SEVERIN MIJO<\/span> <\/figcaption><\/figure>\nDespu\u00e9s de los dos llamados juicios \u00abhist\u00f3rico\u00bb<\/em> de los atentados del 13 de noviembre de 2015 en Par\u00eds y Saint-Denis y del 14 de julio de 2016 en Niza, la justicia antiterrorista ha reabierto, desde principios de a\u00f1o, el cap\u00edtulo de los \u00abfantasmas\u00bb, estas mujeres yihadistas que regresan de la zona de guerra iraqu\u00ed-siria. El fen\u00f3meno est\u00e1 lejos de ser marginal: seg\u00fan las cuentas de la Direcci\u00f3n General de Seguridad Interior (DGSI), las mujeres representan un tercio de los 1.426 yihadistas que abandonaron Francia para unirse al autodenominado \u00abcalifato\u00bb.<\/p>\nDurante las primeras oleadas de retornos, y hasta 2016, los \u201cretornados\u201d se hab\u00edan beneficiado de un sesgo judicial de g\u00e9nero que los presentaba como v\u00edctimas bajo control. Los tiempos han cambiado: ah\u00ed han estado varios planes de atentados fomentados por mujeres. A lo largo de los casos, la justicia antiterrorista tuvo que se\u00f1alar que muchas de las mujeres que partieron hacia Siria estaban tanto, ya veces m\u00e1s, radicalizadas que su compa\u00f1era de viaje.<\/p>\n
Con su mirada densa, su discurso controlado, su razonamiento riguroso, incluso \u00abrigoristas\u00bb<\/em>, ella est\u00e1 de acuerdo, Douha Mounib admite f\u00e1cilmente ser parte de esta categor\u00eda. Esta madre de 32 a\u00f1os del sur de Francia fue sentenciada el mi\u00e9rcoles 1ejem <\/sup>de marzo, por el Tribunal Penal de Par\u00eds especialmente compuesto, a doce a\u00f1os de prisi\u00f3n, acompa\u00f1ado de dos tercios de seguridad, por haber visitado la zona iraqu\u00ed-siria en dos ocasiones entre 2013 y 2017. La Fiscal\u00eda Nacional Antiterrorista (PNAT) exigi\u00f3 catorce a\u00f1os, un \u00abcantidad significativa\u00bb<\/em>reconoci\u00f3 el Abogado General, motivado por la \u00abdisposici\u00f3n a esconderse\u00bb<\/em> del acusado y su \u00abextrema determinaci\u00f3n\u00bb<\/em>.<\/p>\n