\n<\/p>\n
Un sat\u00e9lite de la NASA de 5400 libras ha vuelto a caer a salvo a la Tierra despu\u00e9s de 38 a\u00f1os en el espacio.<\/p>\n
El Sat\u00e9lite de Balance de Radiaci\u00f3n Terrestre retirado (ERBS) ingres\u00f3 a la atm\u00f3sfera de la Tierra sobre el Mar de Bering entre Alaska y el este de Rusia a las 11:04 p. m. ET el domingo 8 de enero, confirm\u00f3 la NASA en un tuit.<\/p>\n
Si bien gran parte del sat\u00e9lite se habr\u00e1 quemado cuando ingres\u00f3 a la atm\u00f3sfera de la Tierra a alta velocidad, existe la posibilidad de que algunas partes lleguen al nivel del mar. Sin embargo, hasta el lunes, no ha habido informes de incidentes relacionados con la ca\u00edda de escombros.<\/p>\n
El ERBS fue puesto en \u00f3rbita por el transbordador espacial Challenger en octubre de 1984. La nave espacial formaba parte de la misi\u00f3n del Experimento del presupuesto de radiaci\u00f3n de la Tierra (ERBE) de tres sat\u00e9lites de la NASA y llevaba consigo tres instrumentos: dos para tomar medidas del presupuesto de energ\u00eda radiativa de la Tierra y uno para medir los constituyentes estratosf\u00e9ricos, incluido el ozono.<\/p>\n
\u201cEl balance de energ\u00eda, el equilibrio entre la cantidad de energ\u00eda del sol que la Tierra absorbe o irradia, es un indicador importante de la salud del clima, y \u200b\u200bcomprenderlo tambi\u00e9n puede ayudar a revelar patrones clim\u00e1ticos\u201d, dijo la NASA en una publicaci\u00f3n en su sitio web. \u201cLas concentraciones de ozono en la estratosfera juegan un papel importante en la protecci\u00f3n de la vida en la Tierra de la da\u00f1ina radiaci\u00f3n ultravioleta\u201d.<\/p>\n
Cuando comenz\u00f3 su viaje en 1984, se esperaba que ERBS operara solo dos a\u00f1os, pero termin\u00f3 transmitiendo datos durante 21 a\u00f1os hasta su retiro en 2005.<\/p>\n
La destrucci\u00f3n de ERBS significa un poco menos de basura espacial en la \u00f3rbita terrestre baja. Si hubiera sido golpeado por otro pedazo de chatarra en los \u00faltimos a\u00f1os, podr\u00eda haberse roto en numerosas partes, creando a\u00fan m\u00e1s escombros en el proceso.<\/p>\n
Los desechos espaciales, que provienen de sat\u00e9lites viejos y partes de cohetes, son un peligro para los sat\u00e9lites operativos, incluida la Estaci\u00f3n Espacial Internacional, que ocasionalmente tiene que ajustar su \u00f3rbita para esquivar la basura entrante.<\/p>\n