{"id":370846,"date":"2022-12-26T10:16:19","date_gmt":"2022-12-26T10:16:19","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/serie-the-blackout-city-no-es-negra-tiene-al-menos-cincuenta-y-un-tonos-de-gris-tal-vez-mas-cuando-esta-iluminada-por-la-nieve\/"},"modified":"2022-12-26T10:16:21","modified_gmt":"2022-12-26T10:16:21","slug":"serie-the-blackout-city-no-es-negra-tiene-al-menos-cincuenta-y-un-tonos-de-gris-tal-vez-mas-cuando-esta-iluminada-por-la-nieve","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/serie-the-blackout-city-no-es-negra-tiene-al-menos-cincuenta-y-un-tonos-de-gris-tal-vez-mas-cuando-esta-iluminada-por-la-nieve\/","title":{"rendered":"SERIE – The Blackout City no es negra, tiene al menos cincuenta y un tonos de gris, tal vez m\u00e1s cuando est\u00e1 iluminada por la nieve"},"content":{"rendered":"


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Sergei Gerasimov est\u00e1 resistiendo en Kharkiv. En su diario de guerra, el escritor ucraniano relata la horrible y absurda vida cotidiana en una ciudad que todav\u00eda est\u00e1 siendo bombardeada.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Autopista de Kyiv durante el apag\u00f3n, 15 de diciembre.<\/h2>\n

Evgeni Maloletka \/ AP<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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23 de noviembre de 2022<\/p>\n

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Ayer regu\u00e9 flores en el piso doce del departamento vac\u00edo de nuestros amigos que se mudaron a Europa hace meses. Cuando termin\u00e9, tom\u00e9 el ascensor hasta el \u00faltimo piso y sal\u00ed al balc\u00f3n abierto. Ya era de noche y la ciudad se ve\u00eda oscura sin sus farolas. Sin embargo, no estaba completamente oscuro, porque algunas de las ventanas estaban iluminadas.<\/p>\n

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Pude ver tres contornos de techos. Los numerosos edificios de cinco pisos conocidos como Jruschovki, los m\u00e1s baratos de todos, parec\u00edan la maleza de un bosque tropical. Ten\u00edan las ventanas m\u00e1s iluminadas: una o incluso dos de tres.<\/p>\n

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Las filas de casas prefabricadas de nueve pisos que se encontraban entre ellas ten\u00edan menos ventanas iluminadas, aproximadamente una de cada cinco. Pero los edificios m\u00e1s altos ten\u00edan diecis\u00e9is pisos, esbeltos, elegantes y caros, y eran los m\u00e1s oscuros. Parece que el porcentaje de personas que pudieron cruzar la frontera y salir del pa\u00eds fue directamente proporcional a su capacidad de pago.<\/p>\n

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Vi una cu\u00f1a negra en la parte norte de Kharkiv donde probablemente se hab\u00eda ido la electricidad, pero en general la ciudad parec\u00eda estar en buen estado. No pod\u00eda ver las calles porque no estaban iluminadas, pero el aire era muy claro.<\/p>\n

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Muy lejos, en alg\u00fan lugar de los campos m\u00e1s all\u00e1 de los l\u00edmites de la ciudad, algunas luces brillantes se mov\u00edan lentamente y me sorprendi\u00f3 lo lejos que puede ver el ojo cuando la noche es clara y oscura. No hab\u00eda viento y el silencio era perfecto. Mucho m\u00e1s abajo, en el callej\u00f3n al pie del edificio, una fina capa de hielo se resquebrajaba bajo las ruedas de los coches y una mujer re\u00f1\u00eda a su marido por algo eminentemente sin importancia.<\/p>\n

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Pero eso fue ayer y las cosas han cambiado desde entonces. Ahora tenemos un corte de energ\u00eda total. Nadie sabe qu\u00e9 sucedi\u00f3, c\u00f3mo y por qu\u00e9, porque Internet y la conexi\u00f3n del tel\u00e9fono m\u00f3vil se cortaron de inmediato. Los rusos probablemente nos dispararon otro centenar o m\u00e1s de nuevos cohetes.<\/p>\n

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Lo \u00fanico que tiene en abundancia durante un corte de energ\u00eda es tiempo. No puedes hacer nada \u00fatil y de repente te sientes vac\u00edo. Las habitaciones se est\u00e1n poniendo m\u00e1s fr\u00edas ya que no tenemos calefacci\u00f3n central y es poco probable que vuelva a funcionar pronto. Da igual donde tengas fr\u00edo, dentro o fuera, me digo y salgo.<\/p>\n

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La ciudad en el apag\u00f3n no es negra, pero tiene al menos cincuenta y un tonos de gris, tal vez m\u00e1s, porque est\u00e1 iluminada por la nieve que baila y se acuesta. La nevada ha partido las ramas de los \u00e1rboles, haciendo que cada peque\u00f1a ramita parezca tan gruesa como mi mu\u00f1eca. Algunos ni\u00f1os, casi invisibles ellos mismos, construyen mu\u00f1ecos de nieve invisibles. Las luces traseras de un autom\u00f3vil que pasa ocasionalmente pintan todo el bosque m\u00e1gico de \u00e1rboles nevados de color rosa brillante. Tengo una l\u00e1mpara LED conmigo, pero no la uso. La nieve en s\u00ed es lo suficientemente ligera incluso cuando el cielo est\u00e1 oscuro y nublado.<\/p>\n

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Entonces entro en el mismo edificio en el que estaba ayer.<\/p>\n

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El ascensor no funciona ahora y tengo que subir las escaleras hasta el \u00faltimo piso. El hueco de la escalera est\u00e1 helado y sombr\u00edo como una mina siberiana abandonada. Enciendo mi linterna LED y, con cada exhalaci\u00f3n, veo un cono de vapor arremolinado atrapado en la luz.<\/p>\n

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Ahora estoy parado en el balc\u00f3n del \u00faltimo piso mirando los mismos edificios que vi ayer. No se sumergen en negro. Las luces aisladas que brillan desde adentro no se quedan quietas como antes, sino que se balancean de izquierda a derecha o de arriba hacia abajo. Los edificios se asemejan a criaturas de aguas profundas, parcialmente transparentes y brillando con una luz inquietantemente p\u00e1lida.<\/p>\n

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Solo veo algunos autos porque la pared de los edificios los oculta, as\u00ed que no s\u00e9 a d\u00f3nde van los caminos. Toda la ciudad yace debajo y frente a m\u00ed como un vasto campo de brasas muertas. De repente noto rayas brillantes en el cielo. Al momento siguiente me doy cuenta de lo que es: son las luces de los autos que circulan por las calles oscuras, reflejadas en las nubes bajas. Frente a m\u00ed est\u00e1 el mapa negativo de la ciudad sin luz colgando en el aire.<\/p>\n

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Incluso puedes ver algunas calles y avenidas en el cielo.<\/p>\n

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a persona<\/h3>\n
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\"Sergei<\/div>\n

PD<\/span><\/p>\n<\/div>\n

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Sergei Gerasimov – \u00bfQu\u00e9 es la guerra?<\/h2>\n

De los diarios de guerra escritos despu\u00e9s de la invasi\u00f3n rusa de Ucrania el 24 de febrero, los de Sergei Vladimirovich Gerasimov se encuentran entre los m\u00e1s inquietantes y conmovedores. Combinan el poder de observaci\u00f3n y conocimiento de la naturaleza humana, la empat\u00eda y la imaginaci\u00f3n, el sentido del absurdo y la inteligencia inquisitiva. Gerasimov naci\u00f3 en Kharkiv en 1964. Estudi\u00f3 psicolog\u00eda y m\u00e1s tarde escribi\u00f3 un libro de texto de psicolog\u00eda para escuelas y art\u00edculos cient\u00edficos sobre la actividad cognitiva. Sus ambiciones literarias han sido hasta ahora la ciencia ficci\u00f3n y la poes\u00eda. Gerasimov y su esposa viven en el centro de Kharkiv en un apartamento en el tercer piso de un edificio de gran altura. La NZZ public\u00f3 71 \u00abNotas de la guerra\u00bb en la primavera y 69 en el verano. La primera parte ya est\u00e1 disponible como libro en DTV bajo el t\u00edtulo \u00abFeuerpanorama\u00bb. Por supuesto, el autor no se queda sin material. \u2013 Aqu\u00ed est\u00e1 la contribuci\u00f3n 67 de la tercera parte.<\/p>\n<\/div>\n

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Traducido del ingl\u00e9s por Andreas Breitenstein.<\/p>\n

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Serie: \u00abDiario de guerra de Kharkiv\u00bb
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Tras un descanso, el escritor ucraniano Sergei Gerasimov ha continuado con su diario de guerra. Desde el comienzo de los combates, inform\u00f3 sobre los horrores y absurdos de la vida cotidiana en el centro de su ciudad natal de Kharkiv, que todav\u00eda est\u00e1 siendo bombardeada.<\/p>\n<\/div><\/div>\n

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