\n
Los polic\u00edas ahuyentan a los manifestantes.<\/h2>\n <\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
<\/p>\n\n <\/div>
\n
Varios grupos de manifestantes se han refugiado en los graneros. Uno observa lo que sucede afuera a trav\u00e9s de la puerta.<\/h2>\n <\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
<\/p>\n
Gritos y rifirrafes acompa\u00f1an la evacuaci\u00f3n<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Pero un poco m\u00e1s tarde, los funcionarios avanzan en largas cadenas. El mi\u00e9rcoles por la ma\u00f1ana temprano, la polic\u00eda logr\u00f3 acercar a muchos polic\u00edas al pueblo ocupado sin ning\u00fan problema. La polic\u00eda hablar\u00e1 m\u00e1s tarde de m\u00e1s de mil agentes de la ley en acci\u00f3n. R\u00e1pidamente separan a los grupos individuales que quieren interponerse en el camino de la evacuaci\u00f3n. Rugidos y rifirrafes con los manifestantes empujados acompa\u00f1an el proceso.<\/p>\n
<\/p>\n
Pronto aparecen agentes de polic\u00eda en todo el pueblo: la pesadilla de todos los manifestantes se ha hecho realidad. Sobre las nueve de la ma\u00f1ana, la polic\u00eda pidi\u00f3 por primera vez por megafon\u00eda abandonar el recinto voluntariamente. Cualquiera que siga esto no tiene m\u00e1s consecuencias que temer. Despu\u00e9s de un per\u00edodo de 15 minutos, amenazar\u00eda con medidas coercitivas. Estas llamadas se realizan varias veces a partir de entonces. Luego, algunos manifestantes abandonaron el lugar voluntariamente. No habr\u00e1 vuelta atr\u00e1s para ellos. Se est\u00e1 erigiendo una cerca del sitio alrededor del sitio a gran velocidad. La velocidad a la que est\u00e1 ocurriendo todo esto sorprendi\u00f3 incluso a los manifestantes.<\/p>\n
<\/p>\n
Para muchos, L\u00fctzerath era una utop\u00eda de izquierda<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Uno de ellos se sienta en un mon\u00f3pode como un santo pilar antiguo. Durante horas, el encapuchado de 22 a\u00f1os ha estado resistiendo en la alta estela de madera, a pesar del viento y el clima. Quiere hacer m\u00e1s dif\u00edcil el desalojo. \u201cLa polic\u00eda es r\u00e1pida, eso es cierto. Pero tenemos muchas casas en los \u00e1rboles. Tardaremos una eternidad en borrarlos\u00bb, est\u00e1 seguro. Como la mayor\u00eda de los manifestantes, no quiere revelar su nombre.<\/p>\n
<\/p>\n\n <\/div>
\n
Un demostrador se sienta en un llamado monopi\u00e9. El r\u00e1pido avance de la polic\u00eda lo sorprendi\u00f3.<\/h2>\n <\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
<\/p>\n\n <\/div>
\n
Un dormitorio en una casa okupa en L\u00fctzerath.<\/h2>\n <\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
<\/p>\n\n <\/div>
\n
Los agentes de polic\u00eda examinan los \u00e1rboles entre los que cuelga un manifestante de una viga.<\/h2>\n <\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
<\/p>\n
De hecho, las ventosas construcciones de madera, algunas de las cuales est\u00e1n instaladas a gran altura, suponen un desaf\u00edo para la polic\u00eda, que necesita veh\u00edculos elevadores y fuerzas especiales, los llamados equipos de intervenci\u00f3n en altura. Los que se han atrincherado all\u00ed van en serio. Muchas de las personas, en su mayor\u00eda j\u00f3venes, que se han asentado en L\u00fctzerath durante los \u00faltimos dos a\u00f1os, ya sea por completo o temporalmente, no solo quieren servir a la protecci\u00f3n del clima. Pegatinas y esl\u00f3ganes por los derechos de las personas trans y contra el sexismo, por las fronteras abiertas y contra el racismo se pueden encontrar en todas partes. Para muchos, L\u00fctzerath era una utop\u00eda de izquierda, una apuesta contra el \u201ccapitalismo f\u00f3sil\u201d, una alternativa al orden existente.<\/p>\n
<\/p>\n
\u00abEl autogobierno es la meta\u00bb<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
\u00abLo que queremos no es mucho. El autogobierno es la meta\u201d, resuena de un lado a otro entre los edificios en los que se han refugiado j\u00f3venes encapuchados de negro. Un s\u00edmbolo en la entrada los identifica como simpatizantes del extremista de izquierda Antifa. Llaman a la polic\u00eda comentarios en parte arrogantes – \u00abcorre todo lo que puedas\u00bb – en parte insultos. Son unos cerdos y unos gamberros mal pagados que deber\u00edan irse a la mierda. S\u00ed, los polic\u00edas tambi\u00e9n tienen nombres y direcciones, otros amenazan. En una guitarra, una joven canta \u00abNo vale la pena cumplir la ley, mi amor\u00bb con la melod\u00eda de un conocido \u00e9xito. Las botellas salen volando del edificio en direcci\u00f3n a la polic\u00eda. Ella se retira.<\/p>\n
<\/p>\n
La violencia estall\u00f3 en otros lugares poco despu\u00e9s de que comenzara la evacuaci\u00f3n. Un extremista clim\u00e1tico dispara toda una bater\u00eda de petardos contra un equipo de polic\u00eda. Tambi\u00e9n se lanzan piedras y c\u00f3cteles molotov. Por la tarde, sin embargo, la polic\u00eda solo ten\u00eda un trabajador levemente herido para informar. Ni los polic\u00edas ni los manifestantes resultaron gravemente heridos.<\/p>\n
<\/p>\n\n <\/div>
\n
Una barricada en llamas cerca de uno de los grandes graneros de L\u00fctzerath.<\/h2>\n <\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
<\/p>\n\n <\/div>
\n
La evacuaci\u00f3n de la ciudad de L\u00fctzerath comienza el mi\u00e9rcoles, los agentes de polic\u00eda marchan hacia la aldea desde varias direcciones. Cien personas son disparadas con fuegos artificiales.<\/h2>\n <\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
<\/p>\n
Alrededor del mediod\u00eda, mientras el desalojo est\u00e1 en pleno apogeo, los manifestantes juguetean con un cartel de cart\u00f3n en el patio de un edificio ocupado. \u00abBloqueo no violento\u00bb, dice. Varios j\u00f3venes est\u00e1n agachados en el suelo y pintan las letras may\u00fasculas con l\u00e1pices de colores. \u201cDefinitivamente estamos en contra de la violencia\u201d, explica un joven. Tampoco quiere dar su nombre. Pero uno pod\u00eda entender que otros hab\u00edan tenido malas experiencias con la polic\u00eda y quer\u00edan contraatacar. Eso no suena como una distinci\u00f3n incondicional.<\/p>\n
<\/p>\n