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\u00abPearl Harbor\u00bb tiene mala reputaci\u00f3n, y nunca entend\u00ed por qu\u00e9. Claro, es cursi, exagerado y un poco tonto a veces, pero el director Michael Bay presenta secuencias de acci\u00f3n impresionantes que compensan con creces la historia confusa. Solo el hist\u00f3rico ataque del 7 de diciembre vale el precio de la entrada, representado a trav\u00e9s de incre\u00edbles animaciones por computadora, miniaturas y efectos pr\u00e1cticos. Por supuesto, esta secuencia se presenta m\u00e1s como una pieza de un \u00e9xito de taquilla de verano que como una oda a los hombres y mujeres que murieron esa fat\u00eddica ma\u00f1ana, pero eso no quita el hecho de que todo se ve y suena incre\u00edble.<\/p>\n
Cr\u00edticos como Roger Ebert todav\u00eda se ofendieron por el trabajo de Bay. \u00abLa pel\u00edcula ha sido dirigida sin gracia, visi\u00f3n u originalidad, y aunque usted pueda salir citando l\u00edneas de di\u00e1logo, no ser\u00e1 porque las admire\u00bb, escribi\u00f3 el difunto gran cr\u00edtico de cine. \u00abFue un d\u00eda terrible, terrible\u00bb, continu\u00f3. \u00abTres mil murieron en total. Esta no es una pel\u00edcula sobre ellos\u00bb.<\/p>\n
Entiendo su significado, pero las pel\u00edculas de guerra a menudo representan la historia de una manera m\u00e1s grande que la vida. \u00abPearl Harbor\u00bb recrea la apariencia de una pel\u00edcula de guerra de la d\u00e9cada de 1940 y revela c\u00f3mo un evento horrible despoj\u00f3 a una generaci\u00f3n de su inocencia. Bay merece cr\u00edticas por su manejo de la historia, pero cu\u00e9ntame entre aquellos que pueden mirar m\u00e1s all\u00e1 de las imperfecciones y disfrutar de \u00abPearl Harbor\u00bb como una pieza modernizada de entretenimiento a la antigua.<\/p>\n<\/p><\/div>\n