{"id":51439,"date":"2022-07-26T18:44:07","date_gmt":"2022-07-26T18:44:07","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/soy-un-idiota-por-querer-un-telefono-mas-tonto\/"},"modified":"2022-07-26T18:44:08","modified_gmt":"2022-07-26T18:44:08","slug":"soy-un-idiota-por-querer-un-telefono-mas-tonto","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/soy-un-idiota-por-querer-un-telefono-mas-tonto\/","title":{"rendered":"\u00bfSoy un idiota por querer un tel\u00e9fono m\u00e1s tonto?"},"content":{"rendered":"


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\u201cDesperdicio el camino<\/span> demasiado tiempo en mi tel\u00e9fono y me atrae la idea de simplificar mi vida digital. As\u00ed que encontr\u00e9 varias aplicaciones y tutoriales dise\u00f1ados para hacer que mi tel\u00e9fono inteligente sea ‘tonto’, pero he dudado en dar el paso. \u00bfEstoy tratando de escapar de la vida moderna? <\/p>\n

\u2014Estupefacto<\/strong><\/p>\n


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Querido estupefacto,<\/strong><\/p>\n

A medida que m\u00e1s y m\u00e1s de los objetos antes mudos en nuestras vidas (refrigeradores, termostatos, timbres, incluso inodoros) son bautizados como \u00abinteligentes\u00bb, a menudo se siente como si todo el mundo inanimado estuviera atravesando un proceso de iluminaci\u00f3n. Y \u00abinteligente\u00bb es un adjetivo dif\u00edcil de resistir, particularmente en una sociedad que considera la inteligencia como una forma de moneda, o incluso, a veces, como una virtud espiritual. Entonces, mientras que \u00abhacer m\u00e1s tonto\u00bb el tel\u00e9fono aparentemente describe un proceso bastante mundano de eliminar aplicaciones, bloquear el acceso a Internet y elegir caracter\u00edsticas est\u00e9ticas poco atractivas (escala de grises, fondo de pantalla suave), entiendo la ansiedad que puede provocar. Es dif\u00edcil evitar sentir que tal minimalismo digital est\u00e1 nadando contra la corriente de este despertar, que no solo est\u00e1s simplificando tu vida sino tambi\u00e9n degradando tu mente.<\/p>\n

Quiz\u00e1s por eso uno de los tel\u00e9fonos tontos de nueva generaci\u00f3n m\u00e1s populares, el Light Phone, opta por el lenguaje de la luminosidad y su asociaci\u00f3n con la brillantez intelectual. El modelo original, cuyas capacidades se limitaban a hacer y recibir llamadas, se describi\u00f3 en el Kickstarter de 2015 de la empresa como \u00abconsideradamente simple\u00bb y promet\u00eda una vida en la que los usuarios podr\u00edan participar m\u00e1s plenamente en tareas cerebrales y art\u00edsticas, las actividades de la mente superior, sin esos zumbidos y pitidos que provocan el deseo de la pr\u00f3xima descarga de dopamina. Pero la historia del Light Phone tambi\u00e9n ilustra el retroceso familiar para cualquiera que haya intentado una reducci\u00f3n digital: la forma en que las caracter\u00edsticas, casi por s\u00ed solas, vuelven a aparecer en la imagen. Cuando se lanz\u00f3 el segundo modelo, en 2019, el tel\u00e9fono hab\u00eda agregado una pantalla t\u00e1ctil (en blanco y negro) y mensajes de texto, adem\u00e1s de aplicaciones de m\u00fasica, mapas y viajes compartidos. Los materiales promocionales enfatizan que estas adiciones son \u00abherramientas, no alimentos\u00bb, una justificaci\u00f3n que tiene el tono bastante dudoso de una persona que hace dieta insistiendo en que sus indulgencias est\u00e1n compuestas de \u00abgrasas buenas\u00bb.<\/p>\n

Incluso los intentos m\u00e1s entusiastas de renunciar a las tecnolog\u00edas ubicuas se convierten en racionalizaci\u00f3n y en la invenci\u00f3n de lagunas creativas. Conozco a una mujer que era una adicta a las noticias tan empedernida que elimin\u00f3 todas las aplicaciones de medios y navegadores de su tel\u00e9fono, reduci\u00e9ndolo a la base de texto, llamadas, clima y mapas, una soluci\u00f3n que funcion\u00f3 hasta que descubri\u00f3 que era posible ubicar la sede de la empresa New York Times en Manhattan en Google Maps y acceder a la p\u00e1gina de inicio del peri\u00f3dico a trav\u00e9s del navegador interno de la aplicaci\u00f3n. El viejo vio sobre
las adicciones, que son imposibles de burlar, se aplica doblemente a las tecnolog\u00edas inteligentes, que est\u00e1n dise\u00f1adas para usarse compulsivamente y eludir sus esfuerzos m\u00e1s ingeniosos para dominarlas.<\/p>\n

Con eso en mente, podr\u00eda sugerir una soluci\u00f3n m\u00e1s contraria a la intuici\u00f3n: deja de luchar contra el miedo a la estupidez y, en cambio, abr\u00e1zalo. Como la mayor\u00eda de las personas que quieren \u00abvolverse tontas\u00bb, asumo que se siente atra\u00eddo en parte por la asociaci\u00f3n del t\u00e9rmino con el silencio, el deseo de reducir la charla, pero inquieto por algunos de sus sin\u00f3nimos menos halagadores, como la idiotez. Pero la idiotez no siempre estuvo ponderada por las asociaciones negativas que ahora conlleva. La palabra proviene del griego idiotas<\/em>, que se refer\u00eda a los atenienses que eran esencialmente laicos, aquellos que, a diferencia de los soldados, escribas y pol\u00edticos, manten\u00edan poca conexi\u00f3n con los asuntos del estado. Significaba \u201ca solas\u201d o \u201cprivado\u201d (significados que persisten en palabras como idiosincr\u00e1tico<\/em>) y estaba reservado para aquellos que disfrutaban de libertad y autonom\u00eda de la vida p\u00fablica, el tipo de existencia que a menudo sirve como refugio para el pensamiento independiente. Gilles Deleuze argument\u00f3 que la idiotez estaba \u00edntimamente ligada a la filosof\u00eda, comenzando con S\u00f3crates, quien reconoci\u00f3 que \u00abno sab\u00eda nada\u00bb y afirm\u00f3 que esto lo hac\u00eda m\u00e1s sabio que aquellos que se cre\u00edan inteligentes. Descartes, con el fin de plantar el pensamiento moderno en un nuevo terreno, tambi\u00e9n se dispuso a negar todo el conocimiento que durante mucho tiempo hab\u00eda dado por sentado.<\/p>\n

Pocas de esas connotaciones positivas sobreviven hoy y, sin embargo, la nostalgia resurgente por las tecnolog\u00edas tontas a menudo es estimulada por un deseo no del todo moderno de distanciarse del bullicio de la polis y el comercio fren\u00e9tico del \u00e1gora. Quiz\u00e1s esta sea solo otra forma de decir que, a pesar de la celebraci\u00f3n generalizada de la inteligencia, muchos de nosotros secretamente anhelamos saber menos. La noci\u00f3n de que la informaci\u00f3n a cierta escala se convierte en algo menos que informativo fue una verdad expresada de manera colorida por Thoreau, cuyas quejas sobre el ciclo de noticias del siglo XIX se leen sorprendentemente familiares hoy. Cuando escuch\u00f3 que una l\u00ednea de cable transatl\u00e1ntico pronto traer\u00eda actualizaciones de Europa, Thoreau imagin\u00f3 que \u201cla primera noticia que se filtrar\u00e1 al ancho y agitado o\u00eddo estadounidense ser\u00e1 que la princesa Adelaida tiene tos ferina\u201d. La sospecha de que tal \u00abconocimiento\u00bb lo estaba volviendo m\u00e1s denso fue en parte lo que lo impuls\u00f3 a abandonar la ciudad por Walden. Y percibo en su pregunta, estupefacto, un indicio similar de que la econom\u00eda de la informaci\u00f3n oscurece, en alguna parte (\u00bfquiz\u00e1s en la letra peque\u00f1a de sus gigantescos acuerdos de usuario?) una negociaci\u00f3n existencial m\u00e1s sombr\u00eda: que el acceso instant\u00e1neo al conocimiento ha atrofiado sutilmente su musculatura imaginativa; que su inmersi\u00f3n en c\u00e1maras de eco digitales podr\u00eda estar excluyendo formas de pensamiento m\u00e1s originales.<\/p>\n

La idiotez no debe confundirse con la estupidez, el rechazo deliberado de informaci\u00f3n que pueda perturbar las convicciones r\u00edgidas de uno. Este \u00faltimo tiene sus ra\u00edces en un orgullo que lo convierte en la inversi\u00f3n de la elegancia, no en su alternativa. La idiotez puede ser vista como una condici\u00f3n de apertura y flexibilidad, cualidades que definen el arquetipo del tonto que aparece en muchas culturas, desde los sioux heyoka<\/em>un payaso sagrado que deliberadamente se involucr\u00f3 en acciones contrarias a la intuici\u00f3n (montar un caballo al rev\u00e9s, usar la ropa al rev\u00e9s, quejarse de estar lleno cuando la comida escasea) para desafiar las suposiciones populares, al ruso yurodivy<\/em>, o tonto santo, una figura cuya aparente locura se cre\u00eda que le otorgaba una percepci\u00f3n divina. Los tontos tienden a cambiar de forma y prosperan en umbrales y l\u00edmites. Esto fue particularmente cierto en el caso del tonto de Shakespeare, que con frecuencia estaba \u00abequilibr\u00e1ndose en el borde entre la realidad y varias construcciones de la realidad\u00bb, como dice un erudito. El tonto mediaba en el espacio entre la obra y el p\u00fablico, esa dimensi\u00f3n donde lo virtual se encuentra con lo real, movi\u00e9ndose con fluidez entre el escenario y la multitud y ocasionalmente rompiendo la cuarta pared para comentar los temas de la obra.<\/p>\n

Saco a colaci\u00f3n al tonto en parte para enfatizar la virtud de \u00abembrutarse\u00bb en lugar de optar por no participar. Tan atractivo como podr\u00eda ser vivir totalmente fuera de la red o abandonar la civilizaci\u00f3n, es pr\u00e1cticamente imposible emular la retirada de Thoreau a Walden (tan imposible como lo fue incluso para el propio Thoreau). Bien puede ser que el tel\u00e9fono inteligente simplificado ofrezca una clara ventaja: incluso los tel\u00e9fonos inteligentes m\u00e1s simples pueden restaurarse a sus capacidades completas en cualquier momento, lo que coloca al usuario en el espacio liminal del tonto, una tierra de nadie que podr\u00eda ofrecer perspectiva. , o incluso sabidur\u00eda. Tu falta de voluntad para \u201cdar el paso\u201d, como t\u00fa dices, parece menos un signo de temeroso balbuceo que una evidencia de que anhelas esas posibilidades \u00fanicas que existen en alg\u00fan lugar entre lo virtual y lo real. En el mejor de los casos, el tel\u00e9fono inteligente simplificado no ofrece ni un escape de la realidad ni un rechazo de sus condiciones, sino un portal hacia nuevas oportunidades para definir la relaci\u00f3n de uno con la vida p\u00fablica, sin dejar de ser capaz de llamar a un Uber.<\/p>\n

Fielmente,<\/strong><\/p>\n

Nube<\/strong><\/p>\n


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Este art\u00edculo aparece en la edici\u00f3n de septiembre de 2022.<\/em> Suscr\u00edbase ahora<\/em>.<\/em><\/p>\n

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