Al vivir en un mundo de tecnolog\u00eda de punta, me encuentro con muchos trucos o cosas demasiado complicadas (como la realidad virtual) que simplemente no encajan en mi flujo de trabajo. Por supuesto, algo de eso depende de m\u00ed, pero con bastante frecuencia, es parte del enfoque impredecible de las empresas para ofrecer nuevas experiencias.<\/p>\n
Una de las piezas de tecnolog\u00eda m\u00e1s impresionantes que compr\u00e9 recientemente es Kindle Scribe de Amazon<\/a> con E-ink (o ‘tinta electr\u00f3nica’). Es un e-reader de $330 con una generosa pantalla t\u00e1ctil Paperwhite de 10.2 pulgadas, luz frontal (con controles de temperatura de color) y, como sugiere el nombre, la capacidad de usarse para tomar notas gracias al bol\u00edgrafo. Desafortunadamente, el precio aumenta significativamente si agrega Premium Pen (borrador de bot\u00f3n) o sube desde el nivel de entrada de 16 GB de almacenamiento.<\/p>\n Adem\u00e1s de ser el mejor lector de Kindle que he tenido simplemente por el tama\u00f1o de la pantalla, la parte ‘Scribe’ ha cambiado las reglas del juego para mi trabajo. Es la tecnolog\u00eda que habr\u00eda matado por tener en la escuela de posgrado, y cualquier estudiante u oficinista adorar\u00eda sus capacidades.<\/p>\n