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\n Foto: Scott Garfield\/Netflix<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\nEl sistema de estudios de Hollywood se toma un respiro cada enero, despu\u00e9s de haber presentado a sus grandes contendientes al Oscar en los dos meses anteriores y, hasta cierto punto, lo mismo ocurre con Netflix. La diferencia es que el transmisor no est\u00e1 llenando el espacio libre de programaci\u00f3n con basura, sino con el tipo de t\u00edtulos de bajo perfil en idiomas extranjeros que elige para una canci\u00f3n y los lanza con poca fanfarria. La propuesta de Colombia para los Oscar acompa\u00f1a a los espectadores a trav\u00e9s de la peligrosa ciudad de Medell\u00edn, mientras que una obra destacada de M\u00e9xico, que une ficci\u00f3n y realidad, analiza con ojo cr\u00edtico el reciente aumento de los secuestros en el pa\u00eds. Y aquellos que no est\u00e9n de humor para un informe aleccionador sobre el terreno de las comunidades bajo el yugo del crimen pueden buscar un perro adorable con Rob Lowe o asistir a una boda festiva y bulliciosa en Kenia. Agregue un remanente de la temporada de premios con tintes de prestigio que presenta una actuaci\u00f3n deslumbrante de Christian Bale y esos estancamientos invernales no tienen ninguna posibilidad. Siga leyendo para obtener un desglose completo de las pel\u00edculas originales de Netflix nuevas en el servicio este mes:<\/p>\n
La ciudad de Medell\u00edn, que alguna vez fue el hogar de Pablo Escobar y sigue siendo el epicentro de la floreciente industria de la coca\u00edna en Colombia, ofrece un tel\u00f3n de fondo agitado para esta mirada l\u00edrica a las vidas de cinco ni\u00f1os de la calle que intentan hacerse con un pedazo del mundo. En cuanto al l\u00edder de facto R\u00e1 (Carlos Andr\u00e9s Casta\u00f1eda), eso es literal; el territorio arrebatado a su abuela desplazada por los colonos hace a\u00f1os le ha sido devuelto como parte de un programa de restituci\u00f3n del gobierno, y todo lo que necesita hacer es ir a la tierra prometida. El viaje all\u00ed estar\u00e1 lleno de peligros, as\u00ed como peque\u00f1os respiros de la humanidad proporcionados por los amables empleados trans del hotel y las trabajadoras sexuales de mediana edad que encuentran en el camino, su camino es una muestra representativa de las diversas poblaciones que luchan por salir adelante en un entorno hostil a los j\u00f3venes. Es posible que la Academia haya pasado por alto la presentaci\u00f3n de Colombia al compilar su lista de finalistas a Mejor Largometraje Internacional, pero ejemplifica la combinaci\u00f3n de arte e identidad regional que premia las curiosidades globales.<\/p>\n\n \n<\/aside>\nTan duradero como el cuero sin curtir en el papel de un detective que persigue a un asesino oculto alrededor de 1830, Christian Bale demuestra ser un activo invaluable para este thriller de \u00e9poca a veces con una trama inestable. Bale, junto con el elenco consumado, que incluye a Gillian Anderson, Timothy Spall, Toby Jones, Charlotte Gainsbourg y Robert Duvall, suben de clase mientras se acumulan los cuerpos a los que les faltan corazones. La investigaci\u00f3n del detective Augustus Landor cuenta con la ayuda m\u00e1s significativa de un joven cadete llamado Edgar Allan Poe (Harry Melling), que aporta una fragilidad fundamentada a un concepto que alguna vez se us\u00f3 como remate en Fiesta abajo<\/em>). Todos tienen sus secretos, el mayor de los cuales se entrega al fetiche continuo de Netflix por los giros arriesgados en la hora 11, aunque todo est\u00e1 al servicio de darle a Bale m\u00e1s carne para roer. Su mirada demacrada est\u00e1 impregnada de resignaci\u00f3n que lentamente se convierte en venganza; es uno de los pocos actores con la seriedad necesaria para vender la absoluta seriedad del director Scott Cooper.<\/p>\nLos detractores de Martin Scorsese formulan muchos cargos en su contra: no tiene inter\u00e9s en sus personajes femeninos, romantiza a los s\u00e1dicos criminales, es todo estilo con poca sustancia, pero esta imitaci\u00f3n polaca de buenos muchachos<\/em> en realidad es la pel\u00edcula que los jugadores que odian acusan al art\u00edculo genuino de ser. Con un presupuesto modesto a lo largo de m\u00e1s de dos horas, esta epopeya rinky-dink traza el ascenso de un advenedizo hambriento a trav\u00e9s de las filas del mundo de las pandillas, tomando prestada la m\u00fasica de pared a pared, las plataformas rodantes de la c\u00e1mara y la energ\u00eda estridente y drogada de Henry. Las memorias del sabelotodo de Hill. Pero no se puede imitar al maestro, evidente en el descuido de los finos trazos: que nuestro hombre an\u00f3nimo (Marcin Kowalczyk) se adhiere a un c\u00f3digo moral para que no tengamos sentimientos complicados hacia \u00e9l, que su esposa (Natalia Szroeder) ofrece sonrisas l\u00edmpidas de apoyo y poco m\u00e1s, que la cinematograf\u00eda se deleita en el hedonismo degradado sin exponer el vac\u00edo enfermizo que hay debajo. Todo el mundo quiere ser Marty, pero \u00e9l camina por una cuerda floja tonal traicionera desde la que sus imitadores se plantan de cara.<\/p>\nEn este complemento ficticio del documental del cineasta de 2019 sobre el mismo tema, Nosotras<\/em>, <\/em>la directora Natalia Beristain mantiene su atenci\u00f3n en la epidemia mexicana de secuestros a manos del crimen organizado. Ella entrena su enfoque en el aspecto de g\u00e9nero de esta violencia generalizada destacando el caso de la desaparecida Gertrudis, buscada tenazmente por sus infatigables padres, Julia (Julieta Egurrola) y Arturo (Arturo Beristain, padre de Natalia), aunque solo sea para que puedan tener el cierre de su muerte. Su b\u00fasqueda desalentadora de la verdad nos lleva no solo a trav\u00e9s de su dolor aplastante, sino de todo un ecosistema social que ha surgido alrededor de esta comunidad de afectados, desde las autoridades desinteresadas bajo el control de las pandillas locales hasta los grupos de acci\u00f3n ciudadana que hacen el trabajo que la los polic\u00edas no lo har\u00e1n. Informativa sin did\u00e1ctica, conmovedora sin explotaci\u00f3n, la pel\u00edcula utiliza pinceladas de la vida real (un pu\u00f1ado de actores no profesionales muestran sus cicatrices emocionales ante la c\u00e1mara compasiva de Beristain) para subrayar la urgencia de la crisis m\u00e1s amplia que describe.<\/p>\nNetflix obtuvo los derechos de esta secuela de una comedia rom\u00e1ntica popular en Kenia, la segunda entrega de un riff yoruba en el Amor, en realidad\u2013<\/em>mosaico estilizado de acoplamientos. Un conjunto de corazones solitarios se re\u00fane en torno a una boda de destino tradicional en Mombasa: el fobia al compromiso que no se da cuenta de que necesita establecerse, la pareja que atraviesa un momento dif\u00edcil, la mujer abandonada que intenta recuperarse de su ex infiel. Compartiendo espacio con algunos otros hilos narrativos, todos est\u00e1n abarrotados en una pel\u00edcula que los empuja a trav\u00e9s de los puntos de la trama sin darles a nadie espacio para respirar; como en cualquier boda, todo parece apresurado y agitado hasta la ceremonia real, cuando la oportunidad de detenerse y reflexionar activa los detonantes sentimentales. El ta\u00f1ido de las fibras del coraz\u00f3n requiere poco esfuerzo, pero aquellos que presionan \u00abreproducir\u00bb por la misma raz\u00f3n por la que uno asiste a una boda de destino (un paisaje exuberante, la posibilidad de una conexi\u00f3n, un poco de diversi\u00f3n en un lugar desconocido) encontrar\u00e1n que sus expectativas se cumplieron.<\/p>\n\n \n<\/aside>\nMientras caminaba por los Apalaches a mediados de los a\u00f1os 90, el chico universitario Fielding Marshall (Johnny Berchtold) pierde a su angelical perro Gonker, y la b\u00fasqueda posterior acerca al miembro de la Generaci\u00f3n X a su padre adicto al trabajo (Rob Lowe) en una din\u00e1mica que se puede volver a mapear f\u00e1cilmente en Las tensiones intergeneracionales de hoy. El patetismo puro del amor entre el chico y su leal compa\u00f1ero puede llevar una pel\u00edcula bastante lejos, pero el director Stephen Herek obliga al resto del mundo a ser tan sano y serio como el dulce y confiable Gonker (llamado as\u00ed porque una vez se foll\u00f3 el mocoso Fielding en la cabeza). Nadie act\u00faa como una persona real, ni la pandilla de motociclistas con sentimientos blandos ni la madre (Kimberly Williams-Paisley) que solo intenta descubrir este \u00abinternet\u00bb novedoso del que sigue escuchando, todos ellos bidimensionalmente optimistas. Lo m\u00e1s extra\u00f1o de todo es c\u00f3mo se presume que esta historia real sin complicaciones tiene la notoriedad que merece el tratamiento de un largometraje, con la desaparici\u00f3n de un perro tratada como un fen\u00f3meno viral en un mundo pre-online.<\/p>\n
Eryk (Piotr Witkowski), la trampa ambulante de la moralidad selectiva en el centro de esta demente comedia negra polaca, no es un padrastro: es el padre que dio un paso adelante para criar al joven Tytus, el terror de su novia de un ni\u00f1o en riesgo de ser expulsado de escuela. Con el sonido de las campanas de Navidad en el aire, irrumpe en una obra de teatro navide\u00f1a en progreso para obstruir en nombre del peque\u00f1o Tytus a la PTA de la camarilla, argumentando que el ni\u00f1o merece la oportunidad de crecer y mejorar, ese es posiblemente el punto central de la educaci\u00f3n formal. (Que el ni\u00f1o pueda ser realmente malvado no le da mucha importancia a Eryk ni a la pel\u00edcula que lo rodea; \u00bfqu\u00e9 ni\u00f1o de 6 a\u00f1os no lo es?) Como en la estruendosa obra de Yasmina Reza. dios de la matanza<\/em>, los adultos comienzan a actuar como mocosos demasiado grandes mientras resuelven los conflictos de sus descendientes por ellos, la tir\u00e1nica abeja reina Justyna (Lena Gora) pasa a primer plano como la n\u00e9mesis de Eryk para ser derrocada. Como una mam\u00e1 autoproclamada perfecta, es un verdadero placer odiar, su enfoque de ser padre m\u00e1s santo que t\u00fa no es tan malo como la basura honesta de Eryk.<\/p>\n<\/p><\/div>\n \nSource link-22 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Foto: Scott Garfield\/Netflix El sistema de estudios de Hollywood se toma un respiro cada enero, despu\u00e9s de haber presentado a sus grandes contendientes al Oscar en los dos meses anteriores…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":412461,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21981],"tags":[8854,15779,246,233,791,257,35440],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/412460"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=412460"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/412460\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":412462,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/412460\/revisions\/412462"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/412461"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=412460"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=412460"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=412460"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}