\n<\/aside>\n<\/p>\n
\u00bfAlguna vez te has encontrado mirando un problema de codificaci\u00f3n complicado y pensando, \u00abmierda\u00bb?<\/p>\n
Si esos pensamientos se abren paso en su c\u00f3digo o en los comentarios asociados, est\u00e1 en buena compa\u00f1\u00eda. Cuando el estudiante de pregrado Jan Strehmel del Instituto de Tecnolog\u00eda de Karlsruhe analiz\u00f3 el c\u00f3digo fuente abierto escrito en el lenguaje de programaci\u00f3n C, no encontr\u00f3 escasez de obscenidades. Si bien eso podr\u00eda esperarse, el hallazgo general de Strehmel podr\u00eda no serlo: la calidad promedio del c\u00f3digo que conten\u00eda juramentos fue significativamente mayor que la calidad promedio del c\u00f3digo que no lo hizo.<\/p>\n
\u201c\u00a1Los resultados son bastante sorprendentes!\u201d Strehmel dijo. Los programadores y cient\u00edficos pueden tener muchas preguntas de seguimiento. \u00bfEst\u00e1n seguros los investigadores de que no hay ciertos programadores propensos a las blasfemias que sesgan los resultados? \u00bfQu\u00e9 pasa con otros lenguajes de programaci\u00f3n? Y, lo que es m\u00e1s importante, \u00bfpor qu\u00e9 las palabrotas se correlacionan con un c\u00f3digo de alta calidad? El trabajo est\u00e1 en curso, pero incluso sin todas las respuestas, una cosa es segura: Strehmel acaba de escribir una gran tesis de licenciatura.<\/p>\n
Malas palabras, buen c\u00f3digo<\/h2>\n El supervisor de Strehmel, el bioinform\u00e1tico Alexandros Stamatakis, comenz\u00f3 a preguntarse c\u00f3mo las palabrotas afectan la calidad del c\u00f3digo despu\u00e9s de que un miembro del laboratorio le mostrara un gr\u00e1fico de la prevalencia de palabrotas en varias versiones del c\u00f3digo subyacente de Linux. Stamatakis se dio cuenta de que ten\u00eda la herramienta perfecta para preguntar si las blasfemias se correlacionan con la calidad del c\u00f3digo. Un programa llamado SoftWipe, desarrollado por su laboratorio, mide el cumplimiento de los est\u00e1ndares de codificaci\u00f3n, como el uso de controles de calidad y una estructura de c\u00f3digo simple.<\/p>\n
Para investigar, Strehmel extrajo alrededor de 3800 ejemplos de c\u00f3digo que conten\u00edan palabrotas, junto con 7600 ejemplos de c\u00f3digo que no las conten\u00edan, de GitHub. SoftWipe revel\u00f3 que, en promedio, el c\u00f3digo que conten\u00eda palabrotas obtuvo un puntaje medio punto m\u00e1s alto en su escala de 10 puntos de calidad de c\u00f3digo que el c\u00f3digo que no las conten\u00eda. \u201c\u00a1Mi reacci\u00f3n fue que esto es genial!\u201d dijo Stamatakis. Con frecuencia se encuentra maldiciendo su propio c\u00f3digo, aunque tiende a no documentar sus arrebatos en el texto. No obstante, se pregunta si sus cursos pasados \u200b\u200bpueden ayudarlo a progresar en su carrera: \u00ab\u00a1Tal vez eso me ayud\u00f3 a convertirme en profesor titular!\u00bb \u00e9l dijo.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nLos psic\u00f3logos saben desde hace mucho tiempo que jurar puede aliviar el dolor, aumentar el rendimiento f\u00edsico y ayudar a las personas a moldear su personalidad. De hecho, el psic\u00f3logo cognitivo Benjamin Bergen de la Universidad de California en San Diego, autor del libro, What the F: Lo que las palabrotas revelan sobre nuestro lenguaje, nuestro cerebro y nosotros mismos<\/em>\u2014se asegura de maldecir una vez durante cada conferencia universitaria que imparte (de una manera que es poco probable que ofenda a la clase) porque hay evidencia de que las blasfemias, cuando se usan estrat\u00e9gicamente, pueden aumentar la participaci\u00f3n de los estudiantes.<\/p>\nPero el v\u00ednculo entre jurar y la calidad del c\u00f3digo no se ha examinado antes, hasta donde sabe Bergen, y la sugerencia de que existe una conexi\u00f3n es una \u00abidea muy emocionante e interesante\u00bb, dijo.<\/p>\n
El poder de la personalidad<\/h2>\n Los programadores que juran pueden estar m\u00e1s comprometidos emocionalmente con su trabajo que los que no lo hacen, plante\u00f3 la hip\u00f3tesis de Bergen, lo que podr\u00eda llevarlos a producir productos de mayor calidad. Alternativamente, los programadores pueden incluir blasfemias para divertir o sorprender a las personas que leen su c\u00f3digo, y si esperan que se lea su c\u00f3digo, pueden hacer un esfuerzo adicional. Es probable que decir palabrotas sea un \u00abs\u00edntoma de algo m\u00e1s profundo\u00bb, dijo Bergen, y le gustar\u00eda que el trabajo futuro se centre en la causa subyacente de la asociaci\u00f3n.<\/p>\n
El ingeniero de software Greg Wilson, que ahora trabaja en la empresa de biotecnolog\u00eda Deep Genomics, no se sorprende al ver que las personalidades de los codificadores entran en su trabajo a trav\u00e9s de la selecci\u00f3n de palabras. Wilson cofund\u00f3 una organizaci\u00f3n llamada The Carpentries que ense\u00f1a a los cient\u00edficos a convertirse en buenos codificadores y dice: \u00abNo conozco a nadie que sea bueno en algo que se deje fuera\u00bb.<\/p>\n
Wilson est\u00e1 emocionado de ver a los investigadores abordar la cuesti\u00f3n de qu\u00e9 hace que el c\u00f3digo sea bueno, aunque los resultados de Strehmel son preliminares. Los programadores van a la zaga de otras disciplinas en t\u00e9rminos de c\u00f3mo eval\u00faan su propio trabajo, dice. A diferencia de los arquitectos, que tienen formas matizadas de describir por qu\u00e9 un edificio es hermoso, los programadores \u201cpueden decir que algo es una soluci\u00f3n elegante y luego nos quedamos sin palabras\u201d.<\/p>\n
Sin embargo, le preocupan los impactos que pueden tener las blasfemias si parecen estar dirigidas a los programadores junior. El lenguaje agresivo se ha citado como un factor que desalienta a las personas, especialmente a aquellas de grupos que est\u00e1n marginados en STEM, de continuar trabajando en ingenier\u00eda de software. Strehmel y Stamatakis se encontraron con las calumnias ocasionales en el c\u00f3digo que analizaron, y est\u00e1n de acuerdo en que hay l\u00edneas que los programadores no deber\u00edan cruzar. En cierto punto, \u201cdeja de ser divertido\u201d, dijo Stamatakis.<\/p>\n
Sin embargo, en general, los investigadores est\u00e1n disfrutando de su trabajo y tienen una larga lista de experimentos planeados para reforzar los resultados y obtener informaci\u00f3n adicional. Cuando est\u00e9n listos para lanzar su producto final, Wilson espera ver el mensaje de compromiso. Se imagina que dice: \u00ab\u00a1Mierda, funcion\u00f3!\u00bb<\/p>\n
Saima Sidik es una escritora cient\u00edfica independiente con sede en Somerville, Massachusetts. Cuando no est\u00e1 escribiendo, disfruta andar en bicicleta por la ciudad, aprender fotograf\u00eda y practicar taekwondo.<\/em><\/p>\n<\/p><\/div>\n \nSource link-49<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u00bfAlguna vez te has encontrado mirando un problema de codificaci\u00f3n complicado y pensando, \u00abmierda\u00bb? Si esos pensamientos se abren paso en su c\u00f3digo o en los comentarios asociados, est\u00e1 en…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":515879,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21980],"tags":[8185,69098,2054,217,5760,488,8,84,287,55352,4466],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/515878"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=515878"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/515878\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":515880,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/515878\/revisions\/515880"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/515879"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=515878"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=515878"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=515878"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}