{"id":546530,"date":"2023-03-30T22:20:48","date_gmt":"2023-03-30T22:20:48","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/cuaderno-de-critica-capitalismo-y-television-hoy-una-historia-de-amor-odio\/"},"modified":"2023-03-30T22:20:51","modified_gmt":"2023-03-30T22:20:51","slug":"cuaderno-de-critica-capitalismo-y-television-hoy-una-historia-de-amor-odio","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/cuaderno-de-critica-capitalismo-y-television-hoy-una-historia-de-amor-odio\/","title":{"rendered":"Cuaderno de cr\u00edtica: Capitalismo y televisi\u00f3n hoy, una historia de amor\/odio"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

\n

\n

\tLa intersecci\u00f3n del capitalismo de \u00faltima etapa y Peak TV de \u00faltima etapa ha convertido en profetas a personas normalmente obsesionadas con las ganancias.<\/p>\n

\n

\tSer\u00eda casi una locura si, semanalmente, Walt Disney Co., Warner Bros. Discovery, Amazon y Apple enviaran a los accionistas un correo electr\u00f3nico con el asunto: \u00abEl final est\u00e1 cerca\u00bb. Pero la industria de la televisi\u00f3n, que normalmente ha explorado cuestiones de clase con el mismo nerviosismo que reserva para la religi\u00f3n, ha comenzado a tratar las realidades econ\u00f3micas de nuestro experimento estadounidense con mucho m\u00e1s pesimismo de lo que cabr\u00eda esperar.<\/p>\n

\n

\tLa iron\u00eda es clara: estos productores de contenido\/predicadores del fin del mundo improbables est\u00e1n presentando un flujo constante de espect\u00e1culos sobre el impacto corrosivo de un sistema que trata a los trabajadores como engranajes intercambiables que existen solo para engordar el resultado final; al mismo tiempo, est\u00e1n elevando los precios de suscripci\u00f3n de los clientes leales y acabando con producciones completadas que emplearon a cientos para desgravaciones fiscales.<\/p>\n

\n

\tSi no crees que esa es una receta para la revoluci\u00f3n, mira la serie Disney+ de Tony Gilroy Andor<\/em>. El espect\u00e1culo utiliza el reconfortante tel\u00f3n de fondo de la Guerra de las Galaxias<\/em> universo para emitir una advertencia mucho menos reconfortante sobre las consecuencias de permitir que los ricos creen su propio mundo insular donde pueden usar herramientas autoritarias para sofocar la disidencia y elevar sus propios est\u00e1ndares de opulencia. Es una nota de precauci\u00f3n que ha estado en la franquicia desde mucho antes de que George Lucas se convirtiera en multimillonario, pero Walt Disney, que odia los sindicatos, estar\u00eda revolc\u00e1ndose en su tumba en un espect\u00e1culo cuyos protagonistas progresistas hacen que Norma Rae parezca tan militante como Melania Trump (aunque nadie respet\u00f3 la cooptaci\u00f3n de valores en nombre del valor como Disney; v\u00e9ase la atracci\u00f3n It’s a Small World de Disneyland).<\/p>\n

\n

\tCuando HBO no le est\u00e1 dando a John Oliver una plataforma para rega\u00f1ar implacablemente a su WBD \u00abBusiness Daddy\u00bb, la compa\u00f1\u00eda est\u00e1 lanzando variaciones sobre Pap\u00e1 de negocios: el espect\u00e1culo<\/em>. Ya sea Sucesi\u00f3n <\/em>o el loto blanco <\/em>(o Casa del Drag\u00f3n<\/em>, si lo reducimos a su esencia), estas son s\u00e1tiras que reflejan tan perfectamente nuestra creciente desconfianza hacia los ricos que los votantes de los Emmy son capaces de tratarlas como dramas. Son programas de \u00abcome tu pastel y c\u00f3melo tambi\u00e9n\u00bb que retratan a los ricos como monstruos can\u00edbales que alternan entre pu\u00f1aladas por la espalda y se\u00f1ales de virtud, pero toman el tipo de vacaciones exclusivas que podr\u00edan enga\u00f1arlo y hacerle creer que todo vale la pena: a menos que te quedes en HBO el tiempo suficiente para ver la privaci\u00f3n de derechos y la desesperaci\u00f3n te\u00f1idas de humor en el coraz\u00f3n de perros de lluvia <\/em>o alguien en alguna parte<\/em>.<\/p>\n

\n

\tLa televisi\u00f3n siempre ha sido un medio construido en torno al trabajo, desde la centralidad de las comedias de situaci\u00f3n y los procedimientos del lugar de trabajo en las alineaciones de programaci\u00f3n hasta la estructuraci\u00f3n tradicional de la televisi\u00f3n diurna en torno a los ritmos y el poder adquisitivo de las \u00abamas de casa\u00bb. El modelo de transmisi\u00f3n dijo: \u201cAqu\u00ed, mire programas sobre personas que hacen los movimientos en el trabajo, y aseg\u00farese de prestar mucha atenci\u00f3n a los productos que puede comprar dependiendo de cu\u00e1n lucrativos sean sus propios esfuerzos profesionales\u201d. muestra como La oficina<\/em> o Taxi <\/em>o Salud<\/em> no endulz\u00f3 la rutina que era el trabajo diario. Pero por lo general hab\u00eda un mensaje subyacente de que el trabajo segu\u00eda siendo un lugar para encontrar una familia secundaria y, en ocasiones, la pareja con la que se pod\u00eda crear una familia primaria.<\/p>\n

\n

\tCompara eso con la pesadilla de Apple TV+ Ruptura<\/em>, en el que ni los medios de producci\u00f3n ni el producto real est\u00e1n claros, y las personas tienen que someterse a una cirug\u00eda que altera la mente para darse una ilusi\u00f3n de equilibrio entre el trabajo y la vida. Lumon Industries no tiene la tecnolog\u00eda para crear robots para hacer lo que sea que hacen, por lo que convierten a las personas en aut\u00f3matas cuya capacidad para presionar botones en una computadora port\u00e1til no se ve afectada por el bagaje de su humanidad.<\/p>\n

\n

\tEn el retro-futurista de Apple TV+ \u00a1Hola ma\u00f1ana!<\/em>, alegres robots hacen la mayor\u00eda de los trabajos serviles, lo que permite a las personas concentrarse en asimilarse a una sociedad definida por el conformismo al estilo de los a\u00f1os 50. Sus h\u00e9roes son mercachifles y estafadores que manipulan un mercado de una manera totalmente comparable a cuentos de advertencia basados \u200b\u200ben hechos como el abandono<\/em> o s\u00faper bombeado<\/em> o nos estrellamos<\/em>.<\/p>\n

\n

\tS\u00ed, nos estrellamos<\/em> es otra producci\u00f3n de Apple, al igual que la serie de dos temporadas de La Costa de los Mosquitos<\/em>, una adaptaci\u00f3n divertida, aunque involuntariamente ir\u00f3nica, de la novela anticonsumista de Paul Theroux de 1981. El espect\u00e1culo fue un intento de obra de arte sobre un hombre que intenta escapar de la carrera de ratas minoristas, financiado por una empresa que ha convertido la carrera de ratas minoristas en una forma de arte.<\/p>\n

\n

\tNo es m\u00e1s probable que Apple les diga a los espectadores que se salten la pr\u00f3xima generaci\u00f3n de iPhone o iWatch que Amazon que les diga a las audiencias que las compa\u00f1\u00edas tecnol\u00f3gicas est\u00e1n tan dedicadas a sus resultados que est\u00e1n dispuestas a hacer un trato con el diablo para llegar all\u00ed. Pero esa es la trama del nuevo programa de este \u00faltimo streamer. El consultor<\/em>! Con un reptiliano Christoph Waltz como protagonista, la serie tiene fallas, pero su burla de las modernas oficinas amigables para los empleados lo mantendr\u00e1 ocupado el tiempo suficiente para que Amazon cancele silenciosamente tres o cuatro programas aclamados de los que nunca ha o\u00eddo hablar y d\u00e9 luz verde a varios m\u00e1s. adaptaciones de las novelas de aviones que le encantan a tu padre.<\/p>\n

\n

\tTal vez puedas mirar El consultor<\/em>, ignora sus matices aleg\u00f3ricos y solo finge que es una serie de terror en mal estado sobre Satan\u00e1s al frente de una empresa de videojuegos. Tal vez puedas ver Netflix T\u00fa <\/em>al igual que una historia de amor retorcida que presenta a un soci\u00f3pata macizo y finge que construir toda su cuarta temporada, recientemente lanzada, en torno al llamado Eat-the-Rich Killer no se trata de la necesidad de luchar contra la clase alta explotadora. Tal vez pueda ver dos tercios de la programaci\u00f3n de Bravo e ignorar que debajo de las telenovelas de realidad elegante sobre amas de casa reales y tripulaciones en yates hay una advertencia de que la brecha entre los que tienen y los que no tienen se est\u00e1 ampliando a un grado a\u00fan m\u00e1s impactante.<\/p>\n

\n

\tA pesar de que a\u00fan obtendr\u00e1 50 programas sobre las autoridades que luchan contra el crimen en Nueva York o Chicago antes de ver un solo programa sobre el funcionamiento interno de un sindicato, varias de mis series de transmisi\u00f3n actuales favoritas expresan m\u00e1s sus preocupaciones sobre este momento de inestabilidad econ\u00f3mica. texto que subtexto. NBC autom\u00f3vil americano<\/em> proviene de Justin Spitzer (creador de la joya excepcional del salario m\u00ednimo que fue Hipermercado<\/em>), y se siente como un verdadero sucesor de una de mis comedias favoritas contra las corporaciones, ABC’s mejor ted<\/em>. los personajes en autom\u00f3vil americano<\/em> Trabaja en las suites ejecutivas de una compa\u00f1\u00eda automotriz de nivel medio con sede en Detroit, y el programa demuestra ser extraordinariamente inteligente para desmantelar el aparato capitalista, desde f\u00e1bricas que devoran ciudades hasta publicidad enga\u00f1osa y el vac\u00edo de programas de diversidad bien intencionados.<\/p>\n

\n

\tEstoy a\u00fan m\u00e1s impresionado por lo que ABC Primaria Abbott<\/em>, el primer gigante de los premios de transmisi\u00f3n en a\u00f1os, ha pasado su segunda temporada haciendo. La comedia ganadora de un Emmy siempre se ha centrado en el subestimado hero\u00edsmo de los maestros, pero la historia principal de esta temporada sobre los programas ch\u00e1rter y el peligro de la invasi\u00f3n corporativa en los sistemas escolares p\u00fablicos, especialmente aquellos que brindan servicios a espacios urbanos econ\u00f3micamente desfavorecidos, ha sido mordaz. En un panorama pol\u00edtico donde los sindicatos de docentes son un fantasma conservador frecuente, Primaria Abbott<\/em> se ha atrevido a anhelar un mundo en el que esos sindicatos tengan a\u00fan m\u00e1s poder.<\/p>\n

\n\tPrimaria Abbott <\/em>es un \u00e9xito, pero no es tan popular como el de Paramount Network piedra amarilla<\/em>, una celebraci\u00f3n del capitalismo din\u00e1stico que a veces se denomina uno de los programas m\u00e1s conservadores de la televisi\u00f3n por personas que ignoran la palpable ambivalencia de Taylor Sheridan. (Ver Rey de Tulsa<\/em> y su visi\u00f3n muy conflictiva de la corporativizaci\u00f3n de las drogas legalizadas, o Alcalde de Kingstown<\/em>que no siempre sabe lo que dice sobre el complejo industrial de la prisi\u00f3n).<\/p>\n

\n

\tAs\u00ed que tome una pancarta y \u00fanase a un piquete. Es lo que los gigantes de los medios m\u00e1s grandes del mundo quieren que hagas. Y no se preocupe, sus suscripciones de transmisi\u00f3n est\u00e1n todas en pago autom\u00e1tico.<\/p>\n

\n\tEsta historia apareci\u00f3 por primera vez en la edici\u00f3n del 29 de marzo de la revista The Hollywood Reporter. Haga clic aqu\u00ed para suscribirse<\/em>.<\/p>\n<\/p><\/div>\n