{"id":576104,"date":"2023-04-16T04:43:51","date_gmt":"2023-04-16T04:43:51","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/comer-en-el-momento-adecuado-del-dia-puede-prevenir-la-obesidad-y-la-diabetes\/"},"modified":"2023-04-16T04:43:56","modified_gmt":"2023-04-16T04:43:56","slug":"comer-en-el-momento-adecuado-del-dia-puede-prevenir-la-obesidad-y-la-diabetes","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/comer-en-el-momento-adecuado-del-dia-puede-prevenir-la-obesidad-y-la-diabetes\/","title":{"rendered":"Comer en el momento adecuado del d\u00eda puede prevenir la obesidad y la diabetes"},"content":{"rendered":"


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El hombre moderno convierte la noche cada vez m\u00e1s en d\u00eda. Si esto desaf\u00eda nuestro biorritmo tambi\u00e9n depende de nuestros genes. Gracias a una nueva investigaci\u00f3n, sabemos que incluso un simple cambio de h\u00e1bitos reduce los riesgos para la salud.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Las farolas siguen encendidas cuando suena el despertador. Tomamos caf\u00e9 de camino al trabajo. Ya es el segundo. Los eventos vespertinos duran hasta altas horas de la noche y, en poco tiempo, el despertador volver\u00e1 a sonar. La vida moderna exige mucho de nuestros cuerpos.<\/p>\n

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El bi\u00f3logo alem\u00e1n Till Roenneberg lleva a\u00f1os quej\u00e1ndose de esto. \u00c9l acu\u00f1\u00f3 el t\u00e9rmino \u00abdesfase horario social\u00bb para referirse a un cambio en la rutina diaria que va en contra de los ritmos biol\u00f3gicos humanos. Esto podr\u00eda ser una causa de enfermedades del estilo de vida como la obesidad y la diabetes.<\/p>\n

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Si tuvi\u00e9ramos que ajustar nuestra rutina diaria m\u00e1s a la posici\u00f3n del sol nuevamente, nos mantendr\u00edamos saludables por m\u00e1s tiempo, propag\u00f3 Roenneberg.<\/a> Otros investigadores lo ven menos dram\u00e1tico. Obtienen recomendaciones para la acci\u00f3n de la investigaci\u00f3n biol\u00f3gica que podr\u00edan evitar que suceda lo peor.<\/p>\n

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El \u00abgenerador de reloj\u00bb interno en el cerebro controla el biorritmo <\/strong><\/span><\/h2>\n

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Los biorritmos humanos est\u00e1n controlados por un reloj interno en el cerebro. Cuando los cient\u00edficos descubrieron esto en la d\u00e9cada de 1970, el ritmo diario de muchas personas ya se hab\u00eda desacoplado de este reloj.<\/p>\n

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En el mundo occidental, los hogares estaban brillantemente iluminados por las noches y en muchos lugares la televisi\u00f3n parpadeaba hasta altas horas de la noche. Comimos hasta justo antes de acostarnos. Medido por la posici\u00f3n del sol, es decir, en medio de la noche.<\/p>\n

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Con eso, el \u201cjetlag social\u201d hab\u00eda llegado a la sociedad. Porque mientras la gente extend\u00eda su actividad m\u00e1s y m\u00e1s durante la noche, su reloj interno todav\u00eda se basaba en el sol. La estructura en el cerebro, que tiene un tama\u00f1o de unos pocos mil\u00edmetros, el llamado n\u00facleo supraquiasm\u00e1tico, se reposiciona repetidamente por la luz del d\u00eda que incide en el ojo.<\/p>\n

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Este reloj controla el biorritmo humano como un conductor: muestra cu\u00e1ndo el coraz\u00f3n, el est\u00f3mago, los intestinos o el sistema inmunitario est\u00e1n listos para la actividad y cu\u00e1ndo pueden recostarse. Dependiendo de la hora del d\u00eda, se leen otros genes en las c\u00e9lulas y se producen otros mensajeros hormonales. Investigadores estadounidenses recibieron el Premio Nobel de Medicina en 2017 por investigar estas llamadas relaciones cronobiol\u00f3gicas.<\/p>\n

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El trabajo por turnos como una forma extrema de jet lag social<\/span><\/h2>\n

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La siguiente generaci\u00f3n de cronobi\u00f3logos ya se preocupaba por el cuerpo desvinculado de los biorritmos. \u00bfQu\u00e9 sucede cuando el cuerpo se somete m\u00e1s o menos voluntariamente a un ritmo diferente, como en el caso del \u201cjet lag social\u201d? El ritmo del cerebro y los \u00f3rganos se descompone. Y existe un v\u00ednculo causal entre este cambio y condiciones como la obesidad y la diabetes.<\/p>\n

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Los investigadores dirigidos por el neurocient\u00edfico Frank Scheer de la Universidad de Harvard examinaron el caso extremo de un ritmo diario impuesto: el trabajo por turnos. Sus sujetos de prueba tuvieron que permanecer despiertos por la noche y dormir durante el d\u00eda durante m\u00e1s de una semana. El experimento tambi\u00e9n fue muy exigente para los sujetos en otros aspectos. Lo que se les permiti\u00f3 comer a los sujetos de prueba, cu\u00e1nto se les permiti\u00f3 moverse, todo se control\u00f3 con precisi\u00f3n.<\/p>\n

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No todos los \u00f3rganos se adaptan al trabajo por turnos<\/span><\/h2>\n

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Gracias a este esfuerzo, los investigadores ahora saben qu\u00e9 \u00f3rganos se sincronizan con el cerebro y, por lo tanto, con el biorritmo, y cu\u00e1les se adaptan al ritmo impuesto. La temperatura corporal, por ejemplo, se mantiene al ritmo del sol, el reloj interior. Durante el d\u00eda, los cuerpos de los sujetos produc\u00edan m\u00e1s calor que durante la noche. <\/p>\n

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Sin embargo, otros \u00f3rganos de los sujetos de prueba se adaptaron al trabajo por turnos, incluida la digesti\u00f3n. Wapurar a los sujetos durante las fases de la actividad<\/a> y comi\u00f3 de antemano, el cuerpo se acostumbr\u00f3 a comer por la noche. Ahora podr\u00edas pensar que todo est\u00e1 bien con eso, el cuerpo se adapta donde parece m\u00e1s necesario. Pero los investigadores descubrieron otros cambios en sus sujetos de prueba. <\/p>\n

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Ritmo del cerebro y \u00f3rganos digestivos.<\/h3>\n

Cambio en la actividad a lo largo del tiempo<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

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Mayor riesgo de ataques al coraz\u00f3n<\/strong><\/span><\/h2>\n

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Porque adem\u00e1s de la temperatura corporal, el p\u00e1ncreas tambi\u00e9n tiende a permanecer al ritmo del cerebro. Como resultado, la energ\u00eda absorbida se transporta con menor rapidez desde la sangre a las c\u00e9lulas.<\/p>\n

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En t\u00e9rminos concretos, esto significa que el az\u00facar absorbido permanece m\u00e1s tiempo en la sangre. Los estudios en animales han demostrado que este az\u00facar puede cambiar los vasos sangu\u00edneos. El riesgo de un ataque al coraz\u00f3n aumenta, dice Urs Albrecht. El bioqu\u00edmico investiga tales cambios en el ritmo diario en ratones en la Universidad de Friburgo.<\/p>\n

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Ahora, el trabajo por turnos es una forma extrema de \u00abdesfase horario social\u00bb. La mayor\u00eda de las personas solo cambian su ritmo diario unas pocas horas en comparaci\u00f3n con el biorritmo natural. Pero eso es casi tan malo, dicen los investigadores.<\/p>\n

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No a merced del jet lag social<\/span><\/h2>\n

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Pero hay primeros indicios de que incluso los trabajadores por turnos pueden minimizar algunos de los riesgos para la salud. Durante el turno de noche simulado, los investigadores de la Universidad de Harvard permitieron que los sujetos de prueba siguieran el plan de men\u00fa de su reloj interno.<\/a>mantener. Y he aqu\u00ed: los niveles de az\u00facar en la sangre se normalizaron.<\/p>\n

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Ahora bien, no todo el mundo puede determinar libremente su rutina diaria. Muchas personas trabajan hasta altas horas de la noche o comienzan a trabajar antes del amanecer. Sin embargo, no estamos a merced del \u00abjet lag social\u00bb y sus consecuencias. En la mayor\u00eda de los casos, en \u00faltima instancia, depende de nosotros cu\u00e1ndo comemos.<\/p>\n

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No solo los trabajadores por turnos deben pensar en cu\u00e1ndo comen. Porque si te quedas despierto hasta tarde en la noche, tambi\u00e9n comes tarde y el tiempo de digesti\u00f3n se desplaza a las horas de la noche. C\u00f3mo afecta esto al gasto de energ\u00eda y al hambre los investigadores tambi\u00e9n examinaron en el experimento.<\/a> Durante un per\u00edodo de varios d\u00edas, los sujetos de prueba ten\u00edan que comer su \u00faltima comida justo antes de quedarse dormidos o unas tres horas antes.<\/p>\n

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De repente, los sujetos de prueba ten\u00edan m\u00e1s hambre<\/strong><\/span><\/h2>\n

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Los sujetos de prueba que comieron poco antes de quedarse dormidos de repente ten\u00edan m\u00e1s hambre. No porque sintieran m\u00e1s ganas de comer por frustraci\u00f3n por la comida tard\u00eda, sino porque el est\u00f3mago produc\u00eda m\u00e1s hormona del hambre, la grelina. Al mismo tiempo, los sujetos de prueba usaron menos energ\u00eda en el transcurso de 24 horas.<\/p>\n

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Los investigadores saben esto porque el requerimiento de ox\u00edgeno de los sujetos de prueba, a pesar de la actividad f\u00edsica controlada, se redujo significativamente. Las c\u00e9lulas grasas tambi\u00e9n cambiaron. Se desglosaron menos que en el grupo de control. Todos los cambios que promueven el aumento de peso.<\/p>\n

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No todo el mundo se ve igualmente afectado por este llamado riesgo metab\u00f3lico. Sin embargo, m\u00e1s de un tercio de la poblaci\u00f3n occidental aumenta de peso con especial facilidad debido a las comidas nocturnas. Lleva una variante gen\u00e9tica espec\u00edfica que tambi\u00e9n influye en los biorritmos. <\/p>\n

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Queda por ver si tiene que ser absolutamente la comida \u00abcomo un emperador\u00bb al amanecer. Lo cierto es que cuanto menos alimentos ingerimos en horas de la tarde, mejor.<\/p>\n

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