\n<\/aside>\n<\/p>\n
Los cient\u00edficos analizaron el cr\u00e1neo de una mujer medieval que una vez vivi\u00f3 en el centro de Italia y encontraron evidencia de que experiment\u00f3 al menos dos cirug\u00edas cerebrales consistentes con la pr\u00e1ctica de la trepanaci\u00f3n, seg\u00fan un art\u00edculo reciente publicado en International Journal of Osteoarchaeology. Es una de las pocas piezas arqueol\u00f3gicas de evidencia de trepanaci\u00f3n que se ha realizado en mujeres medievales tempranas que se han encontrado, aunque sigue siendo especulaci\u00f3n por qu\u00e9 la mujer en cuesti\u00f3n fue sometida a un procedimiento quir\u00fargico invasivo tan arriesgado.<\/p>\n
Los arque\u00f3logos han encontrado evidencia de varios ejemplos de cirug\u00eda primitiva que datan de varios miles de a\u00f1os. Por ejemplo, el a\u00f1o pasado, los arque\u00f3logos excavaron un cr\u00e1neo de 5300 a\u00f1os de antig\u00fcedad de una anciana (alrededor de 65 a\u00f1os) de una tumba espa\u00f1ola. Determinaron que siete marcas de corte cerca del canal auditivo izquierdo eran una fuerte evidencia de un procedimiento quir\u00fargico primitivo para tratar una infecci\u00f3n del o\u00eddo medio. El equipo tambi\u00e9n identific\u00f3 una hoja de pedernal que pudo haber sido utilizada como herramienta de cauterizaci\u00f3n. En el siglo XVII, este era un procedimiento bastante com\u00fan para tratar infecciones agudas del o\u00eddo, y se han encontrado cr\u00e1neos que muestran evidencia de una mastoidectom\u00eda en Croacia (siglo XI), Italia (siglos XVIII y XIX) y Copenhague (siglo XIX o principios del XX). ).<\/p>\n
La trepanaci\u00f3n craneal, la perforaci\u00f3n de un agujero en la cabeza, es quiz\u00e1s el ejemplo m\u00e1s antiguo conocido de cirug\u00eda del cr\u00e1neo y uno que todav\u00eda se practica en la actualidad, aunque rara vez. Por lo general, consiste en perforar o raspar un agujero en el cr\u00e1neo para exponer el dura madre<\/em>, la m\u00e1s externa de las tres capas de tejido conectivo, llamadas meninges, que rodean y protegen el cerebro y la m\u00e9dula espinal. La perforaci\u00f3n accidental de esa capa podr\u00eda provocar una infecci\u00f3n o da\u00f1o a los vasos sangu\u00edneos subyacentes. La pr\u00e1ctica se remonta a hace entre 7.000 y 10.000 a\u00f1os, como lo demuestran las pinturas rupestres y los restos humanos. Durante la Edad Media, la trepanaci\u00f3n se realizaba para tratar dolencias como convulsiones y fracturas de cr\u00e1neo.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nEl cr\u00e1neo examinado para este \u00faltimo art\u00edculo fue excavado a fines del siglo XIX en el cementerio longobardo de Castel Trosino en el centro de Italia, datado entre los siglos VI y VIII EC, junto con cientos de otros entierros. Pero solo 19 cr\u00e1neos encontrados en el sitio estaban en condiciones suficientemente buenas para el estudio. Castel Trosino fue estrat\u00e9gicamente importante para la regi\u00f3n tras el colapso del Imperio Romano. Seg\u00fan los autores, el gobierno bizantino quer\u00eda estabilizar su control sobre el centro de Italia y asegurar la paz alentando a miembros de prestigiosas familias longobardas a vivir all\u00ed. Entonces, los sitios de entierro inclu\u00edan objetos de oro y joyer\u00eda fina junto con los restos humanos.<\/p>\n\nAgrandar
\/<\/span> Proceso de moldeo y fundici\u00f3n del cr\u00e1neo CT1953.<\/div>\nI. Micarelli et al., 2023<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
Este cr\u00e1neo en particular es el de una mujer de unos 50 a\u00f1os. Fue encontrado en un doble entierro, junto con restos masculinos, adem\u00e1s de un broche de bronce, una peineta y filamentos de oro que suger\u00edan que la pareja pertenec\u00eda a una de esas familias de \u00e9lite. Los autores examinaron inicialmente el cr\u00e1neo y notaron varios defectos craneales, espec\u00edficamente, una secci\u00f3n de hueso poroso en forma de cruz con una depresi\u00f3n en forma de \u00f3valo en el centro y una segunda \u00e1rea raspada en forma de \u00f3valo.<\/p>\n
As\u00ed que tomaron tomograf\u00edas computarizadas del cr\u00e1neo e hicieron moldes para obtener m\u00e1s informaci\u00f3n. Limpiaron la superficie del hueso con bastoncillos de algod\u00f3n y lo dejaron secar antes de aplicar silicona azul a las \u00e1reas con defectos \u00f3seos con una pistola dispensadora. Luego se agreg\u00f3 una segunda capa de silicona naranja para cubrir la silicona azul. Luego se fabricaron modelos de resina epoxi y se dejaron secar durante 48 horas. A continuaci\u00f3n, las superficies fundidas se metalizaron con polvo dorado y se utiliz\u00f3 microscop\u00eda electr\u00f3nica de barrido para analizar las muestras.<\/p>\n
\u00abDescubrimos que la mujer hab\u00eda sobrevivido a varias cirug\u00edas y se hab\u00eda sometido a una terapia quir\u00fargica a largo plazo, que consist\u00eda en una serie de perforaciones sucesivas\u00bb, dijo la coautora Ileana Micarelli, de la Universidad de Cambridge y expostdoctorado en la Universidad Sapienza, que coordin\u00f3 el estudio internacional.<\/p>\n<\/p><\/div>\n
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