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Jeramie Scott, asesor principal del Electronic Privacy Information Center y director del proyecto de supervisi\u00f3n de vigilancia de la organizaci\u00f3n sin fines de lucro, dice que la admisi\u00f3n de LaHood sirvi\u00f3 como una confirmaci\u00f3n m\u00e1s de que \u00ablas b\u00fasquedas por la puerta trasera del FBI est\u00e1n listas para el abuso\u00bb. Agrega que el Congreso deber\u00eda prohibir la pr\u00e1ctica e implementar reformas integrales para \u201ccontrolar el estado de vigilancia y proteger la privacidad y las libertades civiles de los estadounidenses\u201d.<\/p>\n
Muchos republicanos, en particular, siguen sospechando del poder del FBI, y algunos dicen que la Secci\u00f3n 702 deber\u00eda expirar a fin de a\u00f1o. Mientras tanto, los defensores del estatuto consideran que la autoridad es fundamental para la defensa de la naci\u00f3n con respecto al terrorismo y las amenazas a la seguridad cibern\u00e9tica que plantean naciones adversarias como China. Muchos halcones de la privacidad y defensores de las libertades civiles se centran este a\u00f1o en simplemente minimizar la capacidad del FBI para acceder a la inteligencia recopilada con fines de contraespionaje sin una orden judicial. Fuentes con conocimiento de las deliberaciones le dijeron a WIRED que la administraci\u00f3n de Biden preferir\u00eda una reautorizaci\u00f3n limpia, es decir, sin cambios en el status quo, pero agregan que las probabilidades de que eso suceda son cada vez m\u00e1s escasas. <\/p>\n
El FBI ya est\u00e1 trabajando con un conjunto reducido de herramientas, despu\u00e9s de haber sido despojado durante los a\u00f1os de Trump de m\u00faltiples poderes que alguna vez se derivaron de la Ley Patriota de la era del 11 de septiembre. Estos incluyen la capacidad de obtener escuchas telef\u00f3nicas \u00abambulantes\u00bb que se dirigen a personas en lugar de dispositivos particulares y el poder de apuntar a estadounidenses sospechosos de tener v\u00ednculos con el terrorismo internacional sin vincularlos formalmente a una organizaci\u00f3n espec\u00edfica, conocida como la enmienda Lone Wolf.<\/p>\n
Si bien el Partido Republicano, que ahora controla la C\u00e1mara, hist\u00f3ricamente ha tenido las credenciales de seguridad nacional m\u00e1s s\u00f3lidas, la realidad es que el FBI estaba en manos mucho m\u00e1s seguras con Nancy Pelosi como presidenta de la C\u00e1mara y Adam Schiff dictando la agenda de inteligencia de la C\u00e1mara. En 2020, una coalici\u00f3n bipartidista de grupos de defensa incluso acus\u00f3 a la pareja de encubrir al FBI, en medio de acusaciones de que la oficina se basaba en \u00abafirmaciones secretas del poder ejecutivo inherente\u00bb para realizar vigilancia para la que ya no ten\u00edan permiso del Congreso. La era Trump vio c\u00f3mo se formaba un gran abismo entre los esp\u00edas de la naci\u00f3n y los miembros del ala populista del Partido Republicano. Despu\u00e9s de que los dem\u00f3cratas perdieran la C\u00e1mara en 2022, uno de los l\u00edderes del ala, Jim Jordan, asumi\u00f3 el control del Comit\u00e9 Judicial, que tiene jurisdicci\u00f3n sobre la Secci\u00f3n 702.<\/p>\n
Nada de esto es un buen augurio para el FBI, cuya disminuci\u00f3n adicional no solo complacer\u00eda a los defensores de las libertades civiles que compiten por la reforma de la privacidad, sino tambi\u00e9n a los republicanos ansiosos por reclamar una victoria pol\u00edtica sobre el llamado estado profundo. <\/p>\n
En un correo electr\u00f3nico, LaHood dice que, como exfiscal de casos de terrorismo, reconoce el \u201cvalor incre\u00edble\u201d de la Secci\u00f3n 702, pero afirma que los estadounidenses \u201cleg\u00edtimamente\u201d han perdido la fe en el FBI. Los abusos documentados de FISA deber\u00edan servir como una llamada de atenci\u00f3n para la comunidad de inteligencia, agrega, diciendo que la reautorizaci\u00f3n de 702 sin reformas ser\u00eda \u00abun fracaso\u00bb en la C\u00e1mara.<\/p>\n
La divulgaci\u00f3n de LaHood se produce solo un d\u00eda despu\u00e9s de que el director del FBI, Chris Wray, anunciara que el FBI hab\u00eda adquirido previamente datos de geolocalizaci\u00f3n pertenecientes a estadounidenses, que dijo que se hab\u00edan obtenido comercialmente de intermediarios de datos, eludiendo el requisito de obtener una orden judicial. Aunque ostensiblemente legal, muchos abogados y acad\u00e9micos de la privacidad consideran, no obstante, tales arreglos entre el gobierno y los recolectores de datos como una afrenta a las garant\u00edas de la Cuarta Enmienda contra registros e incautaciones irrazonables. <\/p>\n
La representante Zoe Lofgren, dem\u00f3crata de California, dice que la revelaci\u00f3n subray\u00f3 la necesidad urgente de que el Congreso act\u00fae. \u201cLa Constituci\u00f3n es expl\u00edcita en su requisito de que el gobierno debe obtener una orden judicial antes de realizar una b\u00fasqueda\u201d, dice ella. \u201cNo hacerlo va en contra de nuestra Constituci\u00f3n y pone en peligro las libertades civiles de los estadounidenses\u201d.<\/p>\n<\/div>\n