{"id":441830,"date":"2023-02-04T00:16:03","date_gmt":"2023-02-04T00:16:03","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/escandalo-en-el-schauspielhaus-de-zurich-los-directivos-no-prorrogan-contrato\/"},"modified":"2023-02-04T00:16:05","modified_gmt":"2023-02-04T00:16:05","slug":"escandalo-en-el-schauspielhaus-de-zurich-los-directivos-no-prorrogan-contrato","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/escandalo-en-el-schauspielhaus-de-zurich-los-directivos-no-prorrogan-contrato\/","title":{"rendered":"Esc\u00e1ndalo en el Schauspielhaus de Z\u00farich: los directivos no prorrogan contrato"},"content":{"rendered":"


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Menos visitantes, ca\u00edda de los ingresos: el teatro de Z\u00farich est\u00e1 bajo cr\u00edtica. No hay m\u00e1s dinero, eso es lo que decidi\u00f3 la alcaldesa Corine Mauch. Ahora Nicolas Stemann y Benjamin Blomberg est\u00e1n tirando de la cuerda.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Nicolas Stemann (izquierda) y Benjamin von Blomberg (derecha), los directores del Schauspielhaus de Z\u00farich, frente a partes de un nuevo escenario que se est\u00e1 realizando en el Schiffbau de Z\u00farich.<\/h2>\n

Karin Hofer \/ NZZ<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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\u00ab\u00bfSe van o se quedan?\u00bb Esa fue la pregunta en el Schauspielhaus de Z\u00farich. \u00bfLos directores art\u00edsticos Nicolas Stemann y Benjamin von Blomberg prorrogar\u00e1n su contrato de cinco a\u00f1os, que vence en el verano de 2024, o no lo prorrogar\u00e1n? Ahora la pregunta ha sido resuelta. Van, inform\u00f3 el \u00abTages-Anzeiger\u00bb el viernes por la noche, citando tres fuentes bien informadas. La decisi\u00f3n se tom\u00f3 el martes. En reuni\u00f3n a la que asisten los directores y un comit\u00e9 del directorio.<\/p>\n

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No hay nada confirmado oficialmente. \u00abSin comentarios\u00bb, dice la vocera de medios del teatro. Se le informar\u00e1 la pr\u00f3xima semana. Unas horas antes, se dijo que las conversaciones a\u00fan estaban en curso. Y sobre todo: el aumento de la aportaci\u00f3n municipal que demanda el teatro ya no es un problema. La junta directiva hab\u00eda solicitado CHF 1,8 millones adicionales para cubrir los crecientes costos de la \u00abgesti\u00f3n econ\u00f3mica, ecol\u00f3gica y social sostenible\u00bb. La alcaldesa Corine Mauch hab\u00eda rechazado la solicitud. 38 millones de subsidios anuales deber\u00edan ser suficientes.<\/p>\n

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Por lo tanto, la direcci\u00f3n debe ser reasignada. C\u00f3mo, esa es una pregunta. En qu\u00e9 condiciones, el otro. En las \u00faltimas semanas y meses, el ruido se hab\u00eda vuelto m\u00e1s y m\u00e1s fuerte. Menor ocupaci\u00f3n, ingresos decrecientes, un d\u00e9ficit de millones. El teatro es acusado de producir sin pensar en el p\u00fablico, sobre todo, pero no s\u00f3lo por parte de los partidos burgueses.<\/p>\n

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La audiencia burguesa no pudo acostumbrarse al programa progresista de Stemann y Blomberg. Ese es su derecho. Los directores rechazaron cualquier cr\u00edtica. Porque claro, tambi\u00e9n hay elogios para el teatro. De la prensa, de la comunidad teatral, algunas representaciones son realmente muy concurridas. Desde j\u00f3venes visitantes que han tendido a mantenerse alejados del teatro hasta ahora.<\/p>\n

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As\u00ed que los que critican deben estar equivocados. dijeron los directores. La cr\u00edtica fue calificada como maliciosa, quien objeta lo que se ofrece en el pavo real aparentemente simplemente quiere paz y tranquilidad, escribi\u00f3 Nicolas Stemann en un art\u00edculo en la NZZ. Stemann y von Blomberg no quer\u00edan ofrecer teatro para sentirse bien. Ese es su derecho. Aunque, hace cinco a\u00f1os empezaron con la consigna de hacer \u201cteatro para todos\u201d.<\/p>\n

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Lo que Z\u00farich necesita<\/span><\/h2>\n

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\u201cTeatro de la ciudad al d\u00eda\u201d hab\u00edan anunciado en su momento. Veremos qu\u00e9 es eso. Lo has estado viendo durante cinco a\u00f1os: teatro que a veces es genial, a menudo estimulante, a veces aburrido y, por supuesto, siempre imbuido de la conciencia sociopol\u00edtica \u00abadecuada\u00bb. Lo que tambi\u00e9n viste: dos directores que estaban bastante seguros de que lo que estaban haciendo estaba bien. No ten\u00eda que preocuparse de si la ciudad quer\u00eda lo que estaban haciendo. Ella s\u00f3lo ten\u00eda que pagar por ello.<\/p>\n

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S\u00ed, a veces te enfrentaste a las cr\u00edticas. Organiz\u00f3 una \u00abCumbre P\u00fablica\u00bb. Sin embargo, no hab\u00eda mucha evidencia del esfuerzo por involucrarse con esta ciudad, por entenderla. Esa es una tradici\u00f3n en Z\u00farich. Si las cosas no funcionan en el teatro, y eso ha sucedido una y otra vez en las \u00faltimas d\u00e9cadas, entonces ciertamente no es culpa del teatro ni de quienes lo hacen. Pero en la ciudad, en el p\u00fablico que no entiende este teatro. Zurich simplemente no es una ciudad de teatro, dicen. Un peque\u00f1o lugar conservador que tiene dificultades con la cultura: hace casi veinte a\u00f1os, Christoph Marthaler fue despedido, hace cincuenta a\u00f1os, Peter Stein fue expulsado.<\/p>\n

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Stadttheater es teatro para la ciudad. Tiene que hacer frente a las cr\u00edticas, aunque no provengan de su propia burbuja. \u00bfLes falt\u00f3 a Nicolas Stemann y Benjamin von Blomberg el instinto pol\u00edtico para ver que las discusiones sobre qu\u00e9 teatro quer\u00eda la ciudad mostraban exactamente lo que ellos mismos exig\u00edan: compromiso? Puede ser. Quiz\u00e1s los dos ya hab\u00edan cerrado con Zurich durante mucho tiempo y se hab\u00edan puesto en escena con miras al pr\u00f3ximo puesto como director.<\/p>\n

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