{"id":516569,"date":"2023-03-15T11:14:31","date_gmt":"2023-03-15T11:14:31","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/salva-el-planeta-comiendo-este-gran-pez-feo\/"},"modified":"2023-03-15T11:14:33","modified_gmt":"2023-03-15T11:14:33","slug":"salva-el-planeta-comiendo-este-gran-pez-feo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/salva-el-planeta-comiendo-este-gran-pez-feo\/","title":{"rendered":"Salva el planeta comiendo este gran pez feo"},"content":{"rendered":"


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en un claro<\/span> tarde a fines de mayo pasado, Amy Yang se inclin\u00f3 sobre el costado de un peque\u00f1o bote de pesca. Sus manos agarraron un arco y una flecha. Examin\u00f3 la superficie del r\u00edo Cumberland de Kentucky en busca de destellos plateados reveladores a medida que el cielo se oscurec\u00eda. Hab\u00edan estado fuera durante horas, y estaba casi anocheciendo. Hab\u00eda convencido a su novio de que manejara desde su ciudad natal adoptiva de Chicago para hacer esto, y no quer\u00eda perder la oportunidad.<\/p>\n

Mantuvo la mirada en el r\u00edo. El bote se balanceaba a lo largo de un tramo de agua especialmente poco glamoroso, bancos rocosos salpicados de cad\u00e1veres de carpas. \u00abApestoso\u00bb, dijo Yang. Adem\u00e1s, ten\u00eda que concentrarse. Una chica de ciudad reci\u00e9n salida de la universidad, no era una pescadora experimentada. De hecho, era la primera vez que pescaba. Le dol\u00edan los brazos de sostener el arco.<\/p>\n

Entonces lo vio: el parpadeo. Plata brillante. Luego m\u00e1s parpadeos. La suave superficie del r\u00edo se convirti\u00f3 en un tumulto de ondas y aletas brillantes. Sus costas pueden no haber sido mucho para ver, pero la vida bull\u00eda bajo el agua. Estir\u00f3 la flecha hacia atr\u00e1s, esperando que su forma no fuera demasiado mala, y la solt\u00f3. <\/p>\n

\u201cCuando manejamos de regreso a Chicago, ten\u00edamos una hielera llena de pescado\u201d, dice ella. <\/p>\n

No cualquier pez. Yang est\u00e1 obsesionado con un tipo en particular. En ese momento, ella lo llam\u00f3 carpa asi\u00e1tica, aunque ahora a menudo se le llama \u201ccopi\u201d. (T\u00e9cnicamente es una agrupaci\u00f3n de cuatro especies separadas: carpa cabezona, carpa herb\u00edvora, carpa negra y carpa plateada). En los EE. UU., este pez a menudo se considera una amenaza, particularmente para los Grandes Lagos. Una especie invasora, ha florecido en las v\u00edas fluviales del sur y el medio oeste de Estados Unidos, creciendo tan abundantemente que ha matado a las especies nativas y deformado el ecosistema. Pero tambi\u00e9n es una fuente potencial de alimento viable y abundante, y Yang quiere ayudar a la gente a verlo de esa manera. <\/p>\n

\u00abCrec\u00ed en China\u00bb, dice Yang, \u00abas\u00ed que el hecho de que la gente no los comiera no ten\u00eda sentido para m\u00ed\u00bb. Recuerda haberlo visto en la mesa cuando era ni\u00f1a, lo cual no es sorprendente: el pescado se ha comido all\u00ed durante miles de a\u00f1os y sigue siendo popular hasta el d\u00eda de hoy. Sin embargo, hasta hace poco era dif\u00edcil encontrarlo en Chicago y en la mayor\u00eda de las otras ciudades estadounidenses. Para cuando fue a pescar con arco, Yang se hab\u00eda cansado de pedirlo a granel en l\u00ednea. Una cocinera casera apasionada, tiene una cuenta de Instagram dedicada a mostrar diferentes formas de comerla. (\u00bfSu receta favorita? Ceviche.) Le cuenta a todos los que conoce sobre el copi: lo vers\u00e1til que es, lo sabroso, lo injustamente difamado. <\/p>\n

Yang est\u00e1 lejos<\/span> de la \u00fanica persona obsesionada con este pez. Hay un movimiento creciente encabezado por cient\u00edficos, chefs y la industria pesquera de agua dulce de los EE. UU. para rehabilitar la reputaci\u00f3n del copi y convencer a los estadounidenses de que es una prote\u00edna subestimada, asequible y ecol\u00f3gica en lugar de una plaga. <\/p>\n

Kevin Irons, por ejemplo, se ha dedicado a la causa desde la d\u00e9cada de 1990, cuando se mud\u00f3 con su familia a La Habana, Illinois, para ser un gran ecologista de r\u00edos. El mismo a\u00f1o que lleg\u00f3, un pescador comercial atrap\u00f3 un copi en el r\u00edo Illinois. El pescador nunca lo hab\u00eda visto antes, y lo asust\u00f3. \u201cEst\u00e1 goteando sangre de pescado sobre la alfombra del centro de investigaci\u00f3n y dice: ‘\u00bfQu\u00e9 diablos es esto?’\u201d, dice Irons. <\/p>\n