{"id":552561,"date":"2023-04-03T12:38:53","date_gmt":"2023-04-03T12:38:53","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/en-la-guerra-contra-las-bacterias-es-hora-de-llamar-a-los-fagos\/"},"modified":"2023-04-03T12:38:56","modified_gmt":"2023-04-03T12:38:56","slug":"en-la-guerra-contra-las-bacterias-es-hora-de-llamar-a-los-fagos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/en-la-guerra-contra-las-bacterias-es-hora-de-llamar-a-los-fagos\/","title":{"rendered":"En la guerra contra las bacterias, es hora de llamar a los fagos"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

\n

Ella Balasa fue<\/span> 26 cuando se dio cuenta de que los tratamientos m\u00e9dicos de rutina que la sosten\u00edan ya no estaban funcionando. La esbelta asistente de laboratorio hab\u00eda vivido desde la infancia con los efectos secundarios de la fibrosis qu\u00edstica, una enfermedad hereditaria que convierte la mucosidad en los pulmones y otros \u00f3rganos en una sustancia espesa y pegajosa que le da a los pat\u00f3genos un lugar para crecer. Para mantener las infecciones bajo control, sigui\u00f3 un r\u00e9gimen de tragar e inhalar antibi\u00f3ticos, pero a principios de 2019, una bacteria resistente a los antibi\u00f3ticos alojada en sus pulmones la estaba enfermando m\u00e1s que nunca. <\/p>\n

La funci\u00f3n pulmonar de Balasa se redujo al 18 por ciento. Ten\u00eda fiebre y estaba demasiado d\u00e9bil para levantar los brazos por encima de la cabeza. Incluso semanas de colistina intravenosa, un brutal antibi\u00f3tico de \u00faltimo recurso, no hicieron mella. Sin nada que perder, pregunt\u00f3 a un laboratorio de la Universidad de Yale si pod\u00eda ofrecerse como voluntaria para recibir los organismos que estaban investigando: virus que atacan a las bacterias, conocidos como bacteri\u00f3fagos.<\/p>\n

Ese enero, Balasa viaj\u00f3 a New Haven desde su casa en Virginia, cargada con un concentrador de ox\u00edgeno y dudas sobre si el tratamiento podr\u00eda funcionar. Todos los d\u00edas durante una semana, respir\u00f3 una neblina de virus que el bi\u00f3logo Benjamin Chan, director cient\u00edfico del Centro de Biolog\u00eda y Terapia de Fagos de Yale, hab\u00eda aislado por su capacidad de atacar Pseudomonas aeruginosa<\/em>el insecto multirresistente que obstruye los pulmones de Balasa.<\/p>\n

Y funcion\u00f3. Los virus penetraron la sustancia pegajosa, atacaron a las bacterias y mataron a una parte de ellas; el resto de las bacterias se debilit\u00f3 lo suficiente como para que los antibi\u00f3ticos pudieran eliminarlas. El cuerpo de Balasa elimin\u00f3 la infecci\u00f3n que amenazaba su vida m\u00e1s r\u00e1pido que nunca. <\/p>\n

Hoy, Balasa tiene 30 a\u00f1os; ella contin\u00faa sufriendo de fibrosis qu\u00edstica, pero dos rondas m\u00e1s de fagos m\u00e1s un cambio en los medicamentos le han impedido revivir la crisis que anul\u00f3 el tratamiento con fagos. Ahora consulta con empresas que desarrollan medicamentos para la fibrosis qu\u00edstica y trabaja para dar visibilidad a nuevos tratamientos, incluidos los fagos. \u00abLos veo mucho como una forma novedosa de tratar infecciones\u00bb, dice ella. \u201cSi no hubiera podido acceder a los fagos, \u00bfqui\u00e9n sabe c\u00f3mo ser\u00eda mi vida en este momento?\u201d. <\/p>\n

Hay un asterisco en su \u00e9xito: los fagos son medicamentos no aprobados, no solo en los Estados Unidos, sino tambi\u00e9n en el Reino Unido y Europa Occidental. Ninguna empresa los fabrica para la venta comercial en esos pa\u00edses, y los hospitales y las farmacias no los almacenan. Para administrarlos, los m\u00e9dicos deben buscar una autorizaci\u00f3n de uso compasivo de un regulador gubernamental, en el caso de Balasa, la Administraci\u00f3n de Drogas y Alimentos de los EE. UU., lo que demuestra que sus pacientes no tienen otras opciones.<\/p>\n

Ese proceso es ineficiente e intr\u00ednsecamente injusto, ya que limita la disponibilidad a las personas afortunadas y persistentes y cuyos m\u00e9dicos tienen s\u00f3lidas redes profesionales. A\u00fan as\u00ed, los art\u00edculos de revistas y las cuentas de los investigadores sugieren que m\u00e1s de 100 pacientes en los EE. UU. han recibido tratamientos de emergencia con fagos, en su mayor\u00eda sin publicidad. Los investigadores conf\u00edan en que si los fagos estuvieran disponibles legalmente, se podr\u00edan salvar m\u00e1s vidas.<\/p>\n

Y, por fin, ese podr\u00eda ser el caso. En 2021, los Institutos Nacionales de la Salud otorgaron a 12 instituciones de EE. UU. 2,5 millones de d\u00f3lares para investigar terapias con fagos. El a\u00f1o pasado, el NIH lanz\u00f3 su primer ensayo cl\u00ednico financiado con fondos federales de los virus beneficiosos, respaldando a 16 centros para probar la seguridad y los posibles niveles de dosificaci\u00f3n contra Pseudomonas<\/em>, el pat\u00f3geno que enferm\u00f3 a Balasa. Otros centros acad\u00e9micos y empresas privadas han lanzado aproximadamente 20 ensayos en los EE. UU. y unos 30 en el Reino Unido y Europa. Y en enero, un comit\u00e9 del Parlamento del Reino Unido inici\u00f3 una investigaci\u00f3n sobre si los fagos podr\u00edan comercializarse all\u00ed. <\/p>\n<\/div>\n


\n
Source link-46<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Ella Balasa fue 26 cuando se dio cuenta de que los tratamientos m\u00e9dicos de rutina que la sosten\u00edan ya no estaban funcionando. La esbelta asistente de laboratorio hab\u00eda vivido desde…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":552562,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21981],"tags":[34487,190,85053,363,2036,246,19363,8],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/552561"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=552561"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/552561\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":552563,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/552561\/revisions\/552563"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/552562"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=552561"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=552561"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=552561"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}