<\/picture>\n <\/div>\n<\/p><\/div>\nLos spoilers siguen para <\/em>John Wick: Cap\u00edtulo 4estrenada en los cines el 24 de marzo, y las pel\u00edculas anteriores <\/em>Juan mecha, <\/em>John Wick: Cap\u00edtulo 2y <\/em>John Wick: Cap\u00edtulo 3 \u2013 Parabellum. <\/em><\/p>\nEl Juan mecha<\/em> La franquicia siempre ha requerido una suspensi\u00f3n comprometida de la incredulidad. No porque Keanu Reeves no sea cre\u00edble como un asesino \u00e1gil que nunca falla ni en la punter\u00eda ni en la moda, sino porque en cuatro pel\u00edculas, el hijo de la familia criminal Ruska Roma es asediado en lugares cada vez m\u00e1s extravagantes. Los enfrentamientos que comenzaron con un allanamiento en la casa de Wick han viajado desde entonces a tiendas de armas antiguas y casbahs de Casablanca; t\u00faneles, puentes, puertos y bibliotecas p\u00fablicas de la ciudad de Nueva York; y museos e iglesias europeos, sin que ning\u00fan civil quede atrapado en el fuego cruzado. (Wick y sus colegas asesinos son solo eso <\/em>preciso, \u00bfde acuerdo?) Y aunque cada nueva arena es una oportunidad para ver c\u00f3mo el asesino a sueldo de Reeves se adapta a nuevos obst\u00e1culos, hay un lugar al que las pel\u00edculas regresan una y otra vez: el club nocturno con luces de ne\u00f3n. El Baba Yaga no respeta cobros ni entradas, y es uno de los mejores fiesteros que ha tenido el cine.<\/p>\nPulsando con luz, m\u00fasica y movimiento r\u00edtmico, las raves y los clubes aparecen de vez en cuando en las pel\u00edculas de acci\u00f3n, lo cual tiene sentido ya que el g\u00e9nero est\u00e1 muy interesado en la fisicalidad del cuerpo humano. <\/strong>Pueden ser un espacio ideal para observar estados elevados del ser (miedo, lujuria, euforia) y modos de movimiento. Considere la escena inicial de Cuchilla<\/em> y cu\u00e1n r\u00e1pido esos rociadores de sangre convierten el \u00e9xtasis en terror, revelando la otredad de un grupo de vampiros hambrientos.<\/p>\n\n \n<\/aside>\nY no se olviden de la muy difamada pero en realidad grandiosa rave de Zion en La matrix recargada<\/em>la segunda entrega de Reeves otro<\/em> gran franquicia de acci\u00f3n. Esa escena va y viene de juerguistas en la \u00faltima ciudad humana saltando, rechinando y disfrutando de su libertad, hasta Neo y Trinity (Carrie-Anne Moss) de Reeves haciendo el amor, enfatizando las alegr\u00edas y el \u00e9xtasis de ser humano. El delirio fue un marcado contraste con la escena del club de la pel\u00edcula anterior, en la que un Neo reprimido permanece inm\u00f3vil en una habitaci\u00f3n llena de movimiento sin restricciones. En Zion, ahora libre de la monoton\u00eda de la realidad simulada, Neo encuentra un equilibrio entre el abandono y la moderaci\u00f3n.<\/p>\nEl Juan mecha<\/em> pel\u00edculas juegan con ideas similares sobre la carne y la indulgencia en sus escenas de clubes nocturnos, que aparecen en Juan mecha<\/em>, John Wick: Cap\u00edtulo 2<\/em>y, en un vertiginoso regreso a la forma, John Wick: Cap\u00edtulo 4<\/em>. Cada uno es un torbellino de dise\u00f1o de acci\u00f3n en el que el vengador solitario de Reeves se enfrenta a enjambres de malos que lo atacan con todo lo que tienen.. <\/strong>Mientras todos a su alrededor bailan de placer, Wick y sus enemigos esquivan y hacen piruetas para tomar la delantera. Es una pelea hermosa, que refleja la apreciaci\u00f3n fundamental de la franquicia por el potencial de la forma humana. (La tercera entrega, Parabellum<\/em>, <\/em>tiene muchos puntos altos, como la lucha en la sala de cristal de Continental, pero su falta de pistas de baile <\/strong>es un inconveniente definitivo.)<\/p>\nLa sobrecarga sensorial es la Juan mecha<\/em> manera, y especialmente durante estas escenas de clubes nocturnos. Las canciones con graves pesados \u200b\u200bson lo suficientemente fuertes como para derretir tu cerebro; las luces p\u00farpura-azul-roja-rosa parpadean en todas direcciones; y luego est\u00e1 Wick, abri\u00e9ndose camino a trav\u00e9s de todo: su precisi\u00f3n finamente perfeccionada yuxtapuesta con un exceso libertino. La primera pel\u00edcula establece la plantilla, con Wick infiltr\u00e1ndose en un club llamado Red Circle, abri\u00e9ndose paso a pu\u00f1aladas a trav\u00e9s del nivel de la piscina del s\u00f3tano, sofocando los gritos de los matones y luego persiguiendo al mafioso Iosef Tarasov (Alfie Allen) a trav\u00e9s del nivel superior. Cada elecci\u00f3n de producci\u00f3n aqu\u00ed: la canci\u00f3n electropop de Kaleida \u00abThink\u00bb, la iluminaci\u00f3n bisexual, la vajilla del restaurante (vasos, botellas de champ\u00e1n) como armamento improvisado, los clubbers que se separan y se unen alrededor de Wick hasta que comienzan los disparos, se suman a una demostraci\u00f3n emocionante de Wick. la determinaci\u00f3n y la atm\u00f3sfera intensificada de la franquicia.<\/p>\n\n \n<\/figure>\n\n \n<\/figure>\n
John Wick: Cap\u00edtulo 2<\/em> va m\u00e1s grande, enviando a Wick a las ruinas de las Termas de Caracalla en Roma para una ceremonia de coronaci\u00f3n que tiene los mismos componentes de la escena del C\u00edrculo Rojo, pero a mayor escala. Esta vez, hay una presentaci\u00f3n en vivo de dos canciones oper\u00edsticas ambientales m\u00e1s del m\u00fasico Nostalghia, una luz roja como la sangre que irradia un escenario gigantesco y cientos de personas que dan paso a Wick, incluso aplaudiendo cuando termina en la plataforma sobre ellos. Es un ejemplo perfecto de c\u00f3mo estas pel\u00edculas se vuelven m\u00e1s ambiciosas con cada entrega, pero tambi\u00e9n honran lo que saben que funciona: escenarios elaborados que muestran la capacidad de Reeves para mantener la concentraci\u00f3n, sin importar cu\u00e1ntas distracciones se interpongan en su camino.<\/p>\n\n \n<\/figure>\n
Eso nos lleva a John Wick: Cap\u00edtulo 4<\/em>, en el que Reeves’s Wick est\u00e1 en Berl\u00edn para matar a un malvado llamado, espera, Killa (el \u00edcono de las artes marciales Scott Adkins, con un decepcionante traje gordo). Rodada en el brutal Kraftwerk Berlin, una central el\u00e9ctrica convertida en espacio de exhibici\u00f3n, esta escena toma todo lo grandioso de la Mecha<\/em> escenas del club antes de \u00e9l y lo intensifica para poner a Wick bajo la mayor presi\u00f3n posible. Una pista de sintetizador instrumental es un sonido sinuoso de fondo, mientras destellos de lentes y luces arremolinadas recortan la silueta de los bailarines que no se molestan por las travesuras de Wick y Killa. Hay r\u00e1fagas de fuego y tuber\u00edas que arrojan agua, empapando a los hombres mientras suben y bajan las escaleras del club (ya veces se caen sobre ellas). Y toda esa lluvia simulada solo mejora la destreza de la coreograf\u00eda de lucha. Caso en cuesti\u00f3n: cuando Wick agarra un hacha que uno de los secuaces de Killa le arroja y luego la usa contra otro<\/em> secuaz. \u00a1Nuestro chico no es m\u00e1s que ingenioso!<\/p>\n\n \n<\/figure>\n\n \n<\/figure>\n
Si John Wick: Cap\u00edtulo 4 <\/em>realmente es el final de esta saga, hay una bonita poes\u00eda en el final de la franquicia tan similar a c\u00f3mo comenz\u00f3: Wick defiende a un perro, se identifica a s\u00ed mismo como un \u00abesposo amoroso\u00bb sobre todo, y sale en sus propios t\u00e9rminos. El mundo entero era la pista de baile de John Wick, y qu\u00e9 delicia verlo hacer un movimiento (y algunas cabezas).<\/p>\n\n Ver todo<\/span> \n \n <\/g><\/svg><\/p>\n <\/span><\/p>\n<\/section><\/div>\n
\nSource link-22 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Los spoilers siguen para John Wick: Cap\u00edtulo 4estrenada en los cines el 24 de marzo, y las pel\u00edculas anteriores Juan mecha, John Wick: Cap\u00edtulo 2y John Wick: Cap\u00edtulo 3 \u2013…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":537200,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21981],"tags":[8455,1214,246,1584,1294,21440,8951,73,12627],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/537199"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=537199"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/537199\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":537201,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/537199\/revisions\/537201"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/537200"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=537199"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=537199"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=537199"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}