Corte Carl\/Getty<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
6 de diciembre de 2022<\/p>\n
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El nombre de la parada de autob\u00fas, North Saltivka, suena sombr\u00edo, pero la vida ya est\u00e1 volviendo aqu\u00ed.<\/p>\n
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Los due\u00f1os de los apartamentos contratan trabajadores para reparar los agujeros en las paredes con ladrillos, confiados en que la guerra no volver\u00e1. Es muy poco probable que el ej\u00e9rcito ucraniano alguna vez permita que el enemigo se acerque tanto a Kharkiv como lo hizo en febrero y marzo. Cualquiera que sea la raz\u00f3n, un error fatal o una traici\u00f3n, no volver\u00e1 a suceder. Las calles ya no est\u00e1n vac\u00edas. Tres personas est\u00e1n paradas en la parada del autob\u00fas y dos m\u00e1s se acercan.<\/p>\n
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Mientras reflexiono sobre esto, suena la alarma.<\/p>\n
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Un hombre mira al cielo y maldice.<\/p>\n
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\u00abOh, no otra vez\u00bb, dice una mujer con cansancio.<\/p>\n
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Los trabajadores que tapan los agujeros en las paredes con ladrillos contin\u00faan su trabajo imperturbables. A nadie le importa mucho la alarma.<\/p>\n
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Despu\u00e9s de un rato escucho el sonido de una explosi\u00f3n en la distancia. El viento fr\u00edo lo lleva desde los campos hacia el norte.<\/p>\n
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Me encuentro con algunos j\u00f3venes, probablemente voluntarios, tratando de capturar con delicadeza a un perro callejero. Sostienen peque\u00f1os paquetes de comida para perros y los sacuden. El peque\u00f1o extraviado blanco la mira con desconfianza.<\/p>\n
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\u00ab\u00a1Me puedo follar a m\u00ed mismo!\u00bb est\u00e1 escrito en su rostro. Si le mostraran un hueso con un trozo de carne, no ser\u00eda un problema.<\/p>\n
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Los voluntarios est\u00e1n haciendo un gran trabajo. Proporcionan nuevas familias para muchos perros callejeros del norte de Saltivka, probablemente cientos de ellos. Un amigo m\u00edo ya ha adoptado un perro as\u00ed. Las mascotas deben ser amadas y cuidadas. No es tu culpa que los humanos a veces se comporten peor que los peores animales.<\/p>\n
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Hay un refugio de hormig\u00f3n cerca de la parada de autob\u00fas. Parece una choza, con paredes de hormig\u00f3n armado de al menos un pie de espesor. Que yo sepa, pesa cien toneladas. Un generador diesel traquetea y las puertas de pl\u00e1stico est\u00e1n bien cerradas, lo que significa que debe estar caliente adentro.<\/p>\n
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Decido entrar, no porque tenga miedo de los proyectiles rusos, sino porque hoy hace seis grados bajo cero y el viento del norte es muy fr\u00edo. En el interior es tan c\u00e1lido como el para\u00edso. Reconozco dos filas de asientos contra las paredes. Una c\u00e1mara de vigilancia me muestra en una pantalla: soy bastante guapo para mi edad. Otra c\u00e1mara muestra el refugio de la parada de autob\u00fas con gente congel\u00e1ndose en el banco.<\/p>\n
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En el a\u00f1o 2021 de Corona hubo un chiste que dec\u00eda algo as\u00ed: Es realmente molesto usar cubrebocas todo el tiempo, pero si tenemos una pandemia con un virus intestinal el pr\u00f3ximo a\u00f1o, tendremos que ponernos pa\u00f1ales cada vez que vayamos. afuera.<\/p>\n
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En aquel entonces, nadie podr\u00eda haber imaginado que 2022 traer\u00eda cosas mucho peores que los pa\u00f1ales: refugios antia\u00e9reos en las paradas de autob\u00fas.<\/p>\n
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Una mujer con cara de enojo carga su tel\u00e9fono m\u00f3vil en \u00e9l.<\/p>\n
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\u00abHace mucho calor aqu\u00ed\u00bb, le digo.<\/p>\n
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He estado en un refugio de cemento no lejos de la calle donde vivo. Brrr No ten\u00eda puertas en absoluto, y un viento fr\u00edo barr\u00eda el tubo, cuyos agujeros de puerta estaban rodeados de escarcha.<\/p>\n
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\u00abS\u00ed, hace calor\u00bb, responde la mujer. \u00ab\u00a1Pero no hemos tenido calefacci\u00f3n central en nuestro apartamento durante cinco d\u00edas!\u00bb<\/p>\n
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\u00abNosotros tampoco\u00bb, digo.<\/p>\n
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\u00ab\u00a1Eso es lo que quiero decir! \u00a1Toda la ciudad tiene calefacci\u00f3n y electricidad, excepto Saltivka del Norte!\u00bb<\/p>\n
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Ella parece pensar que soy un local.<\/p>\n
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\u00ab\u00a1Eso no es cierto! En el centro tampoco tenemos calefacci\u00f3n ni electricidad \u2014le digo, pero no me escucha.<\/p>\n
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Ella me cuenta c\u00f3mo el gobierno de la ciudad la enga\u00f1\u00f3 al persuadirla para que regresara a su casa, prometi\u00e9ndole que all\u00ed tendr\u00eda agua caliente, calefacci\u00f3n y electricidad. Ella regres\u00f3, \u00a1y he aqu\u00ed! Ahora tiene que cargar su tel\u00e9fono celular en un refugio antia\u00e9reo.<\/p>\n
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\u00ab\u00a1Es la mafia de la electricidad!\u00bb, dice enojada. \u00ab\u00a1Lo hacen a prop\u00f3sito para vender m\u00e1s generadores de energ\u00eda!\u00bb<\/p>\n
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Ella no asocia la situaci\u00f3n con los misiles rusos en absoluto. Entra una joven gru\u00f1ona con un piercing plateado en la nariz. Ella escucha la historia de la mafia de la electricidad y pone cara de \u00abestoy enojada con todo el mundo\u00bb.<\/p>\n
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Miro una de las pantallas y veo que la parada de autob\u00fas ya est\u00e1 llena de gente. Con o sin calefacci\u00f3n, North Saltivka vuelve a cobrar vida.<\/p>\n
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