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El estudio de Thomas Mann con su escritorio sagrado es el foco de la nueva exposici\u00f3n permanente en los Archivos de Thomas Mann en ETH Zurich. Habla de la guerra, del exilio, de la libertad amenazada. Y c\u00f3mo se crea la literatura.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n
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Un lugar de trabajo es una especie de hogar: el escritorio de Thomas Mann en la casa de la familia Mann en Pacific Palisades.<\/h2>\n Archivo Thomas Mann \/ Biblioteca ETH de Z\u00farich<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
A principios de marzo de 1933, Arosa estaba radiante de belleza. Casi demasiado c\u00e1lido para la \u00e9poca del a\u00f1o, pero Thomas Mann solo lo reconoci\u00f3 casualmente. Estaba en mal estado, apenas dorm\u00eda, se sent\u00eda d\u00e9bil, a veces con fiebre. Hab\u00eda estado de vacaciones en las monta\u00f1as durante dos buenas semanas. M\u00e1s tiempo de lo planeado, pero lo que escuch\u00f3 de Alemania fue tan amenazante que \u00e9l y Katja pospusieron el viaje de regreso.<\/p>\n
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Thomas Mann fue odiado por los nazis. Pens\u00f3 que Hitler era un idiota peligroso y lo dijo abiertamente. En discursos y ensayos hab\u00eda advertido contra los nazis y nunca dej\u00f3 ninguna duda sobre lo que estaba en juego: \u00abla idea de la libertad, a partir de la cual Europa est\u00e1 virtualmente constituida\u00bb. Europa, no Alemania. Eso era importante para \u00e9l incluso antes de que el exilio lo convirtiera de alem\u00e1n a europeo.<\/p>\n
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\u00abTom\u00e1s Mann. \u00a1Atenci\u00f3n, Europa!\u00bb, la primera exposici\u00f3n especial en los Archivos de Thomas Mann recientemente dise\u00f1ados en ETH Zurich, rastrea las etapas del compromiso pol\u00edtico de Mann, desde las primeras pol\u00e9micas antidemocr\u00e1ticas de \u00abReflexiones de un hombre no pol\u00edtico\u00bb hasta las conferencias que dio. en el exilio al Portavoz de la resistencia intelectual contra el r\u00e9gimen hitleriano.<\/p>\n
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La exposici\u00f3n pregunta a los autores contempor\u00e1neos qu\u00e9 significar\u00edan para ellos las reflexiones de Mann sobre Europa, la democracia y la libertad. En una instalaci\u00f3n de video, Dana Grigorcea, Usama Al Shahmani y Laura de Weck discuten el legado pol\u00edtico de Mann. Mikhail Schischkin habla de c\u00f3mo los textos pol\u00edticos de Mann se le reabren bajo el impacto de la guerra de Ucrania.<\/p>\n
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Mal tiempo<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Guerra, exilio, libertad amenazada: lo que ocupaba a Thomas Mann nos ocupa de nuevo hoy. Tenemos que tomar una posici\u00f3n, de una forma u otra. Los refugiados buscan nuestra protecci\u00f3n. Como la familia Mann en 1933. Su fuga comenz\u00f3 en Suiza. La estancia de vacaciones en Arosa fue el comienzo de su exilio.<\/p>\n
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Son Golo inform\u00f3 desde Munich a mediados de marzo que el clima era horrible. Este era un c\u00f3digo que hab\u00eda sido acordado. Lo que significaba estaba claro. Tambi\u00e9n se pod\u00eda leer sobre ello en los peri\u00f3dicos: personas arrestadas, casas y tiendas saqueadas, jud\u00edos maltratados. Hitler se convirti\u00f3 en canciller el 30 de enero, el Reichstag se quem\u00f3 el 27 de febrero y los nacionalsocialistas obtuvieron m\u00e1s del 40 por ciento de los votos en las elecciones al Reichstag.<\/p>\n
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Un regreso estaba fuera de discusi\u00f3n. Thomas Mann lo sab\u00eda, aunque no se lo admitiera a s\u00ed mismo durante mucho tiempo. De Arosa fuimos a Lenzerheide, luego a Locarno y finalmente al sur de Francia. En abril, la Gestapo realiz\u00f3 un registro en la casa de los Mann en Poschingerstrasse en Munich. Poco despu\u00e9s, los bienes fueron confiscados y se emiti\u00f3 una orden de custodia preventiva para Thomas Mann. Luego la casa fue confiscada.<\/p>\n
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Los Mann necesitaban un nuevo hogar. La b\u00fasqueda pronto se concentr\u00f3 en Suiza, en Z\u00farich. Con \u00e9xito. En septiembre de 1933, Thomas y Katja se mudaron a una casa en K\u00fcsnacht con sus dos hijos menores, Elisabeth y Michael. Al principio todos se sintieron aliviados, pero la familia no ten\u00eda mucho m\u00e1s que equipaje de vacaciones. Todos los efectos dom\u00e9sticos estaban todav\u00eda en Munich. Estall\u00f3 una dura guerra con las autoridades por la casa, los muebles, los libros, el dinero, los documentos, los manuscritos y los recuerdos familiares. Solo se pudo salvar parte de las pertenencias. La mayor\u00eda de ellos fueron obligados a ser subastados, destruidos en la guerra o desaparecidos.<\/p>\n
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