Fotograf\u00eda: Oliver McVeigh\/PA<\/span><\/figcaption><\/p>\n<\/figure>\nEs dif\u00edcil imaginar algo peor que el bombardeo de la ciudad comercial de Omagh por parte del Real IRA el 15 de agosto de 1998. Fue la atrocidad m\u00e1s mort\u00edfera de los disturbios en Irlanda del Norte. Las 29 personas que fueron masacradas ese d\u00eda inclu\u00edan ni\u00f1os peque\u00f1os, ni\u00f1os de primaria, adolescentes que trabajaban como voluntarias en la tienda de Oxfam y una mujer joven que estaba embarazada de mellizos.<\/p>\n
Sin embargo, para los que quedaron atr\u00e1s, y para las 220 personas heridas ese d\u00eda, de hecho hab\u00eda algo peor: el pensamiento atormentador de que todo podr\u00eda haberse evitado. Los afligidos y los sobrevivientes han tenido que vivir con la inquietante posibilidad de que la polic\u00eda y los servicios de inteligencia pudieran haberlos salvado de esta indescriptible calamidad. Solo ahora, con el anuncio del secretario de Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, de una investigaci\u00f3n independiente sobre lo que los servicios de seguridad sab\u00edan antes del ataque, pueden esperar que esos fantasmas descansen.<\/p>\n
La investigaci\u00f3n deber\u00eda haber sido establecida hace 20 a\u00f1os. En diciembre de 2001, Nuala O’Loan, entonces defensora del pueblo de la polic\u00eda de Irlanda del Norte, public\u00f3 un informe sobre lo que la Polic\u00eda Real del Ulster pudo haber sabido antes de la masacre de Omagh. Su competencia no fue m\u00e1s all\u00e1 de la RUC, y O’Loan no pudo investigar a los servicios de inteligencia brit\u00e1nicos ni a la polic\u00eda al otro lado de la frontera en la Rep\u00fablica, donde se prepar\u00f3 la bomba. Sin embargo, incluso esta perspectiva limitada revel\u00f3 algunas pruebas muy inquietantes.<\/p>\n
El 4 de agosto de 1998, 11 d\u00edas antes del atentado, la RUC recibi\u00f3 una llamada telef\u00f3nica an\u00f3nima advirtiendo que habr\u00eda un ataque terrorista \u00abno especificado\u00bb contra la polic\u00eda en Omagh el 15 de agosto de 1998. La persona que llam\u00f3 dio una descripci\u00f3n detallada que identific\u00f3 a dos presuntos atacantes por nombre. El oficial que atendi\u00f3 la llamada estaba convencido de que el informante era genuino.<\/p>\n
Esta advertencia se le dio a la rama especial, pero nunca se transmiti\u00f3 al comandante de divisi\u00f3n relevante en Omagh. Seg\u00fan O’Loan: \u00abCuando le mostraron la inteligencia dos a\u00f1os despu\u00e9s, en el aniversario de la explosi\u00f3n, dijo que habr\u00eda establecido puntos de control de veh\u00edculos\u00bb. Esos puestos de control probablemente habr\u00edan bloqueado a los bombarderos.<\/p>\n
La historia contin\u00faa<\/button><\/p>\nTres d\u00edas antes del atentado, un informante confiable, conocido como Kevin Fulton, que espiaba al IRA para el MI5, les dijo a sus supervisores que el Real IRA estaba a punto de \u201cmover algo hacia el norte en los pr\u00f3ximos d\u00edas\u201d. Fulton les hab\u00eda dicho anteriormente que un asociado conocido del Real IRA \u00abol\u00eda a fertilizante\u00bb, que se utiliz\u00f3 para fabricar la bomba. Mientras colocaban el coche bomba en su posici\u00f3n en Omagh el 15 de agosto de 1998, se hizo una llamada desde el tel\u00e9fono m\u00f3vil de este mismo hombre a uno de los que m\u00e1s tarde se cree que fueron los responsables de la atrocidad.<\/p>\n
No se hizo ning\u00fan intento de evaluar esta inteligencia, y mucho menos actuar sobre ella. Los registros de la reuni\u00f3n del controlador con Fulton parecen haber desaparecido de los archivos de la rama especial. Asimismo, cuando se llev\u00f3 a cabo una revisi\u00f3n del propio manejo del caso Omagh por parte de la RUC en 2000, estas advertencias inicialmente se ocultaron a los investigadores. El registro de la llamada an\u00f3nima se marc\u00f3 espec\u00edficamente como \u00abInteligencia no se refiere a Omagh\u00bb.<\/p>\n\n