{"id":528108,"date":"2023-03-21T09:09:15","date_gmt":"2023-03-21T09:09:15","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/tengo-derecho-a-la-ciudadania-austriaca-me-la-quitaron-la-quiero-de-vuelta\/"},"modified":"2023-03-21T09:09:18","modified_gmt":"2023-03-21T09:09:18","slug":"tengo-derecho-a-la-ciudadania-austriaca-me-la-quitaron-la-quiero-de-vuelta","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/tengo-derecho-a-la-ciudadania-austriaca-me-la-quitaron-la-quiero-de-vuelta\/","title":{"rendered":"\u201cTengo derecho a la ciudadan\u00eda austriaca. Me la quitaron. La quiero de vuelta\u00bb"},"content":{"rendered":"


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En Austria, los descendientes de jud\u00edos perseguidos ahora pueden naturalizarse sin tr\u00e1mites burocr\u00e1ticos. Este es un paso simb\u00f3lico con un gran impacto.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Sigmund Freud escapa de los nazis con su hija Anna. El 5 de junio de 1938 lleg\u00f3 a Par\u00eds en tren procedente de Viena. Casi sesenta a\u00f1os despu\u00e9s, su nieta Sophie recuperar\u00e1 la ciudadan\u00eda austriaca de Estados Unidos.<\/h2>\n

Keystone-Francia\/Gamma-Keystone\/Getty<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Los n\u00fameros no mienten. Especialmente si provienen del prestigioso Instituto de Estad\u00edsticas de Austria: el a\u00f1o pasado se concedi\u00f3 la ciudadan\u00eda austriaca a 20.606 personas. Eso es un 27,4 por ciento m\u00e1s que en 2021. En comparaci\u00f3n con 2019, el n\u00famero casi se ha duplicado. \u00bfQue esta pasando ah\u00ed? La respuesta es simple y compleja al mismo tiempo. Casi la mitad de los nuevos ciudadanos son ex v\u00edctimas nazis o sus descendientes.<\/p>\n

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Desde septiembre de 2020, tienen derecho a la naturalizaci\u00f3n por ley, incluso si no viven en Austria. No es necesario renunciar a otras ciudadan\u00edas existentes. Una milla. Con el seco t\u00edtulo legal \u00a7 58c StbG, la pol\u00edtica austriaca, que ha estado plagada de olvido durante tanto tiempo, avanza en direcci\u00f3n a la humanidad. Los hijos y nietos de los perseguidos y desplazados solicitan la ciudadan\u00eda, cuyo capital simb\u00f3lico es siempre individual.<\/p>\n

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Quienes llenan el cuestionario que forma parte del procedimiento lo hacen en memoria de sus ancestros o con el fantasma del dolor del desarraigo, que muchas veces se sigue sintiendo generaciones despu\u00e9s. El texto legal \u00a7 58c StbG trata sobre la persecuci\u00f3n anterior, pero tambi\u00e9n sobre la llegada. Una parte importante de los nuevos ciudadanos pertenecen a la generaci\u00f3n joven. La mayor\u00eda de los solicitantes viven en Israel, Estados Unidos, Reino Unido o Irlanda. Sus historias familiares son historias de exilio.<\/p>\n

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trauma de la emigracion<\/span><\/h2>\n

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El austriaco, que hab\u00eda huido a Londres en 1936, padec\u00eda la \u201cenfermedad del exilio\u201d. Escritora y periodista Hilde Spiel<\/a> hablado. Regres\u00f3 a Viena despu\u00e9s de la guerra, pero las experiencias de la emigraci\u00f3n nunca la dejaron ir. En su famoso libro \u00abEl mundo de ayer\u00bb, Stefan Zweig escribe: \u00abY no dudo en admitir que desde que tuve que vivir con los documentos o pasaportes de otra persona, nunca sent\u00ed que me perteneciera a m\u00ed mismo\u00bb. Zweig ten\u00eda pasaporte de ap\u00e1trida. Se qued\u00f3 con la sensaci\u00f3n de \u201cque te pueden hacer retroceder dondequiera que pongas un pie\u201d. El escritor muri\u00f3 en 1942.<\/a> en el exilio brasile\u00f1o. Nunca volvi\u00f3 a ver su tierra natal.<\/p>\n

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Durante mucho tiempo, el trauma de la emigraci\u00f3n apenas se consider\u00f3 relevante a nivel pol\u00edtico. Despu\u00e9s de la guerra, psiquiatras como el notorio Ernst Kretschmer estuvieron activos en el mundo de habla alemana en los llamados \u00abprocedimientos de compensaci\u00f3n\u00bb. En los procesos pertinentes, hizo saber a las v\u00edctimas del nacionalsocialismo que exist\u00eda una ilimitada \u00abcapacidad del organismo para compensar traumas psicol\u00f3gicos severos\u00bb. La capacidad de equilibrio de Kretschmer era notable. El cient\u00edfico racial e inventor de una teor\u00eda de tipos bajo el nacionalsocialismo realiz\u00f3 su trabajo con entusiasmo. A partir de 1945 su volumen de pedidos no se redujo significativamente. Como experto, dio forma al poder judicial de la posguerra.<\/p>\n

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No fue hasta la d\u00e9cada de 1960 que los hallazgos estadounidenses sobre el \u00abs\u00edndrome del sobreviviente\u00bb comenzaron a ganar influencia. Parte de ello es la culpa de sobrevivir al Holocausto mientras amigos y parientes fueron asesinados. Los recuerdos de las familias y las condiciones del exilio crean sensibilidades que a veces transmiten el trauma a generaciones. Hoy tambi\u00e9n se habla del \u201ccomplejo hijo de supervivientes\u201d. Ser y permanecer como un extra\u00f1o para uno mismo en una tierra extranjera es lo que ya describi\u00f3 Stefan Zweig. Una actitud ante la vida, cuyas condiciones la nueva situaci\u00f3n legal austriaca al menos intenta interpretar.<\/p>\n

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Durante mucho tiempo, Austria apenas se interes\u00f3 por el regreso de los expulsados. De los aproximadamente 110.000 jud\u00edos que fueron expulsados, solo cuatro o cinco mil regresaron inmediatamente despu\u00e9s de la guerra. La mayor\u00eda de ellos eran sobrevivientes de campos de concentraci\u00f3n. Muchos emigrantes tambi\u00e9n abandonaron el lugar de refugio en Shanghai, que era solo una estaci\u00f3n de paso, hacia su patria. Solo el 3 por ciento del n\u00famero total de refugiados regres\u00f3 de los Estados Unidos. Las condiciones de vida eran diferentes a las de Austria, que era pol\u00edticamente dudosa despu\u00e9s de la guerra y apenas ofrec\u00eda perspectivas. Incluso muchos de los retornados emigraron nuevamente a fines de la d\u00e9cada de 1940.<\/p>\n

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A principios de la d\u00e9cada de 2000, la Comisi\u00f3n de Historiadores de Austria describi\u00f3 la retirada sistem\u00e1tica de la ciudadan\u00eda como una \u201cfirma de expulsi\u00f3n\u201d. Desde el estado corporativo austriaco en la d\u00e9cada de 1930, los m\u00e9todos de expatriaci\u00f3n se han vuelto cada vez m\u00e1s precisos. Con las Leyes de Nuremberg, que entraron en vigor en mayo de 1938 para Austria, que se incorpor\u00f3 al Reich alem\u00e1n, los jud\u00edos eran ciudadanos de segunda clase.<\/p>\n

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A partir de octubre de 1938, se estamp\u00f3 una J en sus pasaportes, en 1939 tuvieron que llevar los nombres adicionales Sara e Israel, y luego en 1941 la estrella amarilla. Como ap\u00e1tridas, los jud\u00edos eran forajidos. Su \u00abausencia de mundo\u00bb, como dir\u00eda m\u00e1s tarde Hannah Arendt, era como una \u00abincitaci\u00f3n al asesinato\u00bb.<\/p>\n

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Lo que Austria est\u00e1 haciendo ahora es un intento de inversi\u00f3n simb\u00f3lica. El pa\u00eds ha tenido alguna experiencia con esto desde la d\u00e9cada de 1950. La ley austr\u00edaca negaba a quienes, como emigrantes, hab\u00edan adquirido la ciudadan\u00eda extranjera por pura necesidad, el derecho a volver a ser austr\u00edacos.<\/p>\n

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nieta de sigmund freud<\/span><\/h2>\n

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Este hecho de expulsi\u00f3n continuada se ha recrudecido en el caso el pintor Oskar Kokoschka,<\/a> que era un exiliado brit\u00e1nico. El canciller federal en ese momento, Bruno Kreisky, se hizo cargo del asunto afirmando que Kokoschka hab\u00eda establecido una casa con \u00e9l en la villa del canciller en Viena.<\/p>\n

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Como resultado de la causa, hubo un cambio en la ley en 1973, pero tampoco calm\u00f3 la situaci\u00f3n. Hasta 1993 era condici\u00f3n para renunciar a las ciudadan\u00edas anteriores. En los veinte a\u00f1os entre 1973 y 1993, s\u00f3lo 300 emigrantes estuvieron dispuestos a hacerlo. Esta disposici\u00f3n cay\u00f3 en 1993. Desde el otro lado del Atl\u00e1ntico lleg\u00f3 la voz de la nieta de Sigmund Freud, Sophie, quien, despu\u00e9s de casi sesenta a\u00f1os en el exilio estadounidense, dijo: \u00abTengo derecho a la ciudadan\u00eda austriaca. Me la quitaron. La quiero de vuelta\u00bb.<\/p>\n

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Sophie Freud muri\u00f3 en 2022. Por razones comprensibles, hoy en d\u00eda no es la generaci\u00f3n de emigrantes la que presentar\u00e1 solicitudes, sino los descendientes de todas partes del mundo. Las historias familiares se han ramificado, pero hay un punto de fuga en las biograf\u00edas: el hogar de quienes huyeron o fueron asesinados en el Holocausto.<\/p>\n

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Cualquiera que, como descendiente de una v\u00edctima nazi, tambi\u00e9n quisiera solicitar ser austriaco, se encontrar\u00e1 hoy con una burocracia poco burocr\u00e1tica. Se tiene que llenar un cuestionario, en el cual se tiene que dar informaci\u00f3n sobre la persona del antepasado. direcciones. parientes. motivos de persecuci\u00f3n. Las oficinas austriacas luego se adentran en las profundidades de los archivos y en las zonas oscuras de los archivos nazis.<\/p>\n

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La anulaci\u00f3n de la injusticia anterior por la ley actual es una tarea que Austria enfrenta meticulosamente. Diez mil solicitudes cada a\u00f1o traen un enorme trabajo y, a veces, tambi\u00e9n nuevos conocimientos a un nivel legal superior. Deben cerrarse las lagunas legislativas que a\u00fan existen, como en el caso de un tirol\u00e9s del sur que present\u00f3 una solicitud en memoria de su abuela, que fue asesinada durante la era nazi. Nacida como gran duquesa en la Rusia zarista y huyendo de los bolcheviques, se hab\u00eda casado con un austriaco. A causa de su depresi\u00f3n, vivi\u00f3 en una instituci\u00f3n psiqui\u00e1trica desde la d\u00e9cada de 1930. En 1940 se convirti\u00f3 en v\u00edctima de la \u00abeutanasia\u00bb nacionalsocialista.<\/p>\n

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Como otras 30.000 personas, fue asesinada con gas en el asilo de Alta Austria en Hartheim. Debido a que su antepasado no hab\u00eda emigrado al extranjero durante la era nazi, el caso del tirol\u00e9s del sur qued\u00f3 fuera de la nueva situaci\u00f3n legal. Brechas como esta ahora tambi\u00e9n est\u00e1n cerradas. La escritora Hilde Spiel escribi\u00f3 sobre el car\u00e1cter hereditario de la \u201cenfermedad del exilio\u201d. Despu\u00e9s de todo, Austria est\u00e1 tratando de aliviar los s\u00edntomas.<\/p>\n

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