{"id":416331,"date":"2023-01-21T14:36:08","date_gmt":"2023-01-21T14:36:08","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/debe-hollywood-ser-la-fabrica-de-suenos-en-la-furiosa-pelicula-babylon-se-vuelve-mas-un-espectaculo-de-trauma\/"},"modified":"2023-01-21T14:36:09","modified_gmt":"2023-01-21T14:36:09","slug":"debe-hollywood-ser-la-fabrica-de-suenos-en-la-furiosa-pelicula-babylon-se-vuelve-mas-un-espectaculo-de-trauma","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/debe-hollywood-ser-la-fabrica-de-suenos-en-la-furiosa-pelicula-babylon-se-vuelve-mas-un-espectaculo-de-trauma\/","title":{"rendered":"\u00bfDebe Hollywood ser la f\u00e1brica de sue\u00f1os? En la furiosa pel\u00edcula \u00abBabylon\u00bb se vuelve m\u00e1s un espect\u00e1culo de trauma."},"content":{"rendered":"


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Damien Chazelle (\u00abLa La Land\u00bb) recorre los primeros d\u00edas de la despiadada industria cinematogr\u00e1fica estadounidense. Brad Pitt juega en contra de su propio estrellato, y Margot Robbie es tan fenomenal que su actuaci\u00f3n deber\u00eda estudiarse en las clases de interpretaci\u00f3n.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Margot Robbie deber\u00eda ganar un Oscar por \u00abBabylon\u00bb. Damien Chazelle celebra a la estrella de Hollywood.<\/h2>\n

scott garfield<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Esta pel\u00edcula es un tour de force. Un gran ataque. Una sobrecarga. Actores, dise\u00f1o de vestuario, dise\u00f1o de producci\u00f3n, dramaturgia y direcci\u00f3n: todo viene bajo las ruedas de una idea furiosa. \u00bfEs tan malo? Para nada. Porque \u00abBabylon\u00bb es el tipo de cine que puede liberarnos de la monoton\u00eda narrativa de los servicios de transmisi\u00f3n.<\/p>\n

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Damien Chazelle podr\u00eda haber hecho tres o cuatro pel\u00edculas con la abundancia de material. No una, sino al menos cinco historias en este trabajo sobre los comienzos sangrientos y sucios de Hollywood que se juntan en un escenario de pantalla loco, a veces claramente un poco agotador, pero en general embriagador.<\/p>\n

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El cine, Chazelle quiere probar, es una m\u00e1quina de ilusi\u00f3n que requiere que sus operadores crean en las ilusiones que crea. No hay m\u00e1s all\u00e1 de la puesta en escena. La direcci\u00f3n irradia sin piedad hacia las vidas de quienes animan el aparato cinematogr\u00e1fico. Con talento, con voluntad, con saber hacer. Con codicia, ambici\u00f3n y dolor personal.<\/p>\n

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Siempre un esc\u00e1ndalo de abuso<\/span><\/h2>\n

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Si el gran arte es siempre una cuesti\u00f3n de tratar de manera concluyente el trauma, tanto personal como general y socialmente efectivo, entonces \u00abBabylon\u00bb es un espect\u00e1culo de trauma. Llaman a Hollywood la f\u00e1brica de sue\u00f1os, pero tambi\u00e9n es una f\u00e1brica de pesadillas. Los personajes de la novela cinematogr\u00e1fica que abarca tres d\u00e9cadas se sumergen en la pesadilla hecha industrialmente en la d\u00e9cada de 1920 y no volver\u00e1n a despertar al final, en la d\u00e9cada de 1950.<\/p>\n

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La talentosa y en busca de atenci\u00f3n camarera Nellie LaRoy (Margot Robbie), el c\u00ednicamente sensible gal\u00e1n del cine mudo Jack Conrad (Brad Pitt), el advenedizo inmigrante y director fortuito Manny Torres (Diego Calva), la resignada y virtuosa escritora de chismes Elinor St. John (Jean Smart), el diab\u00f3lico mafioso James McKay (Tobey Maguire), que anhela la l\u00f3gica de los excesos del entretenimiento futuro: Chazelle nos lanza a sus vidas con la fuerza de impetuosos paneos de c\u00e1mara. A diferencia de sus predecesores \u00abWhiplash\u00bb y \u00abLa La Land\u00bb, su estilo de direcci\u00f3n ya no es l\u00fadico y consciente del g\u00e9nero, sino man\u00edaco y enojado.<\/p>\n

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Con los personajes recorremos la infancia y la adolescencia de la industria cinematogr\u00e1fica estadounidense, y estos comienzos son de un resplandor tan t\u00f3xico que hoy en d\u00eda nadie deber\u00eda sorprenderse de que Hollywood tramara un Harvey Weinstein. El n\u00facleo moral de la producci\u00f3n de Chazelle brilla oscura e inflexiblemente aqu\u00ed; su calor enciende cada acci\u00f3n del juego, sin importar cu\u00e1n casual sea. Cada escena, cada actuaci\u00f3n, cada imagen est\u00e1 cargada con la idea de que Hollywood es un esc\u00e1ndalo de abusos. Las v\u00edctimas, ya sean estrellas precarias o chicos de los recados indigentes, se convierten en perpetradores de s\u00ed mismos y consagran su identidad al yo superior del personaje de la pantalla. Una celebraci\u00f3n de la estilizaci\u00f3n, que siempre es tambi\u00e9n una degradaci\u00f3n.<\/p>\n

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Casi como Tarantino<\/span><\/h2>\n

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Cuando Margot Robbie va al cine al final del primer acto para maravillarse con su primer papel cinematogr\u00e1fico, este es el comienzo de su autodesarrollo en el signo del medio. Alguna vez fue una pobre animadora en alg\u00fan bar, ahora es una celebridad mayoritaria cuyo rostro eventualmente se convertir\u00e1 en el paradigma de la belleza femenina.<\/p>\n

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Robbie ya interpret\u00f3 una escena as\u00ed en \u00abOnce Upon a Time in Hollywood\u00bb. Tambi\u00e9n fue la actriz en el homenaje de Quentin Tarantino a Hollywood en la d\u00e9cada de 1970, y realmente solo recobr\u00f3 el sentido en la proyecci\u00f3n. Excepto que ella no juega un papel secundario en Chazelle, sino el personaje central. La escena representa la gran revoluci\u00f3n controlada visualmente que eventualmente nos transformar\u00e1 de la fotograf\u00eda al cine y la m\u00e1quina de ilusi\u00f3n de Instagram en quimeras de la virtualidad. Sin un Insta-I lucrativamente organizado, tu densidad de ser y plausibilidad como actor social es cercana a cero. Todos los adolescentes saben eso en estos d\u00edas. Como muestra Chazelle, los h\u00e9roes de \u00abBabylon\u00bb ya sospechaban esto cuando las im\u00e1genes a\u00fan temblaban silenciosamente en la pantalla. Como estaban acompa\u00f1ados de paneles de texto donde el di\u00e1logo de los personajes representaba un \u00faltimo v\u00ednculo indefenso con la galaxia de Gutenberg.<\/p>\n

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La imagen y el sonido expulsaron a la escritura del mundo del entretenimiento de tal manera que, al final, Tiktok casi inevitablemente tuvo que desatar su tsunami de im\u00e1genes en el usuario de la red. Y como los usuarios de la red somos todos, la historia de \u00abBabylon\u00bb nos afecta a un nivel m\u00e1s profundo: en tres horas de cine, se nos muestra nuestra carrera desde el espectador hasta el avatar. Ayer era un observador que se pod\u00eda verificar en la realidad, hoy es un fantasma descompuesto en bits y bytes que pueden aparecer en cualquier lugar donde haya una pantalla y WLAN. Hollywood se ocup\u00f3 de los pasos intermedios con la torva determinaci\u00f3n de un capitalista que puede cambiar cualquier cosa por mercanc\u00edas: cuerpo, belleza, sentimientos, miedos, anhelos.<\/p>\n

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Brad Pitt como un gran artista envejecido<\/span><\/h2>\n

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\u00abBabylon\u00bb es una pel\u00edcula airada porque desplegaba esta historia de decadencia con furia y la contradec\u00eda al mismo tiempo. Chazelle quiere mostrarnos la crueldad con la que Hollywood se abri\u00f3 paso en la industria cultural, al mismo tiempo que revela su lado delicado y art\u00edstico. Quiere desgarrar a la voraz bestia del entretenimiento para rastrear los restos de un deseo dif\u00edcil de digerir por el arte y la verdad en sus entra\u00f1as. Por eso Brad Pitt alude a su propio estrellato, que amenaza con cubrirlo cada vez m\u00e1s como un barniz de tedio.<\/p>\n

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Un papel que corona su carrera: Brad Pitt interpreta al icono de Hollywood Jack Conrad.<\/h2>\n

scott garfield<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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En \u00abBabylon\u00bb, Pitt, en el papel del primer icono de Hollywood Jack Conrad, se somete a un profundo an\u00e1lisis cinematogr\u00e1fico por su cuenta. Al ver la pel\u00edcula, puede ver c\u00f3mo su carrera podr\u00eda haber sido moldeada por este papel que corona su carrera. Al igual que Conrad, es un gran artista que envejece, excepto que no fue en la d\u00e9cada de 1920 sino en la d\u00e9cada de 1990 cuando comenz\u00f3 a darle la vuelta a las im\u00e1genes de masculinidad (y al mismo tiempo fij\u00f3 a\u00f1os para grupos objetivo de ambos sexos).<\/p>\n

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Hoy, rodeado de estrellas andr\u00f3ginas como Timoth\u00e9e Chalamet y Harry Styles, su aura se desvanece. Esto significa que su perfil de estrella se va desdibujando poco a poco en las profundidades de la historia del cine. Lo que queda es la iron\u00eda con la que carga sus papeles desde hace bastante tiempo. Si solo aparece en la pantalla como una versi\u00f3n ir\u00f3nica de su perfil de rol tradicional, es historia. En \u00abBabylon\u00bb, a Pitt se le permite ahora encarnar esta historia en el tiempo narrado. El resultado es brillante, una obra maestra del m\u00e9todo actoral.<\/p>\n

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De lo exc\u00e9ntrico a lo tr\u00e1gico<\/span><\/h2>\n

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El m\u00e9todo de actuaci\u00f3n es la vieja escuela de actuaci\u00f3n sensible. Los actores y actrices realmente recuerdan lo que han experimentado y animan al personaje a retratar con las emociones resultantes. \u00bfQu\u00e9 es a\u00fan m\u00e1s desafiante que la actuaci\u00f3n de m\u00e9todo? Utilice el m\u00e9todo de actuaci\u00f3n para mostrar c\u00f3mo se produce el m\u00e9todo de actuaci\u00f3n.<\/p>\n

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Margot Robbie nos lo muestra justo al principio, en una escena del oeste. Se supone que debe hacer de prostituta de sal\u00f3n, coquetear con los hombres, saltar sobre el mostrador. Y porque la directora lo quiere, tiene que pasar de lo exc\u00e9ntrico a lo tr\u00e1gico, ahogar su risa en l\u00e1grimas. La escena se repite una y otra vez. Es la era del cine mudo, el set es ca\u00f3tico, la tecnolog\u00eda rudimentaria. Toma tras toma, repite esta descripci\u00f3n sorprendentemente realista de la mujer con problemas emocionales cuya excentricidad es solo la otra cara de un profundo dolor. \u00ab\u00bfC\u00f3mo haces para seguir llorando tan convincentemente?\u00bb, pregunta la directora, que sospecha que tiene una futura estrella por delante. \u00ab\u00bfC\u00f3mo hago eso?\u00bb dice Robbie\/LaRoy. Estoy pensando en casa.<\/p>\n

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Margot Robbie deber\u00eda obtener un papel principal Oscar. Chazelle ha creado las im\u00e1genes y escenas apropiadas para demostrar su inmensa habilidad. Una y otra vez la pel\u00edcula vuelve a su rostro, mostr\u00e1ndolo como superficie de expresi\u00f3n de una identidad compleja atormentada por conflictos. Es posible que luego se muestren secuencias individuales en cursos de actuaci\u00f3n: Nellie LaRoy, la advenediza despreciada por la burgues\u00eda cultural de Nueva York, enloqueciendo en una velada y vomitando (verbal y literalmente) a los ricos filisteos estropeando la diversi\u00f3n de la estrechez de miras. LaRoy, arrojado entre la devoci\u00f3n y la duda ante un hombre que profesa su amor por ella. LaRoy como esa misma diva de sal\u00f3n, una furia del buen humor que se construye cerca del agua y m\u00e1s cerca a\u00fan del abismo de la autodestrucci\u00f3n.<\/p>\n

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La pel\u00edcula de Chazelle en realidad quiere demasiado: ser cr\u00edtica medi\u00e1tica, homenaje cinematogr\u00e1fico, ajustar cuentas con Hollywood. En los seminarios de escritura de guiones, uno se sorprender\u00e1 de esta extravagancia e insistir\u00e1 en una dramaturgia ordenada. Pero nosotros, el p\u00fablico, podemos embriagarnos una y otra vez: en el cine teatro de la ilusi\u00f3n que no quiere dejar de presentar sus mentiras como verdad. \u00bfHay una manera m\u00e1s fina de estar conmocionado, deslumbrado y encaprichado?<\/p>\n

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\u00abBabilonia\u00bb est\u00e1 en el cine.<\/p>\n

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