{"id":389652,"date":"2023-01-07T04:12:22","date_gmt":"2023-01-07T04:12:22","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/hace-diez-meses-los-ucranianos-buscaban-proteccion-hoy-buscan-trabajo-pero-muchos-fracasan-una-de-ellas-es-natalia-samburska-por-que-es\/"},"modified":"2023-01-07T04:12:24","modified_gmt":"2023-01-07T04:12:24","slug":"hace-diez-meses-los-ucranianos-buscaban-proteccion-hoy-buscan-trabajo-pero-muchos-fracasan-una-de-ellas-es-natalia-samburska-por-que-es","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/hace-diez-meses-los-ucranianos-buscaban-proteccion-hoy-buscan-trabajo-pero-muchos-fracasan-una-de-ellas-es-natalia-samburska-por-que-es\/","title":{"rendered":"Hace diez meses, los ucranianos buscaban protecci\u00f3n, hoy buscan trabajo, pero muchos fracasan. Una de ellas es Natalia Samburska. \u00bfPor qu\u00e9 es?"},"content":{"rendered":"


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Escap\u00f3 de Kharkiv y ahora vive en Z\u00farich Unterland: la historia de un contador que finalmente quiere volver a ser \u00ab\u00fatil\u00bb.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Natalia Samburska huy\u00f3 a Suiza desde Ucrania y ahora est\u00e1 buscando trabajo.<\/h2>\n

Vera Hartmann para NZZ<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Natalia Samburska se ve tensa. Ella est\u00e1 sentada en la mesa de la cocina, sus ojos brillan, est\u00e1 agarrando la mesa con una mano y sosteniendo una taza de caf\u00e9 en la otra mano. Samburska, de 38 a\u00f1os, nunca ha dado una entrevista. \u00bfPor qu\u00e9 deber\u00eda? En Ucrania era contadora, un buen trabajo pero nada especial. <\/p>\n

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Si Vladimir Putin no hubiera atacado Ucrania el 24 de febrero de 2022, Natalia Samburska probablemente estar\u00eda sentada en una silla de oficina en su pa\u00eds de origen, llamando por tel\u00e9fono o escribiendo. En cambio, vive en un pueblo de 4.000 habitantes en Z\u00farich Unterland y est\u00e1 buscando trabajo.<\/p>\n

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La guerra de Ucrania no solo cambi\u00f3 radicalmente la vida de Samburska de un d\u00eda para otro. Seg\u00fan el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), casi ocho millones de ucranianos han huido del pa\u00eds. M\u00e1s de 70.000 huyeron a Suiza. 11.000 han encontrado su hogar temporal en el cant\u00f3n de Z\u00farich, algunos quiz\u00e1s su hogar permanente. Aqu\u00ed no tienen que temer ataques militares ni cortes de energ\u00eda. Pero antes de las cancelaciones de trabajo.<\/p>\n

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Aproximadamente uno de cada seis refugiados ucranianos en Suiza ha encontrado protecci\u00f3n en el cant\u00f3n de Z\u00farich<\/h3>\n

N\u00famero de solicitudes aprobadas para el estado S a fines de noviembre\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

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miedo total<\/strong><\/span><\/h2>\n

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Hasta hace poco, Natalia Samburska viv\u00eda en Poltava, a dos horas en coche de Kharkiv. \u00abLa versi\u00f3n ucraniana de Winterthur\u00bb, as\u00ed describe su ciudad natal. Junto con su madre de 68 a\u00f1os y su hija de 3 a\u00f1os, Samburska se fue de Ucrania a Varsovia poco despu\u00e9s del comienzo de la guerra. A partir de ah\u00ed la familia quer\u00eda continuar a Portugal. Samburska dice que le prometieron un trabajo. Entonces de repente dijo: No funciona.<\/p>\n

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La hija estaba enferma y la madre solo ten\u00eda ropa de verano en su equipaje, por lo que Samburska tuvo que cambiar de opini\u00f3n espont\u00e1neamente. Una vez aprendi\u00f3 alem\u00e1n en la escuela. En lugar de ir a Portugal, los tres tomaron el autob\u00fas a Suiza.<\/p>\n

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El 25 de marzo, la familia lleg\u00f3 al Centro Federal de Asilo en el sitio de Duttweiler en Z\u00farich. Natalia Samburska dice que no ten\u00eda idea de qu\u00e9 esperar. \u00abFue un miedo total\u00bb. Al principio habr\u00edan tenido que esperar mucho tiempo en la calle. Luego habr\u00edan pasado dos d\u00edas en el centro de asilo. La madre de Samburska pregunt\u00f3: \u00abNatalia, \u00bfest\u00e1s segura de que fue la decisi\u00f3n correcta?\u00bb. Natalia dijo que s\u00ed, pero dud\u00f3.<\/p>\n

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Dos d\u00edas despu\u00e9s, la familia fue conducida al centro de asilo en Embrach. \u00abNos dijeron que nos subi\u00e9ramos al autob\u00fas\u00bb. Samburska dice que no sab\u00eda ad\u00f3nde iban. La familia vivi\u00f3 en Embrach hasta mediados de abril. Un d\u00eda el nombre Samburska estaba en una lista. Cualquiera en la lista debe empacar sus maletas inmediatamente. Al d\u00eda siguiente se trasladaron a Pfungen en Z\u00farich Unterland.<\/p>\n

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Al principio, los responsables de la comunidad estaban abrumados, al menos esa es la impresi\u00f3n de Samburska. \u00abEra una situaci\u00f3n completamente nueva para todos\u00bb. Pero pronto not\u00f3 que Pfungen era una comunidad \u00abbuena\u00bb y \u00ababierta\u00bb. La trabajadora social la ayud\u00f3 con los formularios y pronto consiguieron un apartamento. Samburska dice: \u00abEste es nuestro nuevo hogar\u00bb.<\/p>\n

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Pero cuatro paredes propias no son suficientes para olvidar la guerra. <\/p>\n

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Solicitud, rechazo, solicitud, rechazo<\/span><\/h2>\n

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Al principio no quer\u00eda hablar, dice Natalia Samburska. Ni con los otros refugiados, ni con los suizos. Luchando con sus propios problemas, se qued\u00f3 en casa con su madre y su hija. Protegido del mundo que se derrumb\u00f3 para la familia Samburska en unas pocas horas el 24 de febrero.<\/p>\n

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Samburska dice que nunca ha sufrido depresi\u00f3n en su vida. \u00abEn alg\u00fan momento entend\u00ed que necesitaba terapia\u00bb.<\/p>\n

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La guerra ya ha durado diez meses. Samburska ha entrado en una nueva etapa, como ella misma dice: \u00abVuelvo a tener fuerzas para encontrarme con otras personas\u00bb. Sobre todo, necesitan la energ\u00eda que han recuperado para encontrar trabajo.<\/p>\n

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La familia vive actualmente de la asistencia social. Seg\u00fan la Oficina de Estad\u00edstica del Cant\u00f3n de Z\u00farich, normalmente pasan ocho meses antes de que las personas desempleadas puedan reintegrarse al mercado laboral en el Cant\u00f3n de Z\u00farich. Para los ucranianos, las experiencias traum\u00e1ticas o la falta de habilidades ling\u00fc\u00edsticas suelen dificultar la integraci\u00f3n.<\/p>\n

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Para refrescar sus conocimientos de alem\u00e1n, Natalia Samburska ha asistido a un curso de idiomas durante los \u00faltimos tres meses. Le dijeron que el certificado era secundario. En primer lugar, debe poder demostrarle a su empleador que habla alem\u00e1n.<\/p>\n

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Samburska, anteriormente una exitosa contadora, est\u00e1 comenzando desde cero en Suiza. Es dif\u00edcil para ellos encontrar un trabajo porque su educaci\u00f3n no es reconocida aqu\u00ed. \u00abDespu\u00e9s de solo dos semanas, estaba claro para m\u00ed que era imposible encontrar un trabajo como contable en Suiza\u00bb.<\/p>\n

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El balance despu\u00e9s de un mes: ni una sola entrevista de trabajo, sino rechazos masivos. Ella env\u00eda m\u00e1s de 15 solicitudes por mes. No es raro que el rechazo siga al d\u00eda siguiente. Mientras tanto, Samburska ya no busca trabajo como contable, sino como asistente de oficina. A pesar de ello, hasta el momento solo ha recibido rechazos.<\/p>\n

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\"Natalia <\/div>
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Natalia Samburska escribe al menos 15 solicitudes por mes.<\/h2>\n

Vera Hartmann para NZZ<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Muchos ucranianos son como Natalia Samburska. A fines de noviembre, solo el 15,3 por ciento de las mujeres y el 18,5 por ciento de los hombres en el cant\u00f3n de Z\u00farich estaban trabajando, a pesar de que el estado de protecci\u00f3n S permite el pleno acceso al mercado laboral suizo. \u00bfPor qu\u00e9 todav\u00eda es dif\u00edcil para muchos encontrar trabajo?<\/p>\n

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Seg\u00fan la Oficina de Econom\u00eda y Trabajo del Cant\u00f3n de Z\u00farich, los centros regionales de empleo (RAV) se esfuerzan por integrar a los solicitantes de empleo ucranianos en el mercado laboral lo m\u00e1s r\u00e1pido posible. El portavoz de los medios Fabi\u00e1n Boller escribe a pedido: \u00abNo siempre es f\u00e1cil porque estas personas provienen de una cultura diferente\u00bb.<\/p>\n

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Muchos primero tendr\u00edan que aprender c\u00f3mo funciona el mercado laboral suizo. La situaci\u00f3n no solo se complica por la falta de habilidades ling\u00fc\u00edsticas y la traumatizaci\u00f3n. Boller se\u00f1ala que la mayor\u00eda de los refugiados son mujeres con ni\u00f1os. \u00abTambi\u00e9n tienen que organizar el cuidado de los ni\u00f1os\u00bb, dice Boller. Si tiene en cuenta todos estos factores, la tasa de empleo del 16 por ciento es bastante impresionante.<\/p>\n

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En nombre de la asociaci\u00f3n de empleadores, el Instituto Sotomo encuest\u00f3 recientemente a 376 empresas suizas donde vieron los obst\u00e1culos para contratar ucranianos. Los obst\u00e1culos mencionados con m\u00e1s frecuencia fueron la falta de conocimientos de idiomas, la falta de necesidad de trabajadores adicionales y la falta de cualificaci\u00f3n. El 56 por ciento de las empresas estaban b\u00e1sicamente dispuestas a contratar refugiados de Ucrania.<\/p>\n

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Los obst\u00e1culos en el mercado laboral<\/h3>\n

Obst\u00e1culos para contratar refugiados ucranianos, como porcentaje de las 376 empresas encuestadas\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

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Natalia Samburska sospecha que algunos empleadores tambi\u00e9n temen que los ucranianos se vayan repentinamente a casa. De hecho, el presidente de los empleadores, Valentin Vogt, dijo a la NZZ en agosto que pensaba que tendr\u00eda sentido que los empleadores, al contratar a refugiados ucranianos, tuvieran la certeza de que los afectados podr\u00edan quedarse al menos un a\u00f1o. Samburska espera que la extensi\u00f3n del estatus de protecci\u00f3n decidida por el Consejo Federal en noviembre mejore la situaci\u00f3n: \u00abQuiz\u00e1s algunos empleadores cambien de opini\u00f3n\u00bb.<\/p>\n

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Cuando se le pregunta si los empleadores suizos son demasiado exigentes, Samburska responde: \u201cTal vez. Pero la entiendo. Esa es tambi\u00e9n la raz\u00f3n por la cual la econom\u00eda es tan exitosa\u00bb.<\/p>\n

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El hecho de que no tenga trabajo es una carga para Samburska. Algunas personas le dicen: \u00abTienes un permiso S, \u00bfpor qu\u00e9 no trabajas?\u00bb Entonces ella no sabe qu\u00e9 responder. La mayor\u00eda de las veces solo dice: \u00abEstoy mirando\u00bb. En la conversaci\u00f3n, Samburska enfatiza varias veces que est\u00e1 agradecida por la ayuda social. Pero tambi\u00e9n dice: \u00abQuiero ser \u00fatil\u00bb.<\/p>\n

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Ligeramente m\u00e1s hombres est\u00e1n empleados que mujeres<\/h3>\n

Proporci\u00f3n de personas ocupadas entre las personas empleables (18-65 a\u00f1os) con estatus S, en porcentaje\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

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Cuando el trabajo no vale la pena financieramente<\/span><\/h2>\n

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Natalia Samburska no solo escribe una solicitud tras otra, sino que tambi\u00e9n es voluntaria en la asociaci\u00f3n \u00abBuenos amigos de Ucrania\u00bb. El club fue fundado por un nativo de Ucrania. julia peters<\/a> fundado. Sus miembros est\u00e1n comprometidos con la integraci\u00f3n de los refugiados ucranianos, les asesoran en \u00e1reas como el derecho o la educaci\u00f3n y distribuyen ayudas.<\/p>\n

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Peters dice que muchos refugiados ucranianos se encuentran en la misma situaci\u00f3n que Natalia Samburska. No solo quer\u00edan obtener dinero, quer\u00edan ser \u00fatiles. \u00abEncontrar trabajo en Suiza es el problema que m\u00e1s preocupa a los ucranianos en este momento\u00bb.<\/p>\n

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Una dificultad es que para muchos no vale la pena trabajar desde el punto de vista financiero. La raz\u00f3n: los ingresos se acreditan a la asistencia social. Peters dice: \u00abSe necesita un muy buen salario para superar el l\u00edmite de asistencia social\u00bb. Al mismo tiempo, muchos empleadores intentaron reducir los salarios. Seg\u00fan Peters, a la mayor\u00eda de los refugiados ucranianos se les ofrece un salario de entre CHF 3.000 y CHF 4.000. Despu\u00e9s de todas las deducciones, reciben pr\u00e1cticamente la misma cantidad de dinero que si no estuvieran trabajando. <\/p>\n

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Peters ve otro obst\u00e1culo en la comunicaci\u00f3n entre posibles empleadores y refugiados ucranianos. Se necesitan m\u00e1s personas que hayan vivido en Suiza durante mucho tiempo, conozcan ambos idiomas y culturas y puedan transmitirlos. Tambi\u00e9n se requiere flexibilidad: \u201cTanto los ucranianos como los empleadores deben estar abiertos al cambio. En \u00faltima instancia, los beneficia a ambos\u00bb. <\/p>\n

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El regreso no es una opci\u00f3n<\/span><\/h2>\n

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Julia Peters supone que a\u00fan m\u00e1s personas vendr\u00e1n a Suiza desde Ucrania. Y cree que la mayor\u00eda de los ucranianos menores de 40 a\u00f1os se quedar\u00e1n en Suiza. \u00abLos ancianos han pasado casi toda su vida en Ucrania. Regresar\u00e1n tan pronto como sea posible\u00bb. <\/p>\n

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Regresar a Ucrania actualmente no es una opci\u00f3n para Natalia Samburska. En octubre ten\u00eda un gran deseo de volver a casa, volver a su vida anterior. \u201cPero en mi ciudad natal no hay luz ni calefacci\u00f3n. Todav\u00eda hay guerra all\u00ed\u00bb. El hecho de que ni siquiera pudiera cocinar para su hija o ba\u00f1arla all\u00ed la devolvi\u00f3 a la realidad. Samburska dice: \u00abTengo nostalgia, pero tambi\u00e9n tengo suerte de poder estar en Suiza\u00bb.<\/p>\n

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Al final, Samburska tuvo suerte a la hora de buscar trabajo: poco antes de que se publicara este texto, finalmente le ofrecieron un trabajo.<\/p>\n

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