{"id":480864,"date":"2023-02-24T12:57:48","date_gmt":"2023-02-24T12:57:48","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/era-un-fanatico-de-dahl-cuando-era-nino-pero-no-los-reeditemos-para-una-nueva-generacion\/"},"modified":"2023-02-24T12:57:50","modified_gmt":"2023-02-24T12:57:50","slug":"era-un-fanatico-de-dahl-cuando-era-nino-pero-no-los-reeditemos-para-una-nueva-generacion","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/era-un-fanatico-de-dahl-cuando-era-nino-pero-no-los-reeditemos-para-una-nueva-generacion\/","title":{"rendered":"Era un fan\u00e1tico de Dahl cuando era ni\u00f1o, pero no los reeditemos para una nueva generaci\u00f3n."},"content":{"rendered":"


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Si los ni\u00f1os se construyen, en parte, por los libros con los que se cr\u00edan, entonces yo era todo Roald Dahl. Desde mi peque\u00f1a habitaci\u00f3n en los suburbios de Essex, sus historias me permitieron probar vidas nuevas y claramente m\u00e1s emocionantes para el tama\u00f1o.<\/p>\n

Estaba James a bordo de su melocot\u00f3n gigante, George con su maravillosa abuela venciendo la medicina y, por supuesto, Charlie, que gana un viaje a una f\u00e1brica de chocolate y el suministro de dulces para toda la vida, para el nieto de un dentista, un sue\u00f1o imposible.<\/p>\n

Y Dahl era mi creador de sue\u00f1os, un hada padrino, un mago viviente. Tanto es as\u00ed que cuando yo, el admirador que lo adoraba, finalmente lo conoc\u00ed en una convenci\u00f3n del Puffin Club, me qued\u00e9 mudo bajo su hechizo.<\/p>\n

Sus libros representaban escapar de la monoton\u00eda de lo cotidiano que reconoc\u00ed incluso a los siete a\u00f1os. Y m\u00e1s que eso, eran una educaci\u00f3n. Aprend\u00ed nuevas palabras, as\u00ed como lecciones importantes. Los enemigos pueden ser vencidos, no importa cu\u00e1n grandes sean, los adultos no siempre tienen raz\u00f3n y leer libros es, en s\u00ed mismo, una especie de magia.<\/p>\n

Sin embargo, mirando hacia atr\u00e1s a trav\u00e9s de una lente m\u00e1s forense, tambi\u00e9n recog\u00ed otras ideas menos edificantes.<\/p>\n

De The Twits, aprend\u00ed que el \u00abidioma africano\u00bb que hablaban los monos Muggle-Wump era \u00abraro\u00bb. De Charlie y la f\u00e1brica de chocolate aprend\u00ed que ser \u201cenormemente gordo\u201d era un defecto de car\u00e1cter, a la par del ego\u00edsmo. De Las Brujas, aprend\u00ed que ser calva, como mujer, significaba que probablemente eras mala y definitivamente fea. Tonto, obviamente, pero aun as\u00ed se qued\u00f3 en mis 30 cuando, para mi horror abyecto, desarroll\u00e9 alopecia.<\/p>\n

Hacer las paces<\/h2>\n

Entonces, me involucr\u00e9 en el argumento cuando, en febrero de 2023, se revel\u00f3 que los editores de Dahl, Puffin, hab\u00edan realizado algunos ajustes en las \u00faltimas tiradas. Ha habido una protesta, con todos, desde el autor Salman Rushdie<\/a> al primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, interviniendo para condenar esta \u201ccensura\u201d, como si Puffin estuviera quemando o prohibiendo libros.<\/p>\n

El hecho de que esto se haya hecho en una discusi\u00f3n con los herederos de Dahl no puede tranquilizarlos, ni que estos peque\u00f1os cambios sean del tipo que se hace todos los d\u00edas en los libros, ya sea antes de la publicaci\u00f3n o antes de una nueva tirada.<\/p>\n