{"id":555147,"date":"2023-04-04T18:24:36","date_gmt":"2023-04-04T18:24:36","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-verguenza-es-grande-la-ultima-junta-general-de-credit-suisse-tambien-es-una-terapia\/"},"modified":"2023-04-04T18:24:39","modified_gmt":"2023-04-04T18:24:39","slug":"la-verguenza-es-grande-la-ultima-junta-general-de-credit-suisse-tambien-es-una-terapia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-verguenza-es-grande-la-ultima-junta-general-de-credit-suisse-tambien-es-una-terapia\/","title":{"rendered":"La verg\u00fcenza es grande: la \u00faltima junta general de Credit Suisse tambi\u00e9n es una terapia"},"content":{"rendered":"


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Protocolo de una sesi\u00f3n de terapia.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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A pesar de toda la internacionalidad, los financieros \u00e1rabes, los banqueros de inversi\u00f3n estadounidenses, incluso en un gran banco como Credit Suisse, una asamblea general tiene mucho de la reuni\u00f3n de un banco regional suizo.<\/h2>\n

Michael Buholzer \/ Keystone<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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All\u00ed en frente se est\u00e1 estirando un accionista, justo frente a la cortina negra que separa la sala de croissants y caf\u00e9 del gran sal\u00f3n con los asientos, extiende los brazos como si quisiera agarrar algo invisible. El fot\u00f3grafo lo dirige un poco hacia la derecha, para que sus manos puedan agarrar el enorme logotipo en la pantalla a cien metros detr\u00e1s de \u00e9l en la foto.<\/p>\n

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\u00c9l no es el \u00fanico que quiere capturar este d\u00eda. Eventualmente podr\u00e1 cont\u00e1rselo a sus nietos o bisnietos. Desde el \u00faltimo d\u00eda de Credit Suisse, este otrora gran y poderoso banco que ayud\u00f3 a construir el estado suizo. \u00ab\u00bfCredit Suisse?\u00bb, preguntar\u00e1n los nietos, que tal vez ya no conozcan la marca, y luego podr\u00e1 contarles sobre el d\u00eda en que terminaron 167 a\u00f1os de historia econ\u00f3mica suiza.<\/p>\n

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Frente a la sala, en las mesas cerca de las monta\u00f1as de la cumbre, se est\u00e1n reuniendo los peque\u00f1os accionistas que asistieron hoy a la \u00faltima junta general de Credit Suisse. Hay muchos, m\u00e1s de 1700 en n\u00famero. Algunos de ellos \u201cpor primera y \u00faltima vez\u201d, otros, como Arthur Albrecht, son asiduos visitantes.<\/p>\n

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Albrecht, con tirantes florales y un bigote gris que enmarca su boca como la media luna de una morsa, es un hombre \u00abdecente\u00bb, insiste, un acto de desvinculaci\u00f3n de los estafadores que han borrado el valor de sus acciones.<\/p>\n

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Est\u00e1 en la mesa con otros dos peque\u00f1os accionistas que no quieren que sus nombres aparezcan en el peri\u00f3dico. Por otro lado, les gusta nombrar el valor de su cartera. Antes val\u00eda 18.890 francos, ahora son 400 francos, \u00abaproximadamente\u00bb, dice el mayor en la mesa de tres. \u00abNo quer\u00eda las acciones en ese momento, las consegu\u00ed a cambio, el asesor del banco dijo: ‘Volver\u00e1n a subir’. Todav\u00eda puedo escucharlo decir: ‘\u00a1Las veo a m\u00e1s de 80!’. Estaba derecha: \u00a1m\u00e1s de 80 c\u00e9ntimos!\u00bb<\/p>\n

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Todos en la mesa se r\u00eden. \u00abEl humor negro es todo lo que queda de esta inversi\u00f3n\u00bb, dice el tercero, propietario de una peque\u00f1a empresa del lago de Constanza. \u00abY verg\u00fcenza\u00bb, agrega el inversionista reacio, un ex director general, \u00abno suizo, originalmente, y sin embargo, me averg\u00fcenzo de todo esto\u00bb.<\/p>\n

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Nadie en la mesa esperaba el final. Albrecht con el bigote de morsa incluso esperaba que el banco se recuperara. \u00abAhora tenemos un banco Moloch, si se limpia,arribeci Svizzera\u00bb.<\/p>\n

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Albrecht tiene una preocupaci\u00f3n muy espec\u00edfica aqu\u00ed: quiere salir. Sal de CS, pero tampoco de UBS. \u00abHecho Gran Banco. Quiero que todo se vaya de all\u00ed. Y cuando termine en el Liechtensteinische Landesbank\u201d. (En lo que los tres hombres est\u00e1n de acuerdo, por cierto: \u00a1Dividendo perla, buena inversi\u00f3n!)<\/p>\n

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Por supuesto, Albrecht podr\u00eda vender las acciones que recibi\u00f3 de UBS. pero alberto, interrumpido brevemente en su historia por una llamada telef\u00f3nica \u2013 tono de llamada: sirena de bomberos \u2013 tambi\u00e9n tiene hipotecas en CS. El hombre es propietario de una propiedad inmobiliaria. \u00abTuve que construir sobre un pasto de ovejas en Dielsdorf, el estado casi me oblig\u00f3 a hacerlo\u00bb. De eso vive hoy. \u201cPensionista \u2013 o particulares.\u201d<\/p>\n

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\u201c\u00bfD\u00f3nde exactamente?\u201d pregunta la persona sentada a tu lado. \u00abSiempre estoy en el Vitaparcours all\u00ed, en Dielsdorf\u00bb.<\/p>\n

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\u00abEn Leuepoggert, las dos tres cig\u00fce\u00f1as\u00bb.<\/p>\n

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A pesar de toda la internacionalidad, los financieros \u00e1rabes, los banqueros de inversi\u00f3n estadounidenses, incluso en un gran banco como Credit Suisse, una asamblea general tiene mucho de reuni\u00f3n de una asociaci\u00f3n suiza de criadores de conejos o de un banco regional suizo. En el transcurso de la tarde se desplegar\u00e1 m\u00e1s, una especie de zanja cultural que se abre y se cierra, gerentes con elegantes trajes en el frente del escenario, muchas chaquetas de plumas de colores en la audiencia de abajo, chaquetas desgastadas y holgadas, su\u00e9teres grises y un algunos blazers rosas en el medio.<\/p>\n

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Lehmann y la cat\u00e1strofe natural<\/span><\/h2>\n

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El anuncio de la Asamblea General ya daba una idea del evento tragic\u00f3mico que aqu\u00ed se producir\u00eda. Credit Suisse escribi\u00f3 que 2022 fue un \u00aba\u00f1o desafiante\u00bb. Un eufemismo que se puede perdonar, considerando que los autores de las l\u00edneas pueden haber estado en estado de shock. \u00bfQui\u00e9n espera formar parte de la tripulaci\u00f3n que tiene que anunciar el fin de un gran banco?<\/p>\n

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Al menos no Axel Lehmann, presidente del Consejo de Administraci\u00f3n. Eso es lo que dice en su discurso, con el que anuncia la \u00faltima junta general del banco. Habla de un punto \u00abque nadie esperaba\u00bb, describiendo los \u00faltimos meses mientras intentaban con todas sus fuerzas dar vuelta el tim\u00f3n, imagen que luego es retomada por un orador que compara la direcci\u00f3n de CS con el capit\u00e1n de Scandal Schettino. , quien hundi\u00f3 el crucero \u00abCosta Concordia\u00bb y fue el primero en subirse al bote salvavidas.<\/p>\n

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Sin embargo, Lehmann habla sobre todo de la naturaleza. \u00abComo director ejecutivo, hay cosas\u00bb, dice en alg\u00fan momento, \u00abque est\u00e1n fuera de lo que puedes controlar\u00bb. En los \u00faltimos meses han capeado muchos temporales, muchas olas, pero ahora, el pasado mes de marzo, \u00abfue como una avalancha\u00bb.<\/p>\n

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\"Alrededor <\/div>
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Alrededor de 1.700 accionistas asistieron a la \u00faltima junta general de Credit Suisse el martes. Algunos de ellos \u201cpor primera y \u00faltima vez\u201d, otros son asiduos visitantes. <\/h2>\n

Michael Buholzer \/ Keystone<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Tormenta, olas, avalancha: es una comparaci\u00f3n tan inadecuada como precisa. Inadecuado e inc\u00f3modo, porque, por supuesto, Credit Suisse no quebr\u00f3 debido al mal tiempo, que siempre te golpea sin culpa propia, y adecuado, porque este final en realidad se sinti\u00f3 como un desastre natural para la econom\u00eda suiza. Las inundaciones tampoco surgen de la nada, pero cuando un valle es asolado por torrentes de agua, se siente como una plaga b\u00edblica que se considera inmerecida.<\/p>\n

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Por supuesto, uno no puede esperar un an\u00e1lisis agudo de Lehmann aqu\u00ed. Tiene una tarea ingrata. Para la mayor\u00eda de los 1700 accionistas presentes, \u00e9l es el culpable, aunque no estuvo all\u00ed tanto tiempo. La mayor\u00eda de los esc\u00e1ndalos sucedieron antes de tiempo, lleg\u00f3 a Credit Suisse tambi\u00e9n porque nunca lleg\u00f3 a la cima de UBS; la mayor\u00eda de quienes lo conocen lo describen como un trabajador honesto y esforzado, quiz\u00e1s se parece m\u00e1s a los peque\u00f1os accionistas aqu\u00ed de lo que sospechan.<\/p>\n

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Ahora dirige este servicio conmemorativo para el banco no del todo muerto, que a\u00fan debe continuar durante unos meses hasta que sea tomado, oficia como sacerdote y sepulturero en uni\u00f3n personal. Y al mismo tiempo es terapeuta, frente a 1700 pacientes que se sienten traicionados y heridos.<\/p>\n

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Un orador lo elogiar\u00e1 m\u00e1s tarde por dirigir la sesi\u00f3n. Tengo que hacerte una corona de flores mientras diriges la reuni\u00f3n aqu\u00ed. Mi respeto.\u00bb<\/p>\n

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Sobre todo, el presidente de la junta directiva Lehmann deja hablar a la mayor\u00eda de la gente. Y muchos quieren hablar. Una reuni\u00f3n general es siempre teatro popular con recurrentes autopromotores m\u00e1s o menos bizarros. Uno levanta cinco francos en el aire, uno tiene nueces con \u00e9l, las ahueca, se las come y vuelve a pegar la c\u00e1scara, \u00abnueces huecas\u00bb. La sala se enfurece y Lehmann tambi\u00e9n sonr\u00ede.<\/p>\n

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Pero esta compa\u00f1\u00eda de teatro es diferente. Esto no es un teatro de pueblo. Es una sesi\u00f3n de terapia colectiva para los accionistas no tan an\u00f3nimos de Credit Suisse. \u00abSoy XY, y tambi\u00e9n he invertido en CS\u00bb, es como muchos oradores comienzan su aparici\u00f3n. Haber sido accionista de CS, haber permanecido leal al banco hasta el final, eso ya no es una virtud, sino m\u00e1s bien afligido por la verg\u00fcenza, porque todav\u00eda cre\u00edas cuando ya era tan obvio.<\/p>\n

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Un videoclip ha estado dando vueltas en Instagram estos d\u00edas. Alguien hab\u00eda a\u00f1adido una banda sonora alemana de Suiza al tr\u00e1iler de la pel\u00edcula de Hollywood \u00abEl lobo de Wall Street\u00bb. El megal\u00f3mano banquero de inversiones de Wall Street, interpretado por Leonardo DiCaprio, es ahora un banquero de CS que lanza billetes. \u00abCuando est\u00e9 ocupado y estresado, har\u00e9 penitencia. Dini Notli!\u00bb \u2013 El lobo de la Bahnhofstrasse.<\/p>\n

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Algunas lesiones son incurables<\/span><\/h2>\n

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Duele. Todo el evento duele. Muchos de los peque\u00f1os accionistas aqu\u00ed no son simplemente especuladores. Algunos cre\u00edan en la vieja Suiza con sus instituciones infalibles e insostenibles. Durante el descanso, mientras toma un s\u00e1ndwich y un caf\u00e9, una accionista mayor con un pa\u00f1uelo que trabajaba en Credit Suisse en el aeropuerto dice que reci\u00e9n ahora se est\u00e1 dando cuenta realmente de lo que signific\u00f3 la desaparici\u00f3n de Swissair. A veces se necesita una segunda explosi\u00f3n para revelar que todo hab\u00eda estado realmente unido con cinta adhesiva durante mucho tiempo.<\/p>\n

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Es esa desilusi\u00f3n que no se puede curar en este d\u00eda. Tome al orador B\u00fchler, por ejemplo, quien no solo se presenta como accionista, sino tambi\u00e9n como empleado, \u00abpor ahora\u00bb. Habla alem\u00e1n suizo, habla durante mucho tiempo, pero Lehmann no se sienta a horcajadas como otros y no pide ser m\u00e1s breve. Deja que B\u00fchler hable.<\/p>\n

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Esto no es solo porque B\u00fchler habla de manera entretenida, hablando del \u00abconsejo de reciclaje\u00bb en lugar de la junta directiva. Y no porque B\u00fchler Lehmann se hiciera a un lado al dirigirse al gran ausente y ridiculizarlo. El presidente de la junta directiva durante mucho tiempo, Urs Rohner, bajo el cual ocurrieron muchos esc\u00e1ndalos.<\/p>\n

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En una especie de acci\u00f3n de represi\u00f3n colectiva, casi nadie hab\u00eda mencionado su nombre. \u00abEl se\u00f1or que no est\u00e1 aqu\u00ed en este momento\u00bb, se hab\u00eda dirigido a \u00e9l un orador. Pero B\u00fchler ahora lo llama el principal culpable, sus consejeros de co-recuperaci\u00f3n son \u201cperdedores arrogantes\u201d. Siempre hay tensi\u00f3n en la habitaci\u00f3n, pero estas palabras resuelven algo.<\/p>\n

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B\u00fchler dice que trabaj\u00f3 para el banco durante 43 a\u00f1os. Ahora \u00e9l sabe lo que es cuando no puedes dormir toda la noche. Ahora habla por m\u00e1s que los presentes aqu\u00ed. Por los miles de empleados y miles de familias que ahora enfrentan un futuro incierto porque les han mentido miles de veces. B\u00fchler realmente no tiene una pregunta para Lehmann, \u00abEs hora de decir adi\u00f3s y gracias\u00bb, dice. Luego estalla el aplauso.<\/p>\n

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Como cada orador, la luz sobre el podio lateral se apaga inmediatamente despu\u00e9s de B\u00fchler, el foco vuelve a estar en Lehmann. Lehmann agradece a B\u00fchler, le expresa su p\u00e9same, lo est\u00e1 haciendo bien, incluso en el d\u00eda m\u00e1s dif\u00edcil de su carrera, pero mientras Lehmann habla, vuelve a repetir su plan de rescate, habla de c\u00f3mo quer\u00edan reducir el tama\u00f1o del banco de inversi\u00f3n, pero el Cuando hay no hubo tiempo, B\u00fchler no vuelve a su asiento como los oradores anteriores, sino que camina muy despacio, paso a paso en las sombras, a lo largo de las filas, se dirige hacia la cortina negra, paso a paso, sale y no mira alguien de vuelta una vez.<\/p>\n

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\"El <\/div>
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El CEO de CS, Ulrich K\u00f6rner (tercero desde la derecha) abandona el escenario. Despu\u00e9s de cada orador de los accionistas, la luz sobre el podio lateral se apaga inmediatamente.<\/h2>\n

Michael Buholzer \/ Keystone<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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