{"id":508236,"date":"2023-03-11T02:42:34","date_gmt":"2023-03-11T02:42:34","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/dolor-y-debiles-esperanzas-cuando-los-iraquies-recuerdan-la-invasion-estadounidense\/"},"modified":"2023-03-11T02:42:37","modified_gmt":"2023-03-11T02:42:37","slug":"dolor-y-debiles-esperanzas-cuando-los-iraquies-recuerdan-la-invasion-estadounidense","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/dolor-y-debiles-esperanzas-cuando-los-iraquies-recuerdan-la-invasion-estadounidense\/","title":{"rendered":"Dolor y d\u00e9biles esperanzas cuando los iraqu\u00edes recuerdan la invasi\u00f3n estadounidense"},"content":{"rendered":"


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Dos d\u00e9cadas despu\u00e9s de que la invasi\u00f3n de Irak liderada por Estados Unidos derrocara a Saddam Hussein, su gente cansada de la guerra cuenta sus dolorosos recuerdos de dictadura, grandes conflictos y a\u00f1os de violenta agitaci\u00f3n.<\/p>\n

Algunos contaron a la AFP sobre la represi\u00f3n f\u00e9rrea bajo Saddam, otros hablaron de las infancias traum\u00e1ticas que vivieron, marcadas por balas, bombas y derramamiento de sangre.<\/p>\n

Miran hacia atr\u00e1s a los horrores del grupo Estado Isl\u00e1mico y las esperanzas frustradas de un breve movimiento de protesta antigubernamental. Algunos notan signos de progreso, pero pocos expresan un optimismo real sobre el futuro.<\/p>\n

– ‘Infancia aterrorizada’ –<\/p>\n

Zulfokar Hassan, de 22 a\u00f1os, era un ni\u00f1o peque\u00f1o cuando su madre lo despert\u00f3 en medio de la noche para que pudieran esconderse en el ba\u00f1o durante una redada de las fuerzas estadounidenses en su barrio de Bagdad.<\/p>\n

\u00abLas casas a nuestro alrededor se estaban derrumbando\u00bb, record\u00f3 sobre la batalla del 6 de septiembre de 2007 cuando helic\u00f3pteros y tanques estadounidenses que atacaron a militantes chi\u00edtas mataron a 14 civiles en el distrito de Al-Washash.<\/p>\n

Al d\u00eda siguiente, el ni\u00f1o de siete a\u00f1os mir\u00f3 alrededor de la terraza de la azotea donde la familia sol\u00eda dormir en los abrasadores meses de verano.<\/p>\n

\u00abHab\u00eda metralla, nuestros colchones estaban quemados\u00bb, record\u00f3 Hassan, ahora estudiante de caligraf\u00eda.<\/p>\n

Como muchos de su generaci\u00f3n, cuenta su historia con el tono desprendido de alguien para quien las batallas callejeras, los coches bomba y los cad\u00e1veres tirados en la carretera eran el tr\u00e1gico tel\u00f3n de fondo de la vida cotidiana.<\/p>\n

\u00abA lo largo de nuestra infancia est\u00e1bamos aterrorizados\u00bb, dijo. \u00abTen\u00edamos miedo de ir al ba\u00f1o por la noche, nadie pod\u00eda dormir solo en una habitaci\u00f3n\u00bb.<\/p>\n

Uno de sus t\u00edos est\u00e1 desaparecido desde 2006. Sali\u00f3 en su autom\u00f3vil a comprar comida y nunca regres\u00f3.<\/p>\n

A fines de 2019, Zulfokar se uni\u00f3 a las amplias manifestaciones lideradas por j\u00f3venes contra el desgobierno y la corrupci\u00f3n end\u00e9micos, el deterioro de la infraestructura y el desempleo.<\/p>\n

\u00abPero me detuve\u00bb, dijo, recordando la represi\u00f3n que mat\u00f3 a cientos. \u201cHab\u00eda perdido la esperanza. Vi a j\u00f3venes como yo morir, y est\u00e1bamos indefensos.<\/p>\n

\u00abSe han sacrificado m\u00e1rtires, sin resultado y sin cambio\u00bb.<\/p>\n