servicio en la polic\u00eda de Nueva York y est\u00e1 involucrado en una demanda prolongada contra el departamento despu\u00e9s de un tiroteo, cuyos detalles Guirgis fragmenta lenta y cuidadosamente, incit\u00e1ndote a pensar algo y luego sacando la alfombra. Al principio, su expareja (Elizabeth Canavan) y su prometido (Michael Rispoli) se presentan para una cena agradable que da un giro, justo despu\u00e9s de la paliza a Giuliani, cuando comienzan a presionarlo para que abandone el traje. Ha sido un verdadero creyente en el sistema \u2014 \u201cCasado con tu madre. Se uni\u00f3 a la polic\u00eda. Impuestos pagados. Seguro comprado. Tengo un apartamento en Riverside Drive. te tuve Echa ra\u00edces firmes\u201d, como le dice a Junior, y ahora el sistema se est\u00e1 volviendo contra \u00e9l. Sigue aferr\u00e1ndose a sus credenciales, sin darse cuenta de que se han convertido en polvo. Anuncia grandiosamente en un momento que es un \u201crepublicano registrado de carne y hueso, pis de pie\u201d, justo antes de tambalearse y colapsar.<\/p>\n

Eso puede sonar como una noche deprimente, pero la obra de Guirgis est\u00e1 salpicada de su acostumbrado humor ir\u00f3nico y su genuina extra\u00f1eza que la eleva del drama directo a algo m\u00e1s encantador y extra\u00f1o. A menudo, s\u00f3lo existe el deleite del di\u00e1logo. Supuestamente, Lulu est\u00e1 estudiando para ser contadora, pero como se\u00f1ala Walter, \u00absus labios se mueven cuando lee el hor\u00f3scopo, \u00a1esa no es la marca de un futuro contador!\u00bb A veces parece que la obra se dirige hacia una posible conclusi\u00f3n, pero luego Guirgis se aleja de lo obvio. En el segundo acto, Walter tiene un encuentro con una dama de su iglesia (interpretada por Liza Col\u00f3n-Zayas, otra excelente int\u00e9rprete que merece una plataforma m\u00e1s grande) que se convierte en un absurdo posiblemente on\u00edrico. Esa escena y sus secuelas intensificadas pueden ser dif\u00edciles de digerir, pero se realiza con tal convicci\u00f3n que yo estaba totalmente de acuerdo con el viaje. Existe la sensaci\u00f3n de que las restricciones de la vida de Nueva York son tan salvajes por s\u00ed solas, desde las leyes de bienes ra\u00edces hacia abajo, que el \u00fanico recurso posible es abrazar la locura uno mismo. En un momento enloquecedor, enloquece un poco.<\/p>\n

Henderson y el resto del elenco aparte de Common estaban en la serie original de Riverside y loco<\/em> Off Broadway en 2014, tambi\u00e9n dirigida por Austin Pendleton, y la obra llega a Broadway casi una d\u00e9cada despu\u00e9s con gran parte de su fuego a\u00fan intacto. Como Junior, y haciendo su debut en Broadway, Common no puede igualar la calidad vivida que sus compa\u00f1eros de reparto aportan a sus actuaciones, pero tiene una interpretaci\u00f3n interna adecuada del personaje, lo que transmite la sensaci\u00f3n de alguien que se ha retra\u00eddo en s\u00ed mismo para sobrevivir a su presencia exagerada del padre. La obra se tambalea cuando est\u00e1 solo Junior a solas con Lulu, los dos atrapados en peleas de amantes predecibles y, en general, cuando el propio Walter no est\u00e1 en el escenario. \u00c9l es completamente la atracci\u00f3n principal, un personaje y una actuaci\u00f3n que atrae todas las miradas en el Teatro Hayes. El Walter de Henderson pertenece a Broadway, y es una pena que la producci\u00f3n haya tardado tanto en transferirse. Es este tr\u00e1gico monarca farfullante y dolorido de la Nueva York contempor\u00e1nea, un lugar donde incluso la realeza todav\u00eda puede ser desalojada.<\/p>\n

Entre Riverside y Crazy est\u00e1 en el Teatro Helen Hayes.<\/em><\/p>\n<\/p><\/div>\n


\n
Source link-22 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Desde Entre Riverside y Crazy, en el Helen Hayes. Foto: Joan Marcus Tomemos un momento para apreciar a Stephen McKinley Henderson. Es el tipo de actor que siempre es bueno…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":360294,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21981],"tags":[9329,133,3460,7983,889,3127,24664,519,47218],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/360293"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=360293"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/360293\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":360295,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/360293\/revisions\/360295"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/360294"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=360293"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=360293"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=360293"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}