Colombo<\/em> con ella como detective’\u201d.<\/p>\nA todos los que aman Colombo<\/em>, esto es una gran cosa. Incluso m\u00e1s all\u00e1 del formato \u00fanico, con la revelaci\u00f3n del asesino sucediendo primero, lo que significa que es un c\u00f3mo atraparlo, no una novela polic\u00edaca.Cara de p\u00f3quer<\/em> encarna los encantos \u00e1speros, retroactivos y escandalosamente poco geniales de su antecedente espiritual. Al igual que Columbo, Cale a menudo persigue a los ricos y poderosos, el tipo de personas que piensan que no deber\u00edan tener que expiar sus pecados. Al igual que Columbo, se la subestima constantemente, un rasgo que perfecciona hasta sus extremos. La interpretaci\u00f3n de Peter Falk del detective torpe es un hito hist\u00f3rico; la forma en que pasa de buf\u00f3n a afilado como una navaja es una cosa de belleza y alegr\u00eda, lo que significa que Lyonne tiene mucho trabajo por delante si quiere poner a Cale en el manto con Colombo en el Sal\u00f3n de la Fama de los Detectives de TV. Pero en el pu\u00f1ado de episodios disponibles hasta ahora (uno nuevo lanzado hoy), est\u00e1 claro que Lyonne, salado, resistente, irracionalmente seguro, presenta un tipo muy singular de luchador contra el crimen. <\/p>\nAl actualizar el material de origen, Johnson tom\u00f3 algunas decisiones prudentes para nuestros gustos modernos: a diferencia de Columbo, que era polic\u00eda de asesinatos de LAPD, Lyonne’s Cale es un civil que sigue tropezando con muertes sospechosas. Tambi\u00e9n ha sido bendecida con la habilidad antes mencionada de saber siempre cuando alguien est\u00e1 mintiendo, lo que agrega un peque\u00f1o gancho divertido e inteligente a la f\u00f3rmula del programa. Pero mientras Cara de p\u00f3quer<\/em> Mucho tiene lugar en la actualidad, como podemos ver en toda la tecnolog\u00eda de consumo popular que aparece y, a veces, impulsa los puntos de la trama, no est\u00e1 en deuda con la modernidad de la forma en que el misterio del asesinato anterior de Johnson, Cebolla de vidrio<\/em>tan claramente lo era.<\/p>\nY eso se extiende a la naturaleza misma del espect\u00e1culo. Como Johnson explic\u00f3 recientemente a WIRED, mientras Cara de p\u00f3quer<\/em> tiene una l\u00ednea directa, cualquier episodio dado es independiente. Esa fue \u201cuna elecci\u00f3n muy consciente\u201d, dijo, \u201calgo que no ten\u00eda idea que iba a parecer tan radical para todas las personas a las que se lo est\u00e1bamos presentando. La narrativa serializada en streaming acaba de convertirse en la gravedad de mil soles hasta el punto de que la memoria colectiva de todos ha sido borrada. Ese no fue el modo de contar historias que mantuvo a la gente mirando televisi\u00f3n durante la vasta historia de la televisi\u00f3n. As\u00ed que no fue solo una elecci\u00f3n, fue una elecci\u00f3n por la que realmente tuvimos que luchar\u201d.<\/p>\nA estas alturas, incluso un consumidor ocasional puede detectar las marcas de \u00abtelevisi\u00f3n de prestigio\u00bb. La sombr\u00eda, la grandeza, el generoso presupuesto. Es casi como si, desde que la televisi\u00f3n comenz\u00f3 a llamarse la nueva novela, sintiera la necesidad de amplificar su propia importancia. En ese proceso, comenz\u00f3 a perder su diversi\u00f3n. Al hacer algo tan sutilmente audaz como rehacer a escondidas Colombo<\/em>, y luego para convertirlo en un \u00e9xito llamativo, Johnson les ha recordado a los espectadores algo importante: hay muchas maneras de hacer que la televisi\u00f3n sea aclamada por la cr\u00edtica y que genere conversaci\u00f3n. Considera otro misterio resuelto. <\/p>\n<\/div>\n