{"id":575463,"date":"2023-04-15T17:36:23","date_gmt":"2023-04-15T17:36:23","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/primero-la-energia-nuclear-luego-el-capitalismo-en-munich-los-activistas-celebran-el-fin-del-reactor-y-buscan-nuevos-objetivos\/"},"modified":"2023-04-15T17:36:27","modified_gmt":"2023-04-15T17:36:27","slug":"primero-la-energia-nuclear-luego-el-capitalismo-en-munich-los-activistas-celebran-el-fin-del-reactor-y-buscan-nuevos-objetivos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/primero-la-energia-nuclear-luego-el-capitalismo-en-munich-los-activistas-celebran-el-fin-del-reactor-y-buscan-nuevos-objetivos\/","title":{"rendered":"Primero la energ\u00eda nuclear, luego el capitalismo: en Munich, los activistas celebran el fin del reactor y buscan nuevos objetivos"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

<\/p>\n
\n
\n

El movimiento antinuclear puede estar feliz por un gran \u00e9xito, pero al mismo tiempo est\u00e1 preocupado por su descendencia. En las ubicaciones de Isar 2 y Neckarwestheim, los residentes temen por su prosperidad. <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

<\/p>\n

\n
<\/div>
\n
\n

Un d\u00eda de alegr\u00eda: los opositores a la energ\u00eda nuclear celebran la eliminaci\u00f3n nuclear de Alemania en Munich. <\/h2>\n

Johannes Simon\/Getty Images Europa<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

Ya se han derramado muchas l\u00e1grimas en la Odeonsplatz de M\u00fanich. Los reyes y los pr\u00edncipes herederos recibieron sus \u00faltimos respetos aqu\u00ed, al igual que se llor\u00f3 a los primeros ministros fallecidos. Cientos de miles de personas estaban all\u00ed solo en octubre de 1988 cuando Franz Josef Strauss recibi\u00f3 su \u00faltima escolta.<\/p>\n

<\/p>\n

Hay un poco menos el s\u00e1bado por la tarde: unos cientos de personas se han reunido en el patio de armas para celebrar un r\u00e9quiem. Sin embargo, no es un funeral en sentido estricto, porque los presentes quieren estar aqu\u00ed. llev\u00f3 la energ\u00eda nuclear alemana a la tumba<\/a>. Y ninguno de ellos derram\u00f3 una sola l\u00e1grima por ella.<\/p>\n

<\/p>\n

Una reuni\u00f3n de veteranos de la protesta<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

\n
\"Manifest\u00e1ndose <\/div>
\n
\n

Manifest\u00e1ndose contra la energ\u00eda nuclear durante 40 a\u00f1os: Gabriele Bremicker.<\/h2>\n

Johannes C. Bockenheimer<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

Por el contrario, muchos aqu\u00ed han esperado este momento, este funeral, durante d\u00e9cadas, y han luchado por ello. Por ejemplo, est\u00e1 la practicante no m\u00e9dica Gabriele Bremicker. Estuvo en la primera manifestaci\u00f3n contra la energ\u00eda nuclear en la d\u00e9cada de 1970, y muchas m\u00e1s la siguieron. Su motivaci\u00f3n para la protesta: el miedo a una cat\u00e1strofe nuclear. \u00abChernobyl explot\u00f3 poco despu\u00e9s de que naciera mi primera hija\u00bb, dice. Todav\u00eda recuerda los horrores de esa \u00e9poca.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\"No <\/div>
\n
\n

No conf\u00eda en la pol\u00edtica: Elke Hochreiter.<\/h2>\n

Johannes C. Bockenheimer<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

Elke Hochreiter est\u00e1 a pocos metros. Ella tambi\u00e9n puede recordar una larga carrera de protesta. Aunque Hochreiter se alegra de que los tres reactores restantes se desconectar\u00e1n de la red por la noche<\/a>, el gobierno federal ha prometido. Pero la discusi\u00f3n sobre una extensi\u00f3n de por vida la inquiet\u00f3: \u00abSospecho que la eliminaci\u00f3n gradual de la energ\u00eda nuclear realmente se mantendr\u00e1\u00bb, dice. \u00abNo voy a tirar mi bandera de protesta todav\u00eda\u00bb, a\u00fan podr\u00eda usarla.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\"Preocupaciones <\/div>
\n
\n

Preocupaciones sobre la descendencia de la protesta: Raimund Kamm.<\/h2>\n

Johannes C. Bockenheimer<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

Pero no s\u00f3lo se teme el futuro de la energ\u00eda nuclear en la tarde del s\u00e1bado, sino tambi\u00e9n la preocupaci\u00f3n por su propio movimiento de protesta<\/a> impulsa a los manifestantes. Porque si miras a tu alrededor, ver\u00e1s muchas canas: los viejos espont\u00e1neos se encuentran con los viejos hippies aqu\u00ed, hay una bocanada de humo de cannabis en el aire. Raimund Kamm, un pol\u00edtico verde local y veterano del movimiento, se para en el escenario y dice con preocupaci\u00f3n: \u00ab\u00a1Somos viejos!\u00bb Por lo tanto, llama a sus compa\u00f1eros a sus conciencias: \u00ab\u00a1Tenemos que reproducirnos!\u00bb Y lo dice literalmente, aclara.<\/p>\n

<\/p>\n

Rima o te como<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

El programa de apoyo en Odeonsplatz tambi\u00e9n est\u00e1 m\u00e1s orientado a estudiantes mayores. Durante un receso de la protesta, el artista de cabaret Thomas Pigor mantiene feliz a la multitud. \u00c9l canta:<\/p>\n

<\/p>\n

\u00ab\u00a1Eeeewww un SUV!
\u00a1Qu\u00e9 feo! \u00a1Ese cuerpo con sobrepeso!
\u00a1Oh, un todoterreno!
Qu\u00e9 genial es la movilidad el\u00e9ctrica en comparaci\u00f3n\u201d<\/p>\n

<\/p>\n

Puede que Heinrich Heine no haya impresionado a Pigor con sus rimas, pero al p\u00fablico de M\u00fanich obviamente le gusta. Algunos rockean, otros cantan. Las celebraciones por el fin de la energ\u00eda nuclear son un gran placer, a pesar de la preocupaci\u00f3n por los j\u00f3venes.<\/p>\n

<\/p>\n

Mal humor en provincias<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

A casi 90 kil\u00f3metros por el Isar desde M\u00fanich, en la peque\u00f1a ciudad de Essenbach, en la Baja Baviera, la ceremonia en la capital del estado fue recibida con un movimiento de cabeza. Porque aqu\u00ed es donde se encuentra la planta de energ\u00eda Isar 2, uno de los tres reactores que se apagar\u00e1n hoy. \u00abNo creo que sea el momento adecuado para celebrar\u00bb, dice el alcalde Dieter Neubauer, \u00aby si hablas con la gente aqu\u00ed en el distrito de Landshut, solo conocer\u00e1s a unos pocos que lo ven diferente\u00bb. La planta de energ\u00eda trajo prosperidad a la regi\u00f3n y suministr\u00f3 electricidad de manera confiable a la rep\u00fablica. El alcalde de la CSU no puede entender que a partir del domingo se prescinda fr\u00edvolamente de esto. <\/p>\n

Por lo tanto, Neubauer celebra la despedida nuclear sin cannabis ni cabaret: por la noche volver\u00e1 a la central el\u00e9ctrica y hablar\u00e1 con los empleados all\u00ed. Posteriormente, junto con la gerencia de la central, iniciar\u00e1 la parada. \u00abEs posible que todav\u00eda se diviertan en Munich hoy, pero mirando hacia atr\u00e1s, el s\u00e1bado podr\u00eda convertirse en un d\u00eda negro para todos nosotros\u00bb.<\/p>\n

<\/p>\n

Su hom\u00f3logo no partidista, Jochen Winkler, en Neckarwestheim, Suabia, tampoco quiere ponerse de humor para celebrar. No es de extra\u00f1ar que la energ\u00eda nuclear le haya dado a la ciudad un nivel de prosperidad con el que otras comunidades solo pueden so\u00f1ar. En el mejor de los casos, m\u00e1s de mil personas habr\u00edan encontrado trabajo en la central el\u00e9ctrica, y la recaudaci\u00f3n del impuesto comercial ascend\u00eda a diez millones de euros al a\u00f1o. Era una vida buena y c\u00f3moda la que se pod\u00eda llevar: la comunidad se regalaba un campo de golf de 27 hoyos, el club de rifles su campo de tiro, los jugadores de bolos su bolera.<\/p>\n

<\/p>\n

Eso ya pas\u00f3: \u00abPara nuestra comunidad, la eliminaci\u00f3n gradual de la energ\u00eda nuclear es como si Volkswagen dejara la ciudad de Wolfsburg\u00bb, dice el alcalde Winkler. \u201cSe avecinan tiempos dif\u00edciles para nosotros\u201d. Para muchos vecinos, la melancol\u00eda se mezcl\u00f3 con la preocupaci\u00f3n el s\u00e1bado. \u00abEl sistema era algo as\u00ed como nuestro beb\u00e9\u201d, dice Winkler. \u00abLa gente aqu\u00ed lo construy\u00f3 y trabaj\u00f3 all\u00ed durante d\u00e9cadas\u00bb. Pod\u00edas ver la nube de agua refrescante desde lejos y sab\u00edas: La planta de energ\u00eda asegura nuestra prosperidad.<\/p>\n

<\/p>\n

Economista advierte sobre recesi\u00f3n<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

Llam\u00f3 al economista Hans-Werner Sinn, quien dirigi\u00f3 el Instituto Ifo de Munich durante muchos a\u00f1os. Teme que el cierre de las centrales el\u00e9ctricas de Essenbach, Neckarwestheim y Lingen ponga en peligro la prosperidad en todo el pa\u00eds. En Alemania, los precios de la electricidad ahora son casi tan altos como en cualquier otro lugar del mundo. \u00abCon la eliminaci\u00f3n gradual de la energ\u00eda nuclear y el cambio a la electricidad dependiente del clima, la posici\u00f3n de liderazgo de Alemania a estos precios est\u00e1 cimentada\u00bb. Como resultado, las empresas est\u00e1n reduciendo su producci\u00f3n o reubicando sus plantas por completo en el extranjero.<\/p>\n

La ascendencia alemana como naci\u00f3n econ\u00f3mica<\/a> \u2013 eso es el resultado de una pol\u00edtica ideol\u00f3gica guiada por motivos espirituales. \u201cMucha gente est\u00e1 celebrando la eliminaci\u00f3n de la energ\u00eda nuclear como una fiesta religiosa\u201d, se maravilla el economista. <\/p>\n

<\/p>\n

\n
\"Quiere <\/div>
\n
\n

Quiere sacar beneficios de las corporaciones: Patrick Ziegler.<\/h2>\n

Johannes C. Bockenheimer<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

En la Odeonsplatz de Munich, la gente no piensa mucho en la pintura negra de Sinn. No es un problema en absoluto convertir la econom\u00eda completamente a las energ\u00edas renovables, afirma Patrick Ziegler, pol\u00edtico local del Partido Marxista-Leninista de Alemania. \u00bfLa raz\u00f3n por la que no se hace? \u201cPorque hay una cantidad incre\u00edble de ganancias en la energ\u00eda nuclear\u201d, dice Ziegler. Las corporaciones ahora deben ser destetadas de esta codicia por las ganancias.<\/p>\n

<\/p>\n

La energ\u00eda nuclear fue enterrada en Munich, el siguiente es el capitalismo. <\/p>\n

<\/p>\n

<\/div>\n


\n
Source link-58 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

El movimiento antinuclear puede estar feliz por un gran \u00e9xito, pero al mismo tiempo est\u00e1 preocupado por su descendencia. En las ubicaciones de Isar 2 y Neckarwestheim, los residentes temen…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":575464,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1],"tags":[5868,2515,14884,401,194,3453,585,8,5917,11048,1831,3086,5190,265,1829],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/575463"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=575463"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/575463\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":575465,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/575463\/revisions\/575465"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/575464"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=575463"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=575463"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=575463"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}