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<\/figure>\n Hay un viejo adagio que dice, \u201cDetr\u00e1s de cada hombre que enfrenta acusaciones cre\u00edbles de abuso, agresi\u00f3n o similares, hay montones de mujeres enga\u00f1adas que est\u00e1n demasiado dispuestas a asegurarse de que no caiga\u201d. Es una broma. Ese no es un dicho real, pero como vigilante residente de la corte de Jezabel, \u00a1deber\u00eda serlo! En el \u00faltimo a\u00f1o, decenas de hombres famosos se encontraron con sus acusadores en los pasillos de la justicia o anunciaron sus planes para hacerlo. Y en caso de que no estuvieras observando tan de cerca como yo, ellos, de alguna manera, todav\u00eda tienen fan\u00e1ticos.<\/p>\n R. Kelly, Marilyn Manson y, por \u00faltimo, pero no menos importante, Johnny Depp, todav\u00eda tienen legiones de leales, muchos de los cuales son mujeres atra\u00eddas por ellos a pesar de las terribles acusaciones de violencia… contra las mujeres. Mi extra\u00f1o gusto por el sexo opuesto est\u00e1 bien documentado. Pero, francamente, no puedo imaginar hacer fila afuera de un juzgado, disfrazado o sosteniendo un cartel, para apoyar a alguien acusado de lastimar a otra mujer, sin mencionar a un hombre que no ha sido sexy desde 2007. Eso tiene que justificar al menos una noche en confinamiento solitario.\u2014audra heinrichs<\/em><\/p>\n<\/div>\n