\n<\/aside>\n<\/p>\n
La sensaci\u00f3n de hambre parece bastante simple en la superficie, pero detr\u00e1s de escena, involucra redes complicadas de env\u00edo y se\u00f1alizaci\u00f3n, con m\u00faltiples hormonas que influyen en si decidimos tomar otra porci\u00f3n o no. La capacidad de saber cu\u00e1ndo dejar de comer parece estar muy extendida entre los animales, lo que sugiere que podr\u00eda tener profundas ra\u00edces evolutivas.<\/p>\n
Un nuevo estudio sugiere que al menos una parte del sistema se remonta casi al origen de los animales. Los investigadores han identificado una hormona que usan las medusas para determinar cu\u00e1ndo est\u00e1n llenas y dejan de comer. Y descubrieron que es capaz de provocar la misma respuesta en las moscas de la fruta, lo que sugiere que el sistema puede haber estado operando en el antepasado de estos dos animales muy distantes. Ese antepasado habr\u00eda vivido antes del C\u00e1mbrico.<\/p>\n
Alimentar a los peces (o medusas)<\/h2>\n Dado que carecen de equivalentes obvios a una boca, podr\u00eda parecer que ser\u00eda dif\u00edcil determinar si una medusa est\u00e1 comiendo, y mucho menos hambrienta. Pero un equipo de investigadores japoneses demostr\u00f3 que las especies de medusas Cladonema pac\u00edfico<\/em> tiene un mont\u00f3n de comportamientos estereot\u00edpicos mientras se alimenta, incluido que sus tent\u00e1culos se enganchan a la presa y luego retiran el tent\u00e1culo hacia la campana para que la presa pueda ser digerida. Y, si contin\u00faa alimentando a las medusas con camarones en salmuera, eventualmente este proceso se ralentizar\u00e1, lo que indica que el animal siente que est\u00e1 bien alimentado. (Hay una pel\u00edcula disponible sobre la alimentaci\u00f3n de las medusas).<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nPara averiguar c\u00f3mo se control\u00f3 esto, los investigadores diseccionaron el n\u00facleo central de la medusa, que contiene sus \u00f3rganos digestivos, y la campana, que contiene gran parte de la red nerviosa del animal. Luego observaron qu\u00e9 genes estaban activos en estos tejidos cuando el animal estaba hambriento o saciado. Y, solo para asegurarse de que no haya confusi\u00f3n, tambi\u00e9n generaron una lista completa de los genes activos en los camarones en salmuera que se alimentaron a las medusas. A partir de esto, desarrollaron una lista de hormonas potenciales que estaban activas cuando se alimentaba al animal, pero no cuando ten\u00eda hambre.<\/p>\n
En total, se les ocurrieron 43 genes que codifican peque\u00f1as mol\u00e9culas que potencialmente podr\u00edan actuar como una hormona. Por lo general, estas son prote\u00ednas de tama\u00f1o normal que tienen una secuencia repetitiva, de modo que se pueden cortar para formar una colecci\u00f3n de cadenas cortas de amino\u00e1cidos llamadas p\u00e9ptidos. A veces, estos p\u00e9ptidos se modifican a\u00fan m\u00e1s antes de usarse como hormonas.<\/p>\n
Los investigadores sintetizaron qu\u00edmicamente los 43 genes y probaron si pod\u00edan modificar el comportamiento alimentario. Encontraron cinco que lo hicieron; cuatro de ellos se activaron despu\u00e9s de que un animal hab\u00eda sido alimentado hasta el punto en que dej\u00f3 de hacerlo.<\/p>\n
Para el estudio, los investigadores optaron por centrarse en uno de estos, con el desafortunado nombre (N)GPPPLWamide (se refirieron a \u00e9l como GLWa, y yo har\u00e9 lo mismo). El tratamiento de las medusas con GLWa suprimi\u00f3 la contracci\u00f3n de los tent\u00e1culos durante la alimentaci\u00f3n en aproximadamente el mismo grado que al alimentar a los animales con m\u00faltiples camarones en salmuera. Tambi\u00e9n fue interesante porque el gen que lo codifica se encuentra en una gran variedad de cnidarios, el grupo de organismos radialmente sim\u00e9tricos que incluyen medusas, corales y an\u00e9monas. Eso sugiere que puede desempe\u00f1ar un papel en la regulaci\u00f3n del apetito en varias especies.<\/p>\n<\/p><\/div>\n
\nSource link-49<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Agrandar \/ Una medusa luna. La sensaci\u00f3n de hambre parece bastante simple en la superficie, pero detr\u00e1s de escena, involucra redes complicadas de env\u00edo y se\u00f1alizaci\u00f3n, con m\u00faltiples hormonas que…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":561808,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21980],"tags":[20714,226,1679,56445,246,21373,1521,31153,6429,6555],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/561807"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=561807"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/561807\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":561809,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/561807\/revisions\/561809"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/561808"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=561807"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=561807"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=561807"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}