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\u00abThe Whale\u00bb, que se basa en una obra de teatro del mismo t\u00edtulo del guionista de la pel\u00edcula, Samuel D. Hunter, ha estado plagada de discursos desde que debut\u00f3 en el Off-Broadway en 2012. Ha sido visto como gordof\u00f3bico e insensible, y cuando era un estudiante de actuaci\u00f3n joven y gordo en la ciudad de Nueva York en el momento de su apogeo, estaba completamente de acuerdo con el sentimiento. Esta parte no es graciosa, pero debe decirse de todos modos.<\/p>\n
Fraser tiene raz\u00f3n en que hace tiempo que hemos subyugado a las personas gordas para que est\u00e9n \u00abal servicio de una broma tonta de una sola nota\u00bb. Sent\u00eda que, en el momento del debut de \u00abThe Whale\u00bb, las \u00fanicas personas que lo elogiaban por ser una obra de arte que cambiaba la vida eran personas delgadas que pensaban que la experiencia de los gordos era una lucha para ser idolatrado por la fuerza que requer\u00eda. Se sent\u00eda depredador, casi como si fu\u00e9ramos piezas de arte detr\u00e1s de un vidrio para mirar boquiabiertos. La vulnerabilidad me aplast\u00f3 y me oblig\u00f3 a aislarme personalmente, lo que provoc\u00f3 que mi oficio sufriera. Tuve que volver a aprender a abrirme, todo porque una obra tan querida aparentemente hab\u00eda elegido burlarse de algo que no pod\u00eda evitar ser.<\/p>\n<\/p><\/div>\n